Primera toma de contacto entre Telefónica y los representantes de los trabajadores después del choque que se vivió hace dos semanas. Este encuentro inicial se ha saldado con un análisis especialmente negativo por parte de la operadora sobre la situación del sector, pero evitando por ahora poner sobre la mesa un nuevo plan de prejubilaciones (conocido internamente como PSI) hasta que no se conozca la 'hoja de ruta' de negocio y de empleo para los próximos años. Las primeras medidas de este Pacto Social se analizarán en los próximos días.
Esta Mesa del Pacto Social se ha constituido este martes y se propuso por parte de Telefónica después de que los sindicatos alzaran la voz ante el intento por parte de la compañía de ejecutar un plan de bajas similar a los dos que se llevaron a cabo en el año 2016 y en 2019 ante las dificultades del sector en España. En el encuentro, según explican desde UGT, la operadora ha planteado materias que se deberían abordar como las medidas de flexibilidad, la formación de la plantilla o la deslocalización de actividades.
Estas deberían ser, tal y como exigieron las propias organizaciones sociales, las primeras medidas que se pacten en esta mesa antes de plantear un potencial PSI que lleva meses estudiándose en el seno de Telefónica España. Para tratar de preparar el terreno, la operadora ha puesto sobre la mesa un análisis especialmente pesimista de la situación con un descenso constante de los ingresos, una presión constante sobre el margen de beneficio en todos los productos y los efectos de la regulación en el negocio audiovisual y de la fibra óptica. Los analistas no pararon de señalar en la última presentación de resultados los problemas en España.
En las próximas reuniones, a las que acudirán responsables de las diferentes áreas de la operadora, se analizarán las propuestas de los sindicatos en los cinco bloques que han planteado los sindicatos: la 'recualificación' de la plantilla; la deslocalización de actividades para mantener los puestos de trabajo en las provincias; la búsqueda de un mapa territorial donde se estipulen las necesidades de empleo en todas las provincias; la concesión de traslados pendientes, o la adaptación del plan de igualdad.
El objetivo es pactar algunas de las medidas sociales antes de ejecutar un plan de bajas voluntarias que estaría destinado a varios miles de empleados mayores de la empresa. Esta presentación del escenario negativo del sector en España ha sido interpretado como la justificación ante una medida de reducción de personal que, por otra parte, dan por hecho entre la plantilla, según explican algunas fuentes sindicales.
El plan de bajas
Hace dos semanas, la representación de los trabajadores envió una carta desde la representación de los trabajadores a la dirección especialmente dura en la que se le advertía que hasta ahora habían sido aliados en esta relación pero que una medida como el PSI sin consenso dinamitaría las relaciones sociales convirtiendo la alianza en enfrentamiento. Entendían que se trataba de un plan que primero debía haber pasado por ellos antes de hacerse público y que, además, ha de ser negociado y pactado en una mesa formalmente convocada para ello.
El plan de bajas lleva sobrevolando desde hace muchos meses. Ya a comienzos de este año se incrementó el ruido (y el interés) interno ante la presentación de un nuevo plan para lograr una reducción de costes frente a la crisis en el mercado español. En mayo, la operadora decidió esquivar la negociación de este PSI en el marco de la prórroga del convenio y lo eliminó de la agenda. Ahora, con la rentabilidad del negocio local dañada por la crisis del 'low cost' y la guerra comercial, vuelve a estar sobre la mesa.
El propio consejero delegado, Ángel Vilá, advirtió en la última presentación de resultados que dentro de los ajustes de costes operativos que se iban a abordar para afrontar el endurecimiento del mercado español (los ingresos están planos pero el resultado operativo se desplomó casi un 9%) se encontraban la reducción al máximo de la factura del fútbol -estas semanas se están diseñando las ofertas que presentará a la subasta de los derechos de LaLiga- y del gasto laboral.
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