Telefónica y su socios firman la compra de Oi a la espera del regulador brasileño

Telefónica, el empresario mexicano Carlos Slim y Telecom Italia han estampado la firma en el contrato de compraventa de los activos móviles del operador brasileño Oi, varias semanas después de haber sido declarados ganadores en la subasta pública. Tras esta formalización, queda pendiente la autorización de las autoridades de la competencia del país. Las previsiones de los compradores es que podría estar todo listo a finales de año, ante un estudio a fondo por parte de los organismos locales.

Fue el pasado 14 de diciembre cuando las tres empresas resultaron ganadoras. La operadora española se comprometía a pagar 894 millones de euros -que se hará efectivo al cierre de la operación- para hacerse con 10,5 millones de clientes en manos de Oi y con 43 megahercios del espectro radioeléctrico. Con este reparto, el claro ganador fue Telecom Italia, que ganó mas peso, igualando algo más el mercado de telefonía móvil brasileño.

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Hecha ya la adquisición, con los contratos firmados, la batalla se traslada al regulador brasileño. En concreto a Anatel, el organismo regulador del sector de las telecos, y en el CADE, la 'CNMC brasileña'. Ya antes de resultar ganadores, tanto Slim como los directivos de Oi presionaron a los organismos, al entender que se trataba de una operación que "cumple con la regulación actual".

Los competidores no lo van a poner fácil. Bien es cierto que tras la operación, entre los tres grupos se repartirán más del 95% de los contratos de telefonía móvil del país y de los ingresos. Y ante esta situación, Algar Telecom, una de la compañías que operan en el país y que estaba interesada en esos activos, presentó una demanda el pasado mes de noviembre en la que insistía en que se han violado las reglas de competencia por el consorcio establecido entre los tres. El CADE ya ha anunciado que estudiará a fondo la demanda, lo que podría retrasar aún más la venta efectiva de la operación.

Hace casi dos semanas, la agencia de noticias Bloomberg apuntaba que CADE estaba evaluando si cabe la posibilidad de imponer restricciones o 'remedios' a la operación. "La compañía confía en que todos los análisis regulatorios y competitivos se llevarán a cabo con el debido cuidado y diligencia", aseguraba la propia Oi al medio.

Otras operaciones en Latinoamérica

Esta no es la única operación protagonizada por Telefónica que está pendiente del regulador de la competencia en Latinoamérica. El pasado mes de noviembre, según queda reflejado en los registros de la Superintendencia de Telecomunicaciones de Costa Rica, entró la solicitud de estudio de la venta de la filial de aquel país a Liberty Latin America, tras el fracaso de la transacción a Milicom. Aún no se ha pronunciado.

Por otra parte, el grupo presidido por José María Álvarez-Pallete mantiene conversaciones múltiples para la venta de diversas filiales de Latinoamérica, con la propia Liberty como el principal favorito para volver a sacar la chequera. En concreto, avanza en la salida de algunos mercados, como Colombia, Perú o Chile.