Estancamiento de ingresos en España

Telefónica esgrime la 'doctrina más por más' para llevar la inflación a las tarifas

La teleco asegura que cuenta con este arma ante la subida del IPC, después de más de seis años de incrementos de precios con la estrategia de ofrecer más datos, contenido o un móvil 'obligatorio'.

Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica.
Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica.
L.I.

España se ha convertido en la piedra en el zapato de Telefónica. Después de frenar el golpe en Latinoamérica, donde el efecto de las divisas se ha mitigado durante el último trimestre, y rebajar la presión por la deuda tras las grandes desinversiones, el gran reto es volver al crecimiento en el mercado español y recuperar el pulso. Con unos ingresos estancados y la fuerte presión de los márgenes, después de varios años de guerra por el 'low cost', la compañía mira ahora de reojo a la inflación de precios que en octubre se disparó un 5,5% por el 'rally energético'. Ante esta situación, esgrime la estrategia de un incremento de tarifas a cambio de servicios no solicitados por el cliente como potencial arma para tratar de frenar su exposición.

Los analistas ven con preocupación la inflación en España. Así se lo hicieron saber a Cellnex. Y también lo hacen en Telefónica. Ante las preguntas lanzadas tras los resultados del tercer trimestre del año, el consejero delegado de la teleco, Ángel Vilá, aseguró que están tratando de dar pasos para pelear en este escenario. Defendió que el mayor impacto que hoy perciben es el de los precios de la energía. Para intentar manejar esta situación, buscan crecer en los negocios digitales tanto para empresas como para particulares. La otra opción está en los precios de sus productos de conectividad. 

En Reino Unido o en algunos mercados latinoamericanos, la teleco española cuenta con tarifas siempre vinculadas a la tasa de inflación anual. A principios de año, la compañía revisa y ajustará la factura a partir del segundo trimestre. En España eso no sucede. Aunque no resulta necesario porque, tal y como advirtió el propio Vilá, cuentan con la estrategia mantenida en los últimos años de lo que ya se considera su doctrina 'MásXMás'. El último movimiento en este sentido tuvo lugar el pasado mes de abril, cuando anunció el incremento de un mínimo de 3 euros a cambio de la financiación de la compra de un teléfono móvil 5G.

Desde el año 2015 se han firmado casi una decena de subidas de precio con esa estrategia. Esto ha tenido reflejo en el ingreso medio por cliente convergente, es decir, el de los paquetes de al menos fibra y móvil. Este llegó a alcanzar los 91,8 euros en el primer trimestre de 2020, justo el del estallido de la pandemia del coronavirus. A partir de ahí no ha dejado de caer de manera significativa. El pasado mes de septiembre se cerró con 88,5 euros, supone una caída de más del 3% respecto al de ese mes de marzo de 2020. ¿La razón? El mayor peso de O2, con una oferta más orientada al bajo coste, en el 'mix' y la guerra de descuentos para captar nuevos clientes siguen pesando de manera importante.

Todos estos movimientos estarían circunscritos al lado de los ingresos. Pero, ¿y en los gastos operativos? Vilá señaló tres frentes principales en un escenario de inflación alta. Uno de ellos es el de los costes del fútbol. Ante la próxima subasta del fútbol, la operadora defiende que es imprescindible lograr una rebaja importante del precio final (esto representa una factura de hasta 1.000 millones de euros al año). El segundo frente es, precisamente, el de los costes de la energía. Están trabajando y tomando medidas en cuanto a rebajar el consumo. Y, por último, se encuentran los costes laborales. "Estamos trabajando en ser más eficientes", aseguró. Pero no se refirió a ninguna medida 'extra' o ningún plan de prejubilaciones (PSI en el argot de la compañía) ante el enorme interés entre la plantilla.

Como telón de fondo está la fuerte presión en los márgenes. España, que representa un tercio de todo el negocio a nivel global del grupo, tiene uno de las rentabilidades más atractivas en todas las geografías. Sin embargo, esa mayor competencia y ahora la inflación pueden afectar de lleno. La presión ya se está notando. El resultado operativo (Oibda) se desplomó casi un 9%, mientras que los márgenes se resintieron en casi cuatro puntos porcentuales hasta el 38%. "Las mejoras en ingresos no se han visto reflejadas en el Oibda porque sobre todo ha sido con la venta de móviles móviles, con márgenes más bajos", aseguraba Vilá. A esto hay que sumar que el 'roaming', ante la menor afluencia de turistas, sigue sin recuperar niveles 'pre-covid'.

Las previsiones para los próximos trimestres en España no son especialmente halagüeñas en lo que a márgenes se refiere. Vilá defiende que existe un "momentum" en las ventas (apenas han crecido un 0,4% en el trimestre veraniego) que se va a mantener, logrando un ingreso medio más elevado de los 88,9 euros actuales. Esperan que el negocio mayorista siga "fuerte", pese al fortalecimiento de operadores neutros de fibra como Onivia o Adamo. "Estamos continuando con las eficiencias para hacer que el margen de Ebitda esté en el rango alto del 30%", apuntaba.

La operadora deberá mantener un complicado equilibrio entre todos estos factores. Elevar ingresos, a través de potenciales subidas de precio, teniendo bajo control la tasa de cancelaciones (churn) mientras se batalla por tener márgenes elevados. Y todo ello justo a las puertas del despliegue de redes ultrarrápidas 5G durante los dos próximos ejercicios que, pese a las ayudas públicas a través de los fondos europeos, supondrán un fuerte subida en la inversión. La presión por tener todos los niveles en orden es alta. La caída en la rentabilidad en esta filial fue pagada este jueves con una caída del 2,5%. El aviso de los inversores fue claro.

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