Cuatro meses después del 'plan Pallete'

Telefónica busca 'engordar' Tech con una buena dote para seducir a nuevos socios

  • La operadora analiza cómo repartir la facturación de los servicios digitales con el fin de lograr una mayor valoración de la nueva división estrella.
José María Álvarez Pallete
José María Álvarez Pallete
Europa Press

Telefónica quiere engalanar a su flamante división 'Tech'. El fin último es hacerla lo más atractiva posible ante la llegada de potenciales socios que se hagan con una parte de las acciones. En este contexto, la operadora está diseñando toda la estructura operativa para tratar de centralizar la mayor parte de la facturación de servicios de 'big data' o ciberseguridad en este holding y no en las unidades de cada uno de los países. De esta forma, retendría buena parte del valor de este negocio, que crece por encima del 30% anual.

El presidente de la operadora, José María Álvarez-Pallete, revolucionó la estructura en noviembre. Anunció un giro completo, no sólo para segregar los activos latinoamericanos, sino también para crear una división tecnológica (Telefónica Tech), con la que poner en valor todos sus servicios digitales. Desde esa fecha hasta hoy se ha avanzado sobre todo en la reorganización interna y corporativa, con la creación de varias sociedades y también con un pacto 'in extremis' con la plantilla para acordar cómo se configuran las condiciones de trabajo de los empleados adheridos. Pero la parte clave de esta decisión radica en el reparto del negocio. Y esa es la parte que hoy está en discusión en los despachos nobles de la compañía.

¿Cómo repartir los ingresos entre las divisiones operativas de cada uno de los países, como Telefónica España o Vivo Brasil, y la propia Telefónica Tech? Hasta ahora, buena parte de los servicios eran ofrecidos precisamente por las sociedades cabecera de cada uno de los mercados. La otra gran incógnita: ¿cuál será el resultado de esa organización, para lograr un equilibrio y no 'vaciar' al grupo, a la vez que se engalana a la nueva área liderada por José Cerdán? Eso es, precisamente, lo que está en discusión. Y la única conclusión, según aseguran fuentes conocedoras, es que se quiere priorizar el objetivo de lograr una mayor valoración de esta división de manera independiente, concentrando ahí buena parte del negocio. Esta organización deberá ser decidida en los próximos meses, antes de dar entrada a posibles socios.

Esa entrada de nuevos accionistas que compren parte de los títulos -y con lo que el grupo podría reducir de manera significativa la deuda y apuntarse un tanto ante los mercados- es la clave. Estos no acabarán poniendo sobre la mesa cientos de millones de euros para convertirse en socios de Telefónica Tech si no concentra esta buena parte de ese valor y va más allá de una mera 'refacturadora' de servicios a la matriz de cada país. Y, al margen de esta decisión, según explican las mismas fuentes, el equipo de la división liderada por José Cerdán (CEO) y Antonio Martí (responsable de operaciones) está comprobando que existe un gran interés por parte de fondos de 'private equity' y también de proveedores del sector de telecomunicaciones y tecnológico para analizar posibles alianzas. Estas primeras muestras de interés aún no han cristalizado en ningún acuerdo.

En juego está poner en valor un negocio que ha sido la bandera de Álvarez-Pallete en su mandato y que ha crecido de manera continuada a doble dígito en los últimos años. En el año 2019 se incrementaron un 30%. ¿Cómo se reparten? Los servicios vinculados a la nube sumaron 697 millones de euros, mientras que el Internet de las Cosas (IoT) y la ciberseguridad sumaron 530 y 497 millones de euros, respectivamente, según sus propias cifras del informe anual.

Es decir, entre los tres sumaron más de 1.700 millones de ingresos. El propio presidente se refería a que estas cuantías les permitía codearse a las de otros 'unicornios' (startups valoradas en más de 1.000 millones de dólares) del mercado tecnológico. Por contextualizar, Cloudflare, uno de los últimos unicornios especializados en ciberseguridad que han aterrizado en bolsa, hoy tiene una capitalización bursátil de más de 7.000 millones de dólares con unos ingresos anuales de 287 millones de dólares (casi la mitad que la unidad dedicada a este sector en Telefónica) y unas pérdidas de más de 100 millones. Estas valoraciones, basadas en crecimientos rápidos en sus diferentes mercados y en ambiciosas expectativas de futuro, representan la baza que juegan en la operadora.

Latam y el nuevo socio

Mientras se trata de avanzar en la configuración de negocio de Tech, la cúpula directiva de la operadora tiene otros dos retos operativos por delante. Por un lado, el 'spin off' de Latinoamérica, el cual será utilizado por la operadora para endosar parte de la deuda corporativa para, posteriormente, buscar potenciales socios o compradores. Para esta última tarea ya se ha contratado a varios bancos de inversión. Por el otro está la nueva división Infra, en la que se incluirá Telxius -la filial de torres que comparte con Amancio Ortega y KKR como socios- y otros negocios vinculados a las infraestructuras. Para esta última ya ha nombrado a un equipo, liderado por Guillermo Ansaldo y Natalia Sainz.

El otro asunto que ocupa buena parte del tiempo en las oficinas en el madrileño barrio de Las Tablas es el de la búsqueda de un socio a largo plazo para que se convierta en accionista de referencia. El propio presidente ha mantenido durante los últimos meses conversaciones al más alto nivel con la mayoría de los grandes fondos internacionales norteamericanos y asiáticos, con el objetivo de reforzar el accionariado hoy liderado por Blackrock, BBVA y Caixabank. Esas negociaciones aún no han fructificado en un momento en el que el mercado no deja de castigar al sector de las telecomunicaciones, por la incertidumbres ante la fuerte inversión que necesitará el despliegue del 5G, las abultadas deudas acumuladas durante años y el estancamiento de los ingresos.

Quedan algo más de tres meses para que Álvarez-Pallete se ponga frente a los accionistas en la junta general de 2020. El primer ejecutivo quiere tener un primer golpe de efecto, ante las dificultades vividas en el parqué, con la acción en mínimos tras los golpes al Ibex 35 por el temor al coronavirus y sus consecuencias económicas. Y para ello, la maquinaria interna ya está a pleno rendimiento. También para sacar brillo a su negocio tecnológico.

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