La operación pendiente

Telefónica se enreda con la venta de Latam mientras Liberty aprieta el precio

La operadora sufre la presión en las negociaciones para rebajar los activos. El CEO del principal favorito asegura: "Vemos oportunidades pero al valor correcto".

Pallete
El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.
EFE

La salida progresiva de Latinoamérica es el movimiento corporativo que más se le está atragantando a Telefónica en el último año y medio. Después de perder fuelle la 'colocación' en bloque de todos los activos de la región ante la falta de interés de los potenciales compradores y las dificultades regulatorias y de competencia, ha intentado cerrar acuerdos para las ventas de filiales concretas. Pero el grupo español se ha enredado entre crecientes presiones para rebajar el precio. El caso más claro ha sido Liberty Latin America, el gran favorito para hacerse con los activos de Colombia o Ecuador. Su consejero delegado ha sido muy claro ante los analistas: "Vemos oportunidades de compra pero a un valor correcto". Esto ha trastocado los planes de la teleco, que sigue manteniendo conversaciones para salvarla.

Después de haber firmado la venta de Telxius a American Tower y de haber suscrito la compra de los activos de la brasileña Oi a la espera del regulador, el gran reto de estos primeros meses de 2021 era Latinoamérica. Había esperanzas de poder firmar un acuerdo relativamente rápido, máxime cuando compañías con presencia en la región como la propia Liberty habían mostrado su interés por activos como el de Colombia ya a finales del año pasado. Sin embargo, como ha sucedido en los últimos trimestres, el precio sigue siendo un 'hándicap' importante. Las valoraciones se han visto seriamente golpeadas por la crisis del coronavirus y por la inestabildad mayor de las divisas en la zona.

El primer ejecutivo de Liberty Latin America, Balan Nair, aseguró hace varios días ante los analistas en la presentación de sus resultados anuales que ven oportunidades de compra ejerciendo como uno de los grandes impulsores de la consolidación del mercado latinoamericano. "Pero sólo si esas oportunidades se materializan al valor correcto", aseguraba. Es una manera clara de empujar a la baja los precios. "Somos muy disciplinados en nuestro proceso para comprar activos y el flujo de efectivo sigue siendo una métrica clave para nosotros", apuntó. No están dispuestos a 'sobrepagar'.

La compañía, que se escindió del gigante estadounidense Liberty y hoy cotiza en bolsa, ha querido lanzar un mensaje claro: no tienen prisa para cerrar un acuerdo. En la estrategia de crecimiento a través de adquisiciones y fusiones, sus objetivos a corto plazo son integrar las filiales de Puerto Rico e Islas Vírgenes del antiguo monopolio norteamericano AT&T y la división de Costa Rica de la propia Telefónica. La primera operación se completó a finales del año pasado y ahora queda hacer toda la fusión. La segunda, que le obligó a captar 300 millones de euros en una ampliación de capital, está a la espera del regulador costarricense, que recibió la primera notificación en noviembre y aún no se ha pronunciado.

Los precios, un problema endémico

El propio presidente del grupo español, José María Álvarez-Pallete, es consciente de esos bajos precios. El ejecutivo lo apuntó también ante los analistas en la conferencia de resultados anuales de hace dos semanas: "Seguiremos explorando transacciones inorgánicas en Latinoamérica, pero sólo si crean valor para los accionistas de Telefónica". Estas declaraciones son calcadas a otras que ha hecho en el pasado. En este caso,  se pone la venda insistiendo en que han mejorado la deuda en moneda local y han reducido el capital empleado en la región en más de un 20% en 2020 para tratar de operar en la región al menor coste posible mientras logra comprador. "Nos estamos moviendo hacia un modelo de activos más liviano, más fácil de cubrir en términos de caja", apuntó.

Estos problemas a la hora de valorar los activos en una región castigada por la inestabilidad de las divisas también se reflejaron en el enfrentamiento que la propia Telefónica y Millicom vivieron por la venta de Costa Rica. "Es mucho más prudente dado que tenemos el derecho legal absoluto de no seguir adelante; es realmente una decisión comercial muy sensata y la que mejor se adapta al tiempo en que vivimos", apuntaba su consejero delegado, Mauricio Ramos. Finalmente, la transacción se rompió por el desestimiento del grupo luxemburgués -que ha llevado a un enfrentamiento en los tribunales- y la posterior venta de los activos a la propia Liberty.

Retraso importante

Con todas estas presiones a la baja en las valoraciones se acumulan muchos meses de retrasos. Ya desde el año 2018 se están analizando potenciales operaciones corporativas. Después de la presentación del plan estratégico de tres años a finales de 2019 no se ha firmado ninguna operación de venta de filiales, más allá de las 'joint-venture' firmadas con dos inversores para gestionar la fibra de Chile y Brasil. Ya en abril de 2020, en pleno estallido de la pandemia, la responsable financiera, Laura Abasolo, apuntó que había "algunas alternativas abiertas desde el punto de vista de operaciones de M&A", sin hacer mención a ninguna.

Además de las ventas de Colombia, Perú o Ecuador, Telefónica tiene aún pendientes otras dos transacciones. Por un lado la de Costa Rica, que se encuentra en fase de estudio por el regulador. Por otro está El Salvador, que sigue bajo el perímetro de la teleco español. Y la razón es que en septiembre pasado, alcanzó un acuerdo con America Móvil, propiedad del magnate mexicano Carlos Slim, para romper el acuerdo de compra de esa filial debido a las duras condiciones impuestas por el regulador de la competencia para obtener la 'luz verde' definitiva.

Mientras se trata de desatascar la salida de Latinoamérica, Telefónica tiene cruzados los dedos para lograr que se cierren todas las operaciones que hoy tiene en ciernes. La fusión de O2 con Virgin en Reino Unido está siendo analizada por el regulador británico, cuyo verdicto se espera para finales del mes de mayo. La venta de Telxius a American Tower debe pasar también por el tamiz de las autoridades de la Competencia y el del Gobierno de España. Entre todas ellas espera sumar más de 9.000 millones de euros para reducir la deuda neta y rebajar la presión.

Mostrar comentarios