Telefónica prepara un 'plan Telxius' con México: vender el 40% y tener la gestión

  • El mercado espera que la teleco logre entre 1.800 y 2.000 millones de euros 'extra' con la venta de esta filial y la centroamericana.
Pallete pilota las dos operaciones de venta en Latinoamérica.
Pallete pilota las dos operaciones de venta en Latinoamérica.
EP

Telefónica avanza en la venta de su filial mexicana tras recibir la ‘luz verde’ del consejo de administración. El presidente, José María Álvarez-Pallete, y su equipo más cercano preparan un plan similar al que ejecutaron con Telxius: trabajan en la venta del 40% de los activos con los que lograr un ingreso ‘extra’ con el que recortar la deuda pero manteniendo el control de la gestión. Cerberus es el mejor posicionado, aunque hay otros candidatos. El mercado espera que la 'teleco' logre ingresar entre 1.800 y 2.000 millones con esta operación y para la que también trabaja en Centroamérica.

Fue el año 2016 cuando la española lanzó el plan para tratar de rentabilizar parte de su infraestructura de torres. Creó una filial independiente, Telxius, donde ‘alojó’ todos los activos. Y puso las bases para su salida a bolsa, pero el Brexit, en primer lugar, y la escasa demanda por parte del mercado, en última instancia, la frustraron. Ahí se acudió al ‘plan b’: la venta al capital riesgo de ese 40% por 1.275 millones de euros, íntegramente destinados a la reducción de su pasivo. El ‘ganador’ en la carrera fue el fondo KKR.

Con esta operación lograba hacer líquidos esos activos, pero sin perder el control de la gestión de una compañía que opera cerca de 16.000 torres de telecomunicaciones y una red internacional de unos 65.000 kilómetros de cables de fibra óptica submarina. Y es justo lo que quiere hacer con México. Busca ‘colocar’ ese 40% entre el capital riesgo -con Cerberus en la 'pole position'-, pero manteniendo el poder de decisión sobre una filial importante en el continente que se enfrenta a un contexto especialmente delicado, con una durísima competencia entre Carlos Slim (América Móvil) y la estadounidense AT&T.

Pese a la utilidad de mantener el control, también se ha estudiado la posibilidad de la salida total del país. Sin embargo, lo que hoy hay sobre la mesa es, según diversas fuentes con conocimiento, la venta parcial. Al igual que sucedió con Telxius, este modelo permite también cierto margen la entrada de un tercer inversor que también quiera comprar parte de los activos. El fundador de Inditex, Amancio Ortega, adquirió el 10% de la sociedad en una compañía conjunta entre su brazo inversor inmobiliario, Pontegadea Inversiones, y la propia Telefónica.

El mercado ha aplaudido el avance en esta operación con la que recortar los 42.600 millones de euros de deuda neta con la que cerró el tercer trimestre del año. Los inversores elevaron un 4,4% el precio de las acciones, en una de sus mejores cotizaciones de los últimos trimestres.

Hasta 2.000 millones entre los dos

Esta es sólo una de las dos operaciones que hoy por hoy tienen sobre la mesa en la cúpula de la teleco. La otra se centra en la filial centroamericana, que incluye a Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Panamá y de la que ya en 2013 vendió el 40% por 500 millones de dólares estadounidenses (381,6 millones de euros) al grupo de origen guatemalteco Corporación Multi Inversiones. El fin último es ‘colocar’ el 60% restante. La Información ya adelantó que a Millicom se le sumaba Liberty como potencial interesado

Pallete no quiere cerrar acuerdos con precios a la baja, como sucediera en el segundo intento de salida a bolsa de Telxius en septiembre de 2016. Según los diferentes analistas consultados, entre las dos ventas lograrían ingresar entre 1.800 y 2.000 millones de euros. Es decir, supondría recortar casi el 5% de la deuda neta de una tacada. Y sobre todo permitiría lanzar un mensaje positivo a un mercado que exige esta reducción inorgánica del pasivo y que le ha castigado, al igual que al resto de telecos, con caídas significativas en la acción.

La operadora se juega mucho. No sólo la posibilidad de reducir esa pesada losa de la deuda, sino también el favor de los inversores en un contexto complejo. La cuenta atrás ha comenzado.

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