Desde hace 25 días todas las miradas están puestas en Rusia. La invasión de Ucrania ordenada por Vladímir Putin ha colocado al Kremlin en el epicentro de la geopolítica, pero también a toda la red de empresas que emanan de este país. Al margen de la incógnita acerca de a cuánto asciende la fortuna del mandatario ruso, hay una extensa lista de oligarcas repartidos por todo el mundo que han ‘sacado tajada’ a sus contactos en el poder y, sobre todo, a su estrecha amistad con él. Han conseguido su fortuna gracias a su apoyo incondicional al gobierno, cuyo respaldo supone una moneda de cambio.
La mayoría de estos millonarios y multimillonarios han hecho negocios en Rusia, pero también han ido tejiendo una extensa red de negocios diversificados por todo el mundo. Energía, banca, turismo, alimentación… La lista comprende un amplío abanico de sectores al que también se une el deporte. En los últimos 20 años los magnates rusos también han apostado por la rentabilidad que da este mercado, en especial, el fútbol europeo. Mijaíl Prójorov (Moscú, 1965) es uno de los pocos que se sale de la norma y ostentó el equipo de los Brooklyn Nets (NBA) hasta su venta en 2019 al cofundador de Alibaba, aunque barajó la compra del Roma hace ocho años. A él se une Alisher Usmánov (Uzbekistán, 1953), uno de los ‘’empresarios de confianza’ de Putin, que tomó la decisión de vender el 30% que poseía en el Arsenal FC para dar carpetazo a la disputa que mantenía con Stan Kroenke, accionista mayoritario del club.
Sin tener en cuenta el patrocinio de Aeroflot -la mayor aerolínea de Rusia- con el Manchester United, cuyo contrato rescindió el club al día siguiente de comenzar la invasión, en el momento actual hay ‘cuatro hombres fuertes’ del fútbol de origen ruso que, en conjunto, amansan una fortuna conjunta de unos 21.600 millones de euros, aunque la cifra podría disminuir de recrudecerse las sanciones impuestas por Bruselas a Moscú.
Román Abramóvich
Este magnate ruso es uno de los más conocidos a nivel mundial. Abramóvich (Sarátov, 1996), compró el Chelsea FC en el año 2003 por 200 millones de dólares (181 millones de euros) y casi dos décadas después tiene el cartel de ‘se vende’ por un precio que ronda los 3.100 millones de dólares (2.809 millones de euros), lo que multiplica por más de diez su valor inicial. La cifra es inferior a los más de 3.900 millones de dólares, (alrededor de 3.538 millones de euros) que en su día estimó cuando el multimillonario Todd Boehly se interesó por el club. Eso ocurrió en 2019, antes de la pandemia, por lo que ahora la cantidad es inferior. El portal ‘Transfermarkt’ estima el valor de mercado del club en 883 millones de euros.
A la urgencia por desprenderse del equipo cuanto antes tras ser incluido en la ‘lista negra’ de personas sancionadas por Europa y Reino Unido, se suma el varapalo de la Covid-19 en su balance. El ganador de la liga de campeones cerró la temporada 2020/2021 con unas pérdidas de 173 millones de euros por la reducción de ingresos derivada de la venta de entradas y derechos comerciales. A eso hay que añadirle los fichajes de Romelu Lukaku, Marcus Bettinelli y Sául Ñíguez por 130 millones de euros, que fueron compensados con la venta de otros jugadores por 123 millones de euros.
Abramóvich gestiona las cuentas de los de Stamford Bridge a través de Fordstram Limited, matriz de la que es accionista único y que se engloba dentro de Millhouse capital, un ‘holding’ con participaciones en la siderúrgica Evraz o la minera Norilsk Nickel. Muy vinculado a Vladímir Putin, antes de la ofensiva rusa ya figuraba en la lista ‘Forbes’ como uno de los propietarios de equipos de fútbol europeos más ricos a nivel mundial. A finales de 2021 su fortuna estaba valorada en 12.760 millones de euros, según la citada publicación, cifra que ahora se estima en alrededor de 1.000 millones de euros menos. El verdadero ‘golpe de suerte’ que le llevó a escalar puestos en la lista de millonarios llegó tras la venta de su participación de más del 72% en la petrolera de Sibnetf a Gazprom por más de 13.000 millones de dólares (unos 10.100 millones de euros). La operación batió todos los récords y se consideró el mayor movimiento realizado hasta la fecha en Rusia.
Dmitri Rybolóvlev
Apodado el ‘rey de los fertilizantes’, Dmitri Rybolóvlev (Perm, 1966) es el presidente del AS Mónaco desde su adquisición en 2011, cuando se hizo con el 66,67% del accionariado y se comprometió a invertir 220 millones de euros durante los próximos cuatro años. Su entrada en el club representó una renovación para el equipo, que consiguió remontar en tan solo una temporada y volver a primera división e hizo posible la compra de Radamel Falcao o James Rodríguez. Con un valor de mercado de 352 millones de euros, según el portal ‘Transfermarkt’, ocupa el puesto número 27 en cuanto a equipos más valiosos a nivel mundial.
La mayor parte del dinero que posee procede de la compra de compañías estatales rusas tras la desintegración de la URSS, entre ellas, Uralkali, compañía rusa dedicada a la extracción de potasio, de la que salió del accionariado en 2010 por 6.500 millones de dólares (alrededor de 5.890 millones de euros). Forbes estima su fortuna en unos 6.700 millones de dólares (alrededor de 6.000 millones de euros), lo que le convierte en la 391 persona más rica del mundo.
Destacado coleccionista de arte, en los últimos años también ha protagonizado batallas judiciales como la que le llevó a estar detenido dos días tras ser acusado de corrupción y tráfico de influencias. Con la oleada de sanciones a título personal de todo aquel con conexiones al Kremlin, su nombre fue señalado y perseguido por EEUU como uno de los oligarcas cercanos a su presidente, pero Francia aclaró que no existía tal relación. En un esfuerzo por desmarcarse de cualquier acusación, ha anunciado el envío de donaciones a Ucrania en concepto de ayuda humanitaria.
Rybolóvlev se desvinculó por completo de Moscú tras desprenderse de la citada Uralkali, que da la casualidad de que esta empresa era el patrocinador oficial del equipo Haas de Fórmula 1 para la temporada 2022 y cuyo contrato fue suspendido a raíz de la ofensiva rusa. La mayor parte de los fondos fueron aportados por adelantado, ante lo que el grupo exige la devolución de los mismos, cuyas cantidades no han trascendido.
Maxim Demin
Maxim Demin (Rusia, 1969), accionista del Bournemouth, es uno de los millonarios rusos que ha esquivado los vetos de Occidente. El ‘gurú’ del combustible se convirtió en su copropietario por 850.000 libras esterlinas (algo más de un millón de euros al cambio actual) y contribuyó a los de Dean Court a ascender a la Premier League en 2015. El equipo ocupa el número 60 en el listado de clubes más valiosos del mundo con un valor de mercado de 169,60 millones de euros, tras bajar a segunda división. En el momento actual cuenta con 30 jugadores en plantilla, un tercio de ellos internacionales y un balance de fichajes de 14,26 millones de euros.
De perfil discreto, el alias de Demin le viene de sus negocios en el área de la petroquímica, aunque poco más se sabe de su vida. El portal ‘90m’ le incluía en el listado de las 20 personas más ricas dueñas de un equipo de fútbol de élite en el puesto número 16, con una fortuna que ascendía a 900 millones de libras (alrededor de 1.000 millones de euros). Medios como el británico ‘The Sun’ apuntaron que ha conseguido esquivar las penalizaciones del Gobierno de Boris Johnson a Rusia al ser un “ciudadano británico”.
Alexander Knaster
Nacido en Moscú, pero ciudadano anglosajón, el empresario e inversor Alexander Knaster (1959) puso un pie en el deporte tras hacerse con el 75% de Pisa Sporting Club a finales de enero de 2021 por 12 millones de euros. El 25% restante del equipo de segunda división quedó en manos de la familia Corrado que espera que su llegada ayude a modernizar el club y conseguir ascender. El valor del equipo italiano ronda los 33,3 millones de euros y tiene un balance negativo de fichajes de -5,16 millones de euros.
Sin embargo, este magnate de los negocios es más conocido por fundar Pamplona Capital Management, su vehículo inversor con más de 10.000 millones de euros de activos bajo gestión. El fondo de capital riesgo ha centrado todas las miradas de la opinión pública por Mijaíl Fridman, el principal financiador y partícipe de los fondos a través de LetterOne, el holding de los supermercados Dia. Con el objetivo de que los fondos no se vean bloqueados por EEUU y la UE, Knaster busca devolver a Fridman 3.000 millones de euros, que sí ha sido sancionado por la estrecha relación que guarda con el mandatario ruso.
Knaster coquetea con la franja de los 300 en la lista ‘Forbes’ de millonarios con unos 2.100 millones de dólares (alrededor de 1.898 millones de euros), que obtuvo en parte también por capitanear la operación de Moscú de Credit Suisse First Boston y a dirigir el banco comercial Alfa Bank. A caballo entre EEUU y Rusia durante su juventud, obtuvo la ciudadanía británica en el año 2009. Filántropo reconocido, una de sus actividades más relevantes en este sentido es la formación de Genesis Philantropy Group, fundación dedicada a promover la identidad judía entre los judíos rusos de todo el mundo.
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