Tesla paga solo 165.000€ por tributos en España y su red societaria lleva a Holanda

  • La filial española depende de una matriz en los Países Bajos, que es la encargada de los últimos retoques a cada vehículo vendido.
Elon Musk se sitúa de nuevo en el ojo del huracán.
Elon Musk se sitúa de nuevo en el ojo del huracán.
EFE

Es uno de los grandes fabricantes de vehículos eléctricos en el mundo. Y Tesla lleva operando en España desde hace dos años y medio. En esos dos primeros ejercicios completos de actividad, la compañía fundada por Elon Musk ha pagado 166.000 euros en Impuesto de Sociedades. La filial local compra los vehículos a la matriz radicada en Holanda, con importantes ventajas fiscales, y los distribuye. Asegura contar con una plantilla de casi 60 empleados.

Fue en septiembre de 2016 cuando el fabricante estadounidense abrió su filial en España. Con sede social en Barcelona, se dedicaba a la importación, distribución, venta y servicios de vehículos eléctricos y sistemas de almacenamiento. Su socio único es Tesla International B.V., con sede en Países Bajos. Nació con un capital inicial mínimo de 3.000 euros (que fue incrementado un año después con 1,5 millones) y un préstamo participativo de su accionista de 1,5 millones de euros. No hubo actividad, pues las primeras ventas llegaron al siguiente.

Ahora, con las cifras de dos años completos, se puede analizar el Impuesto de Sociedades pagado por la empresa. Con su estructura de costes de ventas -dos locales en la calle Serrano de Madrid y de calle Roselló en Barcelona y unas oficinas en la ciudad condal por los que ha tenido que desembolsar casi un millón de euros en el último ejercicio- pagó un Impuesto de Sociedades de 165.000 euros entre ambos: 43.000 en 2017 y 122.000 en 2018. En este último, la Agencia Tributaria -que aún no ha ejecutado ninguna inspección de sus cuentas- cobró 35.000 euros de más en sus retenciones a cuenta, según queda reflejado en las cuentas recién presentadas en el Registro Mercantil.

¿Cómo es su estructura fiscal en España? La filial hace las veces de contratista distribuidor, que compra los vehículos a la matriz con sede en Holanda, con importantes ventajas fiscales y donde cuenta con una fábrica que completa el último ensamblaje de los vehículos -desde este país, por ejemplo, cobran a sus clientes compañías como el gigante del transporte Uber o la plataforma de streaming HBO-. Aquí la clave es el precio de transferencia que paga la compañía local por estos productos: si se eleva sobremanera, se reducen las ganancias (y, por tanto, los impuestos). El contrato de distribución firmado justo en el inicio de las actividades en septiembre de 2016 está garantizada una rentabilidad "en base a un porcentaje de sus ventas en el mercado español". Ese precio pagado en el ejercicio 2017 tuvo que ser ajustado a posteriori al alza.

Estos impuestos fueron abonados por una rentabilidad muy reducida respecto a las ventas (1,15%). Unas ventas (de 32 millones de euros) que se vieron afectadas por una caída en las entregas de vehículos en el mercado español, especialmente después del repunte importante de ventas de su Model S tras el inicio de las operaciones del servicio de alta gama de Uber en Madrid. Queda por ver cuál es el resultado en estas cuentas del lanzamiento del Model 3, su producto de 'bajo coste', que tuvo lugar en los primeros meses de este año 2019.

Problemas con la rentabilidad a nivel global

Pese a esa rentabilidad, aunque es reducida, la empresa ha tenido que recurrir a la ayuda financiera de su matriz y de las entidades financieras en España para seguir en funcionamiento. El préstamo de su accionista único de 1,5 millones de euros se convirtió en capital de la compañía para compensar las pérdidas de 2017. Y a esto hay que sumar otros 9,7 millones de deudas en forma de línea de crédito con un banco en España.

Hay que tener en cuenta que Tesla es una compañía multinacional cotizada en Estados Unidos que ha sufrido una travesía en el desierto con fuertes pérdidas a nivel global. La excepción fue el tercer trimestre de este año 2019, cuando regresaron a verde con unos beneficios de algo más de 150 millones de dólares. Durante el pasado año hubo serias dudas sobre su viabilidad económica, debido a los retrasos en la producción y los importantes problemas con la deuda. Una posición que ha mejorado de manera significativa en lo que va de ejercicio. En bolsa también se ha visto beneficiada, con un incremento de más del 6% en lo que va de año.

El viento de cola ha continuado para la compañía, que ha mejorado de manera importante sus cifras comerciales en España. Según las cifras de la patronal de los concesionarios en España Faconauto, se han matriculado casi 1.900 vehículos eléctricos hasta el 30 de noviembre, seis veces más de lo logrado un año antes. ¿La razón? El fuerte crecimiento de su Model 3, que se va a convertir en su estrella.

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