Esperan unos 50.000 asistentes

Tests para llegar a España y a la feria: así es el plan de seguridad para el MWC

La organización exigirá un tests rápido negativo válido para acceder al recinto y duplicará las entradas y salidas para evitar aglomeraciones en las inmediaciones.

Mobile World Congress
Mobile World Congress
Europa Press

Tests para llegar a España y para acceder al recinto ferial de Barcelona, controles de temperatura en el recinto y más entradas y salidas para garantizar el distanciamiento social y evitar aglomeraciones en las inmediaciones. Estas son sólo algunas de las medidas del nuevo plan de seguridad para el nuevo Mobile World Congress, cuya celebración en Barcelona está prevista para finales del próximo mes de junio. "Si tenemos en cuenta el despliegue de las vacunas en diferentes países, podemos esperar que el riesgo de contraer Covid-19 disminuya gradualmente en los próximos meses", asegura la GSMA, entidad que se encarga de la organización, que espera una asistencia de unas 50.000 personas, menos de la mitad de las últimas ediciones.

El nuevo plan, del que ha dado cuenta la organización este mismo lunes ante la fuerte presión de las compañías expositoras, se conoce internamente como Committed Community y se ha elaborado, según asegura, en coordinación con las autoridades sanitarias catalanas responsables de la normativa que regula el Mobile. Éstas han aprobado esta hoja de ruta, que incluye pruebas frecuentes, rastreo de contactos, entornos sin contacto, renovación del catering o control de la ocupación. Estas medidas fueron diseñadas en colaboración con Aon, consultora especializada en gestión de riesgos, y con el asesoramiento del Hospital Clínic de Barcelona.

"Sin duda, el Covid-19 es nuestro mayor reto hasta la fecha. Pero nuestra experiencia nos da una base sólida desde la que hemos construido nuestro plan. Esta base significa que el MWC21 de Barcelona puede seguir adelante de forma segura en persona y con un componente digital online para quienes no puedan asistir", ha asegurado el director general de GSMA, John Hoffman.

En cuanto a a las pruebas, antes de su salida, se exigirá a los viajeros provenientes de algunos destinos que muestren un test Covid-19 negativo para poder subir al avión y viajar a Cataluña. Además, todos los participantes que lleguen en coche o tren serán dirigidos a centros de pruebas de MWC. A las puertas del reciento deberán presentar un tests rápido negativo válido para acceder -la prueba deberá repetirse cada 72 horas-. Durante la estancia en la feria también se realizarán controles de temperatura.

Dentro del recinto, las entradas y salidas se han duplicado con el objetivo, según asegura la GSMA, de garantizar el distanciamiento social y evitar las típicas aglomeraciones en la puerta. "Se ha diseñado un entorno sin contacto con entradas sin acreditaciones físicas y en el que otras interacciones, que antes eran manuales, se han digitalizado", aseguran. Los restaurantes se han rediseñado para asegurar esas distancias. "El espacio cuenta con un nuevo sistema de entrada de aire fresco y ventilación externa que ha superado el estándar más alto", defienden.

"Los datos de rastreo de contactos se compartirán con las autoridades sanitarias si es necesario para mitigar aún más la posible exposición", aseguran. Se instalarán 1.300 dispensadores de gel desinfectante en todo el reciento y se obligará, obviamente, a llevar una mascarilla FFP2. Desde la organización aseguran que si se tiene en cuenta el despliegue de las vacunas en diferentes países, "podemos esperar que el riesgo disminuya gradualmente en los próximos meses", aseguran desde la aseguradora SOS.

Sobre la modalidad, como ya se había avanzado, será un evento híbrido por primera vez. Las opciones presenciales y virtuales se ofrecerán a todos los potenciales participantes. Así ha sucedido también en Shanghai, el 'Mobile pequeño' que tuvo lugar hace varias semanas en la ciudad china y que ha servido como laboratorio de pruebas.

Presiones de las empresas

Con la presentación de esta primera versión del plan de seguridad, la GSMA trata de despejar dudas de las grandes empresas expositoras, que han presionado en las últimas semanas al entender que existían demasiados riesgos en una edición con presencia física de la feria. Pese a este plan, deja la puerta abierta ante un posible retraso o algún cambio en el evento. "Las circunstancias mundiales siguen siendo dinámicas, por lo que debemos actuar en consecuencia, lo que implica una evaluación y un ajuste constantes", apuntan.

La entidad dirigida por Hoffman se juega mucho con esta edición 2021. Su supervivencia, después de un año 2020 zanjado con negociaciones in extremis con expositores y un ERE para despedir al 20% de la plantilla, está sobre la mesa. El ‘salvavidas’ de 9,5 millones de euros que le lanzaron las tres grandes administraciones -Gobierno central, Generalitat y Ayuntamiento- con el último convenio firmado el pasado año tendrá que ser devuelto si no se celebra.

Mostrar comentarios