Rompe sus esquemas

¿2026 o 2030? La banca no se pone de acuerdo en el final de los tipos negativos

Los principales directivos de las entidades españolas descuentan una situación similar a la actual durante varios años más, lo que les ha obligado a mover ficha para que sus balances sufran lo menos posible.

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La banca no se pone de acuerdo en el final de los tipos negativos.
J.G.

Los tipos de interés negativos llevan años instalados en Europa, pero esta anomalía del mercado que se creía temporal se ha convertido en un problema que afecta a la estructura de los bancos del Viejo Continente. Tras varios ejercicios en los que las previsiones de volver a la que en el sector consideran una "situación más normalizada" han saltado por los aires, las grandes entidades financieras dan por hecho que, con la crisis del coronavirus, esta posición continuará durante unos años más. Pero los banqueros -entre los que destacan José Ignacio Goirigolzarri y Jordi Gual-  no se ponen de acuerdo en hasta cuándo seguirá siendo así y ya adaptan sus hojas de ruta a la situación que se extenderá a largo plazo. 

Esta misma semana, y aprovechando las primeras presentaciones de resultados de la gran banca española, eran varios los presidentes y consejeros delegados de entidades nacionales los que vaticinaban el calendario de tipos bajo cero. La primera en hacerlo fue María Dolores Dancausa, CEO de Bankinter, que pese a no hacer una estimación concreta de esta variable, hablaba de una situación que durará varios años más, por lo que las entidades deberán adaptarse a ella. Su opinión al respecto se mantiene inalterada desde casi el comienzo de esta situación. En 2016 ya señalaba que era "un despropósito", frase que repetía de nuevo hace apenas unos días. 

Quien si se atrevió a dar una fecha fue José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia y futuro presidente de la nueva CaixaBank, que situó el corte del eje en 2026. La entidad heredera de Caja Madrid mostró este jueves, en el balance de su etapa en solitario, las importantes diferencias entre lo esperado por el mercado con respecto a los tipos en los últimos años y lo que realmente ha pasado. Y lo ejemplificaba así: para cierre de 2020, el mercado descontaba que el Euríbor estuviera en el 0,92%, pero lo cierto es que a día de hoy está en el -0,5%. 

Este hecho propició, entre otras cosas, el incumplimiento de varios de los puntos claves que la entidad se había marcado durante el periodo de su último plan estratégico, entre 2018 y 2020, como el margen de intereses o los beneficios. Además, la situación de tipos de interés sumada al golpe de la Covid es una de las principales causas que llevan a la baja rentabilidad del sector y, como consecuencia, ha dado lugar a la nueva ola de consolidación bancaria en Europa, pero en especial en España. 

Es precisamente el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, que dejará su cargo a Goirigolzarri en la entidad catalana tras la fusión, el que este mismo viernes ponía sobre la mesa una nueva fecha para que los tipos de interés crucen la línea del cero y vuelvan a terreno positivo. Gual señalaba que este hecho no se producirá hasta "2029 o 2030", lo que supondría una diferencia de entre tres y cuatro años con respecto a lo que calcula su futuro sucesor en el cargo. 

El problema de las hipotecas

Uno de los grandes problemas que ha surgido a tenor de esta situación tiene que ver con las hipotecas variables que se firmaron referenciadas al Euríbor con un diferencial muy pequeño y que, a día de hoy, están en terreno negativo. En este sentido, las asociaciones de consumidores reclaman que los clientes que tengan este tipo de préstamos -en su mayoría firmados en tras la crisis del 2008- sean compensados por las entidades bancarias, algo a lo que, por lo general, la banca se niega. 

Una de las más claras en este sentido fue María Dolores Dancausa, que señalaba esta misma semana que le parecía "un despropósito" que fuesen los bancos quienes pagasen al cliente por prestarle dinero, si bien reconocía que en su entidad se ha hecho en algún caso concreto como un gesto comercial. "Es tan absurdo como lo del tiempo negativo, a nadie se le ocurre pensar que cada año es más joven", señalaba, y recordaba que la legislación española sostiene que el prestamista presta el capital a un cliente y este lo tiene que devolver con intereses. De hecho, apuntaba, la nueva Ley Hipotecaria establece un suelo del 0 cuando los diferenciales son negativos.

Lo contrario está pasando con los depósitos que, lejos de generar rendimiento alguno, obligan al cliente -en el caso de personas jurídicas- a pagar por depositar su dinero en el banco. Pese a que alguna entidad ya se ha manifestado a favor de llevar a cabo esta estrategia con las personas físicas que depositen más de 100.000 euros, lo cierto es que tanto Bankinter, como Bankia, BBVA y CaixaBank -entidades que han presentado resultados esta semana- han descartado llevar a cabo este movimiento. Mientras tanto, la banca sigue tratando de acomodar sus planes a esta situación que durará varios años más. 

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