Cellnex vive en un auténtico 'rally' bursátil y en un frenesí comprador. La operadora de torres de telecomunicaciones cierra un año 2019 hiperactivo y con una gran revalorización de sus acciones. Y eso se ha traducido también en los salarios de su cúpula. Su consejero delegado, Tobías Martínez, ha disparado su sueldo hasta superar los 5,1 millones de euros, por la retribución variable y el plan de incentivos a largo plazo.
En concreto, Martínez ha recibido 3,1 millones de euros entre retribución fija y variable, lo que supone un 160% más que el año anterior. A esto hay que sumar los 1,9 millones debido a la consecución de los objetivos de su plan de incentivos (un 50% más que en 2018). Además están los 278.000 euros de su plan de pensiones y de otras retribuciones en especie, según queda reflejado en el informe anual recién presentado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Este salario lo coloca en el mismo nivel que el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, que se embolsó 5,37 millones de euros el pasado año, una cifra prácticamente calcada a la del año anterior. No recibió ningún bonus, al igual que el 'número 2' Ángel Vilá, al no haber cumplido los objetivos marcados.
Al margen de Martínez, Cellnex cuenta con varios planes de incentivos aprobados para la cúpula directiva y medio centenar de empleados clave. Del primer programa que concluía en 2019 queda pendiente de pagar 5,8 millones de euros, que se abonarán una vez se aprueben las cuentas del ejercicio en la junta general de accionistas. Este pago debe ser, al menos, en un 30% en acciones (un 40% para el CEO y el 'número 2').
Hay otros dos planes en marcha que, al igual que el primero, se centra en el cumplimiento de objetivos financieros -flujo libre de caja y revalorización en bolsa-. El primero se pagará en 2021 y el segundo al año siguiente. Para ambos, la empresa estima hoy un desembolso conjunto de 10,5 millones de euros.
Estas retribuciones se producen después de un año que el mismo Martínez calificaba de "excepcional" no sólo por las dos ampliaciones de capital logradas y los compromisos de inversión cerrados, sino también por la revalorización del 95% en bolsa.
El año 2019 se cerró con varias operaciones corporativas destacadas -la compra de torres a compañías como Iliad, Orange o la británica Arqiva- y con unas pérdidas netas en su cuenta de resultados de 9 millones de euros, causadas principalmente por esa expansión y el incremento de los intereses de la deuda y un crecimiento del 15% de los ingresos hasta colocarlos por encima de los 1.000 millones.
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