Adiós a la 'maldición' de Torre Agbar: los vigilantes de Facebook ya han aterrizado

  • La red social ya cuenta con empleados en su centro de revisión de contenidos, mientras sigue reclutando a varias decenas de revisores.
Torre Agbar
Torre Agbar
EFE

La Torre Glòries, conocida como Agbar tras ser propiedad de la compañía Aguas de Barcelona durante varios años, ha iniciado ya su nueva vida de la mano de Merlin Properties. Esta insignia de Barcelona ya acoge a parte de la plantilla de 'vigilantes' de contenido del nuevo centro de revisión de la red social Facebook para el que aún siguen reclutando personal. La torre dejará de ser de uso exclusivo para los trabajadores de las diferentes oficinas que alberga. En su azotea contará con un gran observatorio, según confirma el consejero delegado de Merlin, Ismael Clemente.

La torre insignia de la capital catalana vuelve así a la vida y deja atrás la sombra de la 'maldición' que recaía sobre ella tras varios intentos fallidos de reconversión. El propio Clemente ha confirmado que la azotea de la torre contará con un observatorio al que se accederá a través de "una zona completamente impermeabilizada".  Desde allí, se obtendrá una vista privilegiada de la ciudad de la que podrán disfrutar propios y turistas.

"Se trata del segundo edificio más fotografiado de Barcelona", ha señalado Clemente, por lo que Merlin quiere abrirlo al público para que "todo el mundo pueda disfrutar" de este edificio insignia de la capital catalana. Además, también cuenta con un restaurante en la planta 15 y varias salas de reuniones privadas en la 25.

Los vigilantes de Facebook ya están allí

"Los chicos de Facebook ya están por allí", señalaba Clemente, que también ha afirmado que el otro inquilino confirmado del edificio, Oracle, se instalará en breve.

Mientras que se acomodan los primeros reclutados, Competence Call Center, la empresa encargada de la gestión del centro de revisión de Facebook, sigue reclutando a personal para esas oficinas. Hoy por hoy cuenta con casi una treintena de posiciones abiertas para cubrir en un espacio en el que trabajarán medio millar de personas a final de año.

CCC busca, principalmente, lo que ellos llaman 'community manager', es decir, vigilantes del contenido que se publica para evitar el acoso y otros tipos de abusos. Busca también, entre otros, a un responsable financiero, un 'manager' de la plantilla y un psicólogo. A estos se suman el resto de revisores.

¿Las condiciones que ofrecen? La concesionaria ofrece unos ingresos anuales de entre 24.000 y 30.000 euros -dependiendo de los idiomas que manejen-, con "primas muy atractivas" para turnos los domingos, festivos y las noches, además de otros beneficios. 

Un año y medio bajo el paraguas de Merlin

El edificio fue adquirido por Merlin Properties a principios de 2017 en una operación valorada en 142 millones de euros. La compañía de Clemente ha invertido unos 15 millones más en reformas destinados a convertirlo en un inmueble de oficinas. "Teníamos claro que queríamos oficinas, no nos hemos planteado el uso hotelero", afirmaba el CEO de la compañía. 

La posibilidad de ubicar un hotel en la torre nació mucho antes de la llegada de la socimi del Ibex al edificio catalán. En noviembre de 2013, Aguas de Barcelona vendía el que había sido su edificio insignia al fondo andorrano Emin Capital. Fue este, tras otras iniciativas, el que planteó la posibilidad de que la Torre Agbar albergase un hotel. 

El ayuntamiento de la capital catalana retrasó la concesión de las licencias hasta tal punto que Emin Capital cesó en sus intenciones. Fue entonces cuando Merlin firmó la compra del inmueble y comenzó sus reformas. Para muchos, la historia de la Torre Agbar está empañada por una maldición que la socimi ha tratado de llevarse por delante. 

Entre sus oficinas se encontraban las del diario ADN, Mediapro y la compañía de tecnologías de la información Bull y todas terminaron saliendo del edificio. Tras estas, la Agencia Europea del Medicamento tuvo la intención de establecerse en el edificio si conseguía que Barcelona albergase su sede. Pero tampoco fue así y finalmente fue Ámsterdam quién se quedó con este organismo. 

La llegada de Facebook significó para muchos el fin de esta 'maldición', confirmada después con la firma de Oracle que en breve se instalará en el edificio. A día de hoy, según Merlin Properties, "el edificio está ocupado al 58% y con los alquileres que ahora estamos cerrando alcanzaremos el 70% a fin de año". 

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