La clave está en el metal

Tous, ¿joya o bisutería? "Falta un criterio para llamar a las cosas por su nombre"

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El 'caso Tous' ha vivido un episodio decisivo este miércoles, con la comparecencia de la firma ante la Audiencia Nacional. Con él, el sector de la joyería, generalmente poco propenso a la controversia, se ha visto avocado a una maraña de confusión que ha puesto de manifiesto cierta desprotección del consumidor en las operaciones de compraventa. "Debería establecerse un criterio claro para llamar a cada cosa por su nombre", ha asegurado a La Información Armando Rodríguez Ocaña, secretario general del Gremio de Joyeros, quien apunta a que la clave en este tipo de casos está en el empleo de metales preciosos y en su proporción, aspecto que permite distinguir entre joyería o bisutería, y que la legislación aún no recoge con demasiada precisión.

"La clave está en el uso o no de metal precioso", apunta Rodríguez. Cuando este, ya sea oro, plata o platino se emplea en la fabricación del artículo final, se puede hablar de joya, mientras que si a lo que se recurre es a metales no preciosos como el acero, el latón o los conocidos también de "baja fusión", lo que encontramos es una pieza de bisutería. En este ultimo grupo, los elementos más comunes son el Zamak (aleación de zinc con cobre, aluminio y magnesio) y el peltre (aleación de cobre, plomo, estaño, y antimonio). Más allá de los componentes, Rodríguez confirma lo que ya apuntaban desde varias asociaciones de consumidores: no existe una cuantificación definida que permita al cliente certificar con certeza en qué categoría se incluye el artículo que adquiere.

La cuestión, por tanto, no se zanja con un "si hay oro y plata es joya", puesto que muchos fabricantes aplican baños de estos materiales sobre una pieza no metálica. Entonces, ¿cuánto oro es necesario para hablar de joyería? Rodríguez, quien desde hace un año también es presidente de la Confederación de Comercio de Madrid (COCEM), afirma que es importante definir cada término para asegurar que "determinadas expresiones no den lugar a malentendidos". Así, la actual ley considera metales preciosos el platino, el oro y la plata, así como las aleaciones de estas sustancias entre sí o con otros materiales metálicos, siempre que el contenido de uno de los tres primeros siga la proporción legalmente establecida.

La norma vigente también habla de cantidades. Como "leyes" oficiales para cada uno de los metales preciosos se establecen 950 milésimas para el platino, 750 milésimas para el oro primera ley, 585 milésimas para el segunda ley, 925 milésimas para la plata primera ley y 800 para la segunda ley. Este miércoles, ante la Audiencia, desde Tous han asegurado que su sistema de fabricación solo emplea metales de primera ley, aunque los porcentajes siguen sin estar claros.

Según Rodríguez, algunas compañías van rebajando la cantidad de metales preciosos en sus piezas con el fin de abaratar costes y ampliar su acceso a todos los bolsillos. El secretario general asegura que a día de hoy los límites entre bisutería y joyería siguen siendo confusos: "Aunque si se rebaja demasiado el uso de metal precioso para hacerlo más asequible se llega a perder esta categoría". Así, la técnica del electroforming que la firma ha defendido en su alegato y que ha calificado de "vanguardista", podría no ser suficiente para seguir calificando sus artículos como joyas. 

El sistema que argumenta la casa catalana trabaja a partir de un molde de materiales entre los que no se incluyen los metales puros, como puede ser el metacrilato (compuesto químico) o distintas resinas de diferente composición. A este 'cuerpo' que conformará el interior del artículo, se le aplica después un baño electrolítico de plata u oro, lo que da lugar a un recubrimiento que, en función del grosor deseado, exigirá repetir o no la operación. Sin embargo, si se recurre a la definición, el resultado casa mejor con el concepto de 'bisutería fina' que con el de joyería, puesto que la primera se define como un nivel intermedio entre las dos categorías en juego, cuyas piezas, sin fabricarse a base de metales nobles, se componen de un baño o chapado en oro o plata. Es decir, estos artículos solo llevan una capa de metal fina que cubre otros materiales menos costosos. Si se ciñe la polémica a una cuestión terminológica, las joyas de Tous, fabricadas tal y como ha difundido la marca (electroforming), se enmarcaría en esta última.

La cuestión en este punto es que no hay una directriz clara sobre el nivel de metales preciosos que debe superar una pieza para considerarse joyería. Rodríguez, sobre Tous, asegura que "la materia prima no vale nada, el oro casi lo regalan", y apunta que lo que pagan los consumidores en estos casos es la propia marca. Algo que ya apuntaron tasadores de varias casas de empeño consultados por La Información, quienes aseguraron que los artículos de la firma no resultaban rentables en una fundición, ya que la pureza de su contenido quedaba al descubierto y no se correspondía, en muchas ocasiones, con la que apuntaba la firma. "Yo lo que no veo en este caso concreto es tema penal", sentencia Rodríguez en referencia al eco judicial que pueda acarrear el 'caso Tous' del que espera una pronta resolución: "Todo lo que vuelque dudas sobre el sector es malo para nuestro gremio".

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