David Ricardo, uno de los grandes economistas de la Historia, comenzó a trabajar a los 14 años ayudando a su padre en los negocios que manejaba en la Bolsa de Londres. Esta idílica relación profesional que tenía con su progenitor se vio enturbiada cuando se enamoró de una mujer que no profesaba la fe judía, hasta el punto de que fue expulsado de su casa. Él, huérfano de un hogar y, por ende, de dinero se refugió en aquello que más conocía: la bolsa. En muy poco tiempo, Ricardo consiguió amasar una fortuna tan grande que le permitió retirarse para dedicarse a la vida intelectual. Él es solo un ejemplo de las miles de personas que a lo largo del tiempo han hecho fortuna a partir del estudio de los valores bursátiles.
Esta actividad no solo se mantiene en nuestros días, sino que ha adquirido aún mayor protagonismo a raíz de "la revolución de los activos digitales y su impacto en las finanzas personales". Así, muchas empresas hoy nacen bajo la idea de un fundador, que busca atraer a clientes para que, por medio de sus aplicaciones, consigan un beneficio a partir de las fluctuaciones que las acciones de las compañías experimentan. "Estamos en la misión de democratizar la riqueza". Esta es la frase con la que se presenta Christian Hecker, un alemán que, tras estudiar filosofía y negocios en una universidad de Múnich y trabajar durante varios años en Deutsche Bank y Merrill Lynch, decidió crear una compañía que, con el paso de los años, se ha convertido en una de las que más futuro atesora en el mercado de empresas que monopolizan la inversión en bolsa: Trade Republic.
El pasado miércoles, esta compañía, que se define como un 'neobroker', anunció que aterrizaba oficialmente en España para "ofrecer a los usuarios una plataforma que permita ahorrar e invertir sin comisiones en los mercados financieros y crear de forma gratuita un plan de inversión automatizado". De hecho, posibilitará a los usuarios operar en más de 9.000 acciones y ETFs (un activo respaldado por un fondo de inversión) de la bolsa española, europea y americana, por 1 euro por operación para cubrir gastos de terceros, que no aumenta por el tamaño de la orden ni depende del valor elegido. Nuestro país será el cuarto mercado al que llega la compañía alemana, después de su propio país, Francia y Austria. En la actualidad, cuenta con un millón de usuarios y con unos activos por encima de los 6.000 millones de euros.
Sin embargo, su puesta en marcha en España no será un camino de rosas. Así, uno de sus competidores y que mayor presencia tiene en el país, la austriaca Bitpanda (fundada en 2014), marca el terreno antes de su llegada. "Nuestra propuesta de valor es única", sostiene en conversación con La Información Alejandro Zala, Country Manager de este 'neobroker'. Desde Bitpanda dicen que "no identifican un competidor" y que solo "miramos las novedades de la industria". Una estrategia que les ha permitido alcanzar los tres millones de usuarios en toda Europa, el triple de los que tiene la empresa alemana de Hecker. Además, aseguran que quieren "multiplicar por seis los usuarios y por siete los ingresos, respecto al año pasado". Una apuesta ambiciosa, esta última, con la que buscará perpetuarse en el trono en España.
El 'neobroker' alemán, en cambio, va pisando fuerte, y su director en España, Kintxo Cortés, asegura que "queremos convertirnos en la plataforma de ahorro más grande de España". Para ello, la compañía tiene una prioridad: "Posicionar a los españoles a la altura de los europeos con una herramienta adaptada a sus necesidades para que puedan ahorrar ese dinero en su propio beneficio". Desde Trade Republic dicen que se diferencian del resto de sus competidores por su "modelo de precios disruptivo". Por otro lado, para darse a conocer en el país, la compañá ha anunciado que regalará a sus nuevos usuarios una acción valorada en hasta 200 euros de alguna de las mayores compañías del mercado, incluyendo empresas como Tesla, Apple o Netflix.
El mercado cuenta con otros competidores que también están muy atentos al aterrizaje de este nuevo 'neobroker', como son la israelí eToro, la norteamericana Robinhood o la holandesa DeGiro. Muchos de estos comparten con Trade Republic una de sus principales peculiaridades: no cobrar comisiones. Una ventaja que sigue provocando un cisma entre estas compañías digitales y los bancos tradicionales, cuyas comisiones continúan siendo muy elevadas y poco atractivas para las nuevas generaciones.
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