Antes de la junta general de junio

La 'transición' en Indra complica el fin del mandato de Terol como consejero

El hombre cercano a Abril-Martorell, que ejerció como 'jefe' de los independientes rebeldes que impidieron el nombramiento como ejecutivo de Marc Murtra, se queda sin funciones y estudia si precipitar su salida.

De izquierda a derecha: Cristina Ruiz, consejera delegada de Minsait, Mar Murtra, presidente no ejecutivo del grupo, e Ignacio Mataix, consejero delegado de la rama de Transporte y Defensa en la junta de accionistas del grupo, celebrada este miércoles. INDRA 30/6/2021
Marc Murtra junto con los dos consejeros delegados, Cristina Ruiz e Ignacio Mataix.
INDRA

Alberto Terol fue pieza clave para la llamada 'rebelión de los independientes' en Indra, que impidió el nombramiento como presidente ejecutivo de Marc Murtra. Ahora, un año después y sin apenas cargos relevantes tras haber sido despojado de la mayoría de ellos en la última reunión del consejo de administración, estudia si precipitar su salida antes incluso de la junta general de accionistas que formalizará su salida. La decisión de destituirlo como coordinador de los independientes hace unas semanas y la imposibilidad de tener voz para nombrar a su sucesor ha generado un descontento que es el caldo de cultivo para esta potencial marcha anticipada.

El directivo tenía fecha de caducidad en su puesto. En junio acaba su cuarto mandato. El último que finaliza este año ya era excepcional, pues el reglamento contemplaba que sólo en casos muy justificados se podrían superar los tres (de tres años cada uno). Ya hace un par de meses estaba previsto tratar en el órgano de decisión su potencial sustitución. Sin embargo, el anuncio 'in extremis' de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) del aumento hasta el 28% de su posición accionarial en la compañía, trastocó los planes, según confirman varias fuentes conocedoras. Esto obligó a posponer este debate a la última reunión que tuvo lugar el pasado 28 de marzo. Ahí se dio luz verde a la retirada de los galones como 'jefe' de los independientes, un puesto clave en una compañía como Indra, donde estos consejeros son mayoría.

A Terol le habría gustado designar a su sucesor como coordinador, pero no fue posible. El consejo decidió por mayoría designar a su nuevo 'hombre fuerte': Enrique de Leyva Pérez, el segundo consejero más veterano y miembro clave de la Comisión de Estrategia, creada 'ad hoc' por el presidente para tratar de supervisar a los dos CEO. Con este nombramiento, la compañía se aseguraba que no hubiera un 'vacío' en caso de que él decidiera dar el portazo antes de tiempo. Esto terminó por crear una grieta importante entre ambas partes, según explican las mismas fuentes, que no descartan que se produzca esta salida en las próximas semanas. No será fácilmente justificable que se acabe abonando una indemnización cuando en dos meses acaba el mandato.

Hay que recordar que Terol ejerció un papel determinante aquel mes de mayo del año pasado, cuando lideró la resistencia a que nombraran a Marc Murtra -propuesto 'de facto' por la Sepi- como presidente ejecutivo del grupo en sustitución de Fernando Abril-Martorell. Esto llevó a frenar el nombramiento y exigir un informe específico elaborado por la firma de reclutamiento Spencer and Stuart. Esto no fue suficiente y desembocó en una tricefalia inaudita en el Ibex 35 con dos consejeros delegados, Ignacio Mataix (Defensa) y Cristina Ruiz (Minsait).

Terol quiso nombrar a su sustituto como 'jefe' de los independientes, pero finalmente fue el consejo quien lo decidió

El todavía consejero de la compañía tenía una relación cercana con el  anterior presidente. Como última prueba de su lealtad, defendió como presidente de la Comisión de Nombramientos una propuesta secundada por otros dos miembros del consejo (Ignacio Martín e Isabel Torremocha) para elevar la indemnización al primer ejecutivo a 11,51 millones, pues se planteaba que accediera a la pensión acumulada antes de cumplir los 62 años o que se incrementara el pago por cese voluntario. Finalmente, fue frenada por la Sepi y el desembolso se quedó en 6,1 millones.

Esta salida no sería el único frente que se ha de resolver en unas semanas que se antojan intensas en la compañía semipública. Se deberá completar el incremento de participación de la Sepi hasta el 28% 'prometido', lo que le permitiría tener al menos un sillón más. Pero además también debe ocuparse el puesto que fue abandonado por Corporación Financiera Alba, tras la venta de una parte mayoritaria de sus acciones. En principio, el objetivo era que lo ocupara el fabricante de defensa vasco Sapa, pero con esta 'toma de control' por parte del Estado no queda claro si podrá completarlo.

Al margen del consejo, queda otro frente clave: el nombramiento de Marc Murtra como presidente ejecutivo de la compañía tras ese cambio de fuerzas en el consejo. Esto implicará también movimientos en los dos consejeros delegados. Hasta el año 2017, la compañía tenía una estructura similar a otras cotizadas como Telefónica o ACS: un presidente ejecutivo y un CEO. En ese año, Abril-Martorell prescindió de Javier de Andrés y no volvió a cubrir el puesto. Ahora, el presidente tendrá que decidir si mantiene esa estructura. En los últimos meses, la relación de Ignacio Mataix, persona de confianza de Abril-Martorell, con el Ministerio de Defensa no ha sido especialmente la más fluida, según explicaban a La Información fuentes conocedoras. Otro de los aliados del antiguo presidente, Javier Lázaro, abandonará el puesto de responsable financiero en junio.

Los tiempos para todos estos cambios están muy ajustados. La empresa ya ha fijado el próximo 23 de junio como fecha para la celebración de la junta que debe ratificarlos. Y esto obliga a que el consejo de administración certifique todos los cambios y apruebe el orden del día antes del 23 de mayo, pues se requiere de un mes previo. Quedan cinco semanas por delante para configurar la 'nueva Indra' en un momento en el que el Estado quiere tener mucho más poder de decisión para afrontar la consolidación del sector de la Defensa y el incremento del gasto militar en pleno clima bélico por la invasión de Ucrania. 

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