Tres años del plan de bajas en Telefónica: 6.300 salidas y costes de 3.800 millones

  • El llamado PSI sustituyó a los grandes ERE de los primeros años, que supusieron más de 31.500 bajas desde el ejercicio 1999.
Pallete, presidente de Teléfonica
Pallete, presidente de Teléfonica
José González

Telefónica afronta el tercer año de su plan de bajas incentivadas en España. Más de 1.350 empleados han presentado sus credenciales para salir de manera voluntaria de la compañía. Desde que se pactara con los sindicatos, el llamado PSI suma más de 6.300 salidas, en las que se incluyen las que se producirán en este ejercicio 2018, y casi 3.800 millones de euros de desembolso.

Hasta 2015, la 'teleco' esgrimió el tradicional Expediente de Regulación de Empleo (ERE) como 'arma' para ir reduciendo su plantilla en España ante el incremento de la competencia y la reconversión del sector de las telecomunicaciones. Entre 1999 y 2013 sumó 31.500 salidas con esta modalidad. Los últimos: 6.830 incluidos en el ERE que se alargó durante el periodo 2011-2013.

Fue ese año 2015, en la negociación del nuevo convenio colectivo, cuando se desecharon los ERE como herramienta para la reducción de personal (durante años había recibido críticas por los altos costes para las arcas públicas en una compañía con beneficios).

La solución: un plan voluntario de bajas para los mayores de 53 años. Unas bajas que implicaban el cobro del 68% del salario hasta que el empleado cumpla los 65 años y todos los costes de Seguridad Social. El hecho de que no se desvincule formalmente de la empresa le permite mantenerse de alta en el seguro colectivo de riesgo hasta su jubilación. Además, la empresa realizará las aportaciones obligatorias al plan de pensiones. Podrá tener relación laboral con otras empresas, siempre que no suponga competencia directa con el grupo.

Casi 3.800 millones de coste

En este tiempo, el gasto de Telefónica para este plan asciende a 3.774 millones de euros. El mayor esfuerzo se vio reflejado en las cuentas del año 2015, año en el que arrancó el convenio. Según consta en sus cuentas, reservó 2.896 millones por este motivo.

En 2016, este desembolso ascendió a 789 millones. Una de las razones esgrimidas por la compañía para llevar a cabo este plan era el ahorro de costes a medio y largo plazo. Entre el mes de abril de 2016 y el final de ese mismo ejercicio, los ahorros fueron de 207 millones de euros, según sus propias cuentas.

¿Y en 2017? El informe de las cuentas anuales contempla que la matriz española realizó una provisión de 89 millones de euros "asociada a la aceptación del plan de suspensión de empleo extendido a 2018 mayor a la esperada". El ahorro en todo el ejercicio fue de 158 millones de euros.

Estos ahorros son inferiores a lo esperado por la compañía. Según queda reflejado en el hecho relevante de enero de 2016, se estimaban "ahorros anuales promedio de gastos directos del entorno de 370 millones a partir del año 2". Es más del doble de lo logrado en 2017, el segundo año del plan.

6.400 salidas, algo menos de lo esperado

En la plantilla, Telefónica ha ido reduciendo de manera sistemática el número de empleados adheridos a este plan. En el año 2016 se sumaron un total de 3.600 empleados. El pasado ejercicio, esta cifra se redujo hasta los 1.400. En 2018, según las cifras de los sindicatos, han presentado su petición de salida más de 1.350 (un 75,5% del total).

El impacto en la plantilla de la matriz española ha sido más que significativo. En 2015 se cerró con 31.170 empleados. Dos años después, en 2017, esa cifra se quedó en 27.291. A esta última se debe unir los empleados que se incluyan en la prórroga del PSI de 2018.

Todas estas salidas representan casi un 10% menos de lo esperado por la compañía. El propio presidente, José María Álvarez-Pallete, aseguró durante la presentación de los resultados del año 2016 -en marzo de 2017- que supondría la salida de unos 7.000 profesionales.

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