Comprometen 8.000 millones

Tres polos industriales inician la batalla del hidrógeno, a la caza de inversores

Repsol, Iberdrola y la coalición de Endesa y Cepsa se han asociado a empresas líderes de distintos sectores para disputar la batalla por el gas renovable que no termina de atraer a los grandes fondos de inversión.

Socios promotores del proyecto Shyne que lidera Repsol
Socios promotores del proyecto Shyne que lidera Repsol
Repsol

Repsol, Iberdrola y la coalición de Endesa y Cepsa ya han desvelado su red de alianzas con la que esperan liderar la batalla por la producción de hidrógeno renovable en España. Las grandes utilities de nuestro país se han puesto al frente de tres grandes polos industriales para desarrollar este gas no contaminante que se ha convertido en la última panacea de la transición energética. Nadie quiere quedarse al margen de esta arrebatada carrera en la que, sin embargo, pesa la ausencia de los grandes fondos de inversión, que al margen de la euforia del sector recuerdan que el nuevo gas de moda sigue sin ser rentable.

Este es, precisamente, el reto al que ahora se enfrentan los primeros espadas de los grandes grupos energéticos. Josu Jon Imaz (Repsol) , Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) y José Bogas (Endesa) han puesto rostro a los distintos polos del hidrógeno renovable, una tecnología a la que los principales grupos energéticos del país prevén destinar más de 8.000 millones de euros en los próximos años. Los máximos directivos de grandes grupos industriales líderes en su sector han arropado a los primeros ejecutivos de las mayores energéticas españolas dando empaque a las diferentes alianzas que se han presentado en los últimos meses. 

A ninguna de estas coaliciones se han sumado los principales fondos de pensiones e infraestructuras especializados en el sector energético. Estos pesos pesados, entre los que destacan gigantes como Brookfield, BlackRock, EQT, KKR, o Macquarie entre otros, están presentes en el capital de los gigantes energéticos españoles y, en muchos casos, han destinado un importante volumen de recursos a financiar el crecimiento de estas utilities en el campo de las renovables tradicionales. La cosa no está tan clara cuando se habla de hidrógeno.

Las grandes firmas de inversión siguen sin dar el paso. Entre las cuestiones que levantan las suspicacias de los fondos está el alto coste de la tecnología asociada a la producción del hidrógeno, la complejidad de su transporte o la falta de una demanda real que, a día de hoy, pueda garantizar una comercialización a gran escala. "A la industria de activos alternativos no le salen las cuentas", traslada a La Información un financiero de las firmas de inversión citadas. La escasa precisión en cuanto al calendario de los proyectos presentados y el camino que aún queda por recorrer en materia de regulación alimentan las dudas de los grandes fondos a la hora de rascarse el bolsillo para financiar la carrera del hidrógeno.

Las grandes energéticas han ligado sus proyectos de hidrógeno a la llegada de los fondos europeos ante la falta de interés de las firmas de capital privado

En tanto que el capital privado ha optado por 'no mojarse' hasta ver demostrada la viabilidad económica de estos proyectos, las energéticas han echado el resto para lograr financiación pública al calor de los fondos europeos. La elevada concurrencia ha posicionado a nuestro país como la punta de lanza en la carrera europea del hidrógeno, de hecho, una décima parte de los proyectos registrados en toda Europa son españoles.

En este juego de alianzas es Repsol la que ha logrado tejer la red más amplia. La primera petrolera española agitó el tablero la semana pasada al presentar un megaconsorcio que cuenta con Alsa, Bosch, Celsa, Enagás, Scania y Talgo como socios promotores y que prevé una inversión total de 3.230 millones de euros. A esta iniciativa, bautizada como proyecto Shyne (Spanish Hydrogen Network), se han unido otros 26 colaboradores entre empresas, asociaciones y universidades. La lista de socios incluye a instituciones públicas como el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), líderes del transporte como Navantia, Balearia o Primafrío, y acereras como Sidenor o Tubacex.

Otro de los grandes polos los lidera Iberdrola. La eléctrica que preside Galán se ha asociado con la la química Fertiberia, la cerámica Porcelanosa o el fabricante estadounidense de motores Cummis, para poner en marcha distintos proyectos basados en este gas renovable. La compañía aspira a hacerse con un 20% de la generación de hidrógeno verde prevista por el Gobierno para 2030. 

Por su parte, Endesa y Cepsa se han unido al grupo IQE (Industrias Químicas del Ebro) y han avanzado un acuerdo para reconvertir el consumo de gas a hidrógeno en las instalaciones petroquímicas y de refino de Cepsa. Esta última alianza prevé movilizar una inversión multimillonaria de la que aún no ha trascendido la cifra, ya que ambos grupos han decidido esperar a la presentación del plan estratégico de la petrolera controlada por los fondos Carlyle Mubadala. El anuncio de la nueva hoja de ruta de Cepsa se ha pospuesto en varias ocasiones por los cambios en la dirección del grupo, que desde el pasado 1 de enero encabeza el nuevo consejero delegado de la compañía, el exShell Maarten Wetselaar. De forma individual, Endesa ha presentado 23 proyectos de hidrógeno con una inversión de 2.900 millones.

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