"Es mucho más seguro"

Tres semanas de la irrupción del Covid en Amazon España: cronología de una crisis

  • Los contagios acarrearon una denuncia a la Inspección. Se resistió al cierre y el decreto ley le respaldó. Ahora contenta a la plantilla con medidas.
El centro logístico de Amazon en San Fernando de Henares (Madrid).
El centro logístico de Amazon en San Fernando de Henares (Madrid).
Amazon

Sábado, 14 de marzo. La dirección de Amazon suelta la 'bomba' en la plantilla de su mayor centro logístico del país, en Madrid. Se han detectado tres casos de infectados por coronavirus en el equipo. España se convertía en el segundo país con positivos en todo el mundo. La alarma se desató entre los empleados, ante la negativa de la compañía de bajar la persiana para desinfectar a fondo y el temor de contagiarse. Ese era el primer día de tres semanas intensas que desembocan en un acuerdo de mínimos entre ambas partes para incrementar la seguridad sin cerrar y después de un 'tira y afloja' sin cuartel. "Es más seguro que hace diez días", admiten entre los representantes de los trabajadores.

El arranque de esa semana era duro. Se trataba de la primera del estado de alarma decretado por el Gobierno. Las cifras de afectados y muertos se aceleraban. Y los sindicatos presionaron al máximo para conseguir el cierre. Trataron de poner en evidencia que Amazon estaba poniendo en riesgo a sus empleados "anteponiendo el dinero a la salud". Alertaron de que el centro de San Fernando (Madrid) era una "zona de riesgo" y como tal debía ser tratada por parte de la empresa. Señalaron una y otra vez la ausencia de medidas de protección y la mala trazabilidad de los casos, pues en un centro como estos es casi imposible delimitar las personas con las que han podido tener contacto los infectados.

Cuatro días después de la 'bomba' lanzada aquel sábado 14 de marzo llega la segunda: hay otros dos casos más confirmados en Madrid y cientos de empleados estaban listos para aterrizar en las instalaciones para hacer frente al pico de actividad del gigante del comercio electrónico en pleno confinamiento. La plantilla pasó de la crítica a la demanda ante la Inspección de Trabajo. Los dos principales sindicatos decidieron presentar sendas denuncias ante el organismo público para pelear ese cierre con el fin último de desinfectar toda la zona y, posteriormente, retomar la actividad. Arrancaba un 'tira y afloja' con la empresa que se alargó durante días.

Un 'tira y afloja' en forma de informes y contrainformes de una y otra parte para defender su posición. En esos documentos los sindicatos argumentaron no sólo la falta de seguridad en el propio centro sino el riesgo para la salud de los clientes que reciben los paquetes manipulados en las instalaciones del conocido internamente como 'MAD4'. La Inspección recibió toda la documentación y el martes 24 de marzo decidió dar un margen para salvar "defectos" en la medidas tomadas por la dirección. Su posición era clara: no iba a decretar el cierre y en caso de que eso sucediera no sería ese organismo, sino el Ministerio de Sanidad. Las esperanzas de los sindicatos se desvanecían, mientras los casos que confirmaba la empresa no dejaban de crecer. En total, ocho infectados declarados y más de 80 en cuarentena preventiva.

La Inspección no movió ficha durante los días siguientes después de que la empresa subsanara algunos de esos "defectos". Pero el giro definitivo vendría el lunes 30 de marzo. El Gobierno publica de madrugada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el decreto por el que 'salva' del cierre total del país a una serie de actividades prioritarias, entre las que incluye al comercio electrónico, sin hacer ninguna mención expresa a tipología de productos. Toda la venta por internet estaba permitida. Ese era el espaldarazo que Amazon necesitaba en esta nueva batalla con su plantilla de Madrid. Desde los sindicatos reconocen que fue el detonante: "El inspector nos explicó que se hacía complicado porque el Real Decreto les obligaba a mantener el servicio al haber sido señalado como esencial".

A la plantilla sólo le quedaba el acuerdo, después de descartar una huelga como sí ha sucedido en varios centros afectados por coronavirus en Estados Unidos o Francia. En el primer caso, el parón de los empleados obligó al cierre. Pero, después de muchos meses de  conflicto y más de una decena de paros durante el año 2018 y 2019 por el cambio de las condiciones de trabajo en el almacén madrileño, esa medida de presión no se puso encima de la mesa. Y es por eso que tras varias reuniones más, los sindicatos han creado una comisión de seguimiento en la que se sentarán con la empresa para analizar el cumplimiento de todas las medidas comprometidas por el gigante.

Pero, ¿cuáles son las medidas acordadas? Según explican los sindicatos, se encuentran algunas organizativas como la entrada escalonada de los empleados o el límite en el recorrido de los trabajadores por las instalaciones para evitar que interactúen entre ellos. Entre las sanitarias están la distribución de más dispensadores de gel para limpiarse las manos, un refuerzo de toda la limpieza con una brigada específica y centrada también en las herramientas que utilizan los empleados. Y entre las laborales se apuntan a permisos retribuidos en función de las necesidades. ¿Y las que no se han concedido? No sólo el cierre. Tampoco ha sido aceptado por la empresa, según apuntan fuentes sindicales, reducciones de jornada para la plantilla y así reducir la exposición del equipo o centrar el almacén sólo a productos esenciales y de primera necesidad.

Más allá de las medidas, la empresa, según confirman fuentes conocedoras, ha llevado a cabo otra modificación en su estrategia. Y tiene que ver con los números. Hasta ahora había categorizado (y comunicado a la plantilla) como casos positivos sólo los que tenían todos los síntomas, pues no se le hacía la prueba diagnóstica para confirmarlo. Ahora lo ha revisado y esos casos se han convertido en probables. En total hay 17 de estos. ¿El resto? Son posibles. Y esa cifra se ha disminuido a menos de 40, pues muchos ya han pasado la cuarentena en su casa y han vuelto al trabajo.

Desde los sindicatos, que siguen manteniendo la necesidad de cerrar las instalaciones temporalmente para desinfectarlas a fondo, sólo se limitan a advertir. "Si la empresa se resiste a mantener y ampliar las medidas de seguridad en el centro seguiremos nuestro camino. Pero la realidad es que hoy el entorno de Amazon es mucho más seguro que hace 10 días", confirman desde el comité. Y así acaban tres semanas de un nuevo tira y afloja de la 'aldea gala' del gigante del comercio electrónico y su equipo directivo.

Mostrar comentarios