Sin acuerdos individuales

Twitter lanza la negociación del ERE para buena parte de la plantilla española

La compañía inició la pasada semana las conversaciones con los más de 20 empleados dos meses después de que se comunicaran los despidos a través de un correo electrónico.

Elon Musk, consejero delegado y propietario de Twitter.
Elon Musk, consejero delegado y propietario de Twitter.
EP

Twitter arranca la negociación para finiquitar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a la práctica totalidad de la plantilla en España, conformada por más de una veintena de empleados. Las primeras tomas de contacto se iniciaron hace varios días. Ahora hay unas semanas por delante para alcanzar un acuerdo entre las partes. Este movimiento llega dos meses después del primer correo electrónico enviado por la dirección de la compañía tecnológica estadounidense a los trabajadores informándoles del despido, tras la toma de control del grupo por parte de Elon Musk.

Ante la cantidad de salidas, según explican fuentes conocedoras, se descartó la posibilidad de llevar a cabo negociaciones individuales con cada uno de los empleados afectados por la medida. Se opta por poner en marcha un ERE, que implica la elección de una representación de los trabajadores y una negociación de las condiciones conjuntas de los despidos. Es el mismo procedimiento que se ha seguido en Facebook, cuyas negociaciones se sustanciaron a finales del año pasado.

El correo electrónico enviado a la plantilla a principios de noviembre puso en alerta a las dos grandes organizaciones sindicales, CCOO y UGT, que reclamaron a Twitter que presentara formalmente un ERE ante la intención de clausurar la actividad principal de la oficina en España. Fuentes de uno de los sindicatos mayoritarios explican que no han recibido ningún tipo de información sobre este proceso de negociación. Tampoco han intervenido en el despido colectivo en Facebook, cuyos términos se han avanzado con una representación de los trabajadores al margen de ambos.

Las condiciones definitivas se fijarán tras las conversaciones. Lo que resulta evidente es que la medida laboral implicará el cierre ‘de facto’ de la oficina en España, que lleva abierta desde el año 2013 y que hoy se ubica en el madrileño barrio de Almagro. En ese ejercicio, siete años después del inicio de operaciones en Silicon Valley, abrió filial y un primer equipo de personas para llevar las cuentas de anunciantes en este mercado y sus agencias de publicidad. Se trabajaba a caballo entre Dublín (Irlanda), donde había personas adscritas a este país, y la pequeña sede en Madrid. Ahora todo apunta a que buena parte del trabajo que se hacía desde territorio español se llevará a cabo desde la oficina irlandesa.

Twitter tiene en España un mercado relevante en el continente europeo. Se desconoce la cifra real de ingresos, pues como hacen otras grandes plataformas de publicidad online, registra todos sus contratos publicitarios a través de sociedades en Irlanda. La filial local registró unos ingresos de apenas 5,3 millones de euros en 2021, por servicios prestados como comisionista a su administrador único, la irlandesa Twitter International Unlimited Company, “para ayudar a Twitter en el desarrollo, la expansión y el mantenimiento de la comunidad de usuarios y anunciantes potenciales en España”. A cierre de ese ejercicio, contaba con 33 trabajadores.

Con una plantilla media de 26 empleados durante ese ejercicio 2021, los costes en salarios y asimilados ascendían a 3,2 millones de euros (123.000 euros por empleado). Había doce ‘managers’ en el arranque del pasado año 2022. Pero desde el mes de octubre está sin un ‘country manager’ nombrado. Javier Pagán, que se incorporó en el año 2021, fue fichado por Unidad Editorial y salió en octubre, justo antes de que se anunciaran las salidas. Antes que él estuvieron Nathalie Picquot, que dejó la compañía en febrero de ese año para incorporarse al área digital de la división española de Banco Santander, y Pepe López de Ayala.

Al contrario de lo que hacen otros rivales como Google o Facebook, no hace mención en sus cuentas a las reservas o provisiones para abordar el pago de las ‘stock options’ para la plantilla. En sus informes anuales presentados en Estados Unidos, las referencias a España en los últimos años eran para hacer mención al riesgo de la llamada ‘tasa Google’, que grava los servicios digitales, dentro del contexto de la nueva ola de figuras tributarias planteadas en numerosos mercados donde opera.

La controvertida llegada de Musk

La irrupción de Elon Musk tras la oferta pública de adquisición (opa) y su exclusión de la bolsa estadounidense ha generado mucha controversia en la empresa. No sólo por algunas de las medidas de producto y en política de contenido adoptadas por el empresario estadounidense fundador de Tesla, sino por los recortes ejecutados en la plantilla. Los anunciados en noviembre implicaban la salida de prácticamente la mitad del equipo global. A partir de ahí fue también reduciendo otros productos en nuevos recortes. En Estados Unidos tiene varios procedimientos abiertos por grupos de empleados debido al proceso elegido para llevar a cabo los despidos.

En los últimos meses ha habido mucha contestación interna por la política seguida por Musk. El consejero delegado de la compañía en Francia, Damien Viel, anunció a finales de noviembre en su propia cuenta de Twitter su marcha en medio del proceso de despidos. Ante la posibilidad de que se cierre definitivamente la oficina que la compañía tecnológica tiene en Bruselas, desde la Comisión Europea también han mostrado cierta preocupación por la gestión vinculada a la privacidad.

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