Más consolidación en el sector

Uber compra su rival Postmates por 2.650 millones de dólares en acciones

El gigante se hace con uno de los actores de la entrega de comida a domicilio en EEUU después de fracasar en la adquisición de Grubhub.

Uber Eats se enfrenta al primer proceso con la Inspección
Uber se hace con Postmates.
EP

Y la consolidación no cesa en las grandes firmas de entrega de comida a domicilio. Uber saca la chequera y se hace con su rival estadounidense Postmates por 2.650 millones de dólares (2.340 millones de euros al cambio). El pago se hará en su totalidad en acciones de la compradora. Esta operación llega después de que fracasara su intento por hacerse con otro de los grandes actores de este sector, Grubhub, por 7.300 millones de dólares.

Este mercado de las plataformas de entrega de comida ha sufrido durante los últimos años varias oleadas de consolidación, con el objetivo de mejorar la rentabilidad. Durante los últimos años, especialmente en Estados Unidos, se ha desatado una dura guerra entre los diferentes competidores por conseguir más parte del pastel. Y esta pelea es, en muchas ocasiones, a base de sacrificar unos márgenes, ya de por sí estrechos.

Uber busca acelerar en este segmento de actividad, después de que el del transporte con chófer privado (en España a través de licencias VTC) se haya desplomado con las restricciones a la movilidad por la pandemia global del coronavirus. Primero intentó hacerse con Grubhub. La negociación con la empresa cotizada no llegó a buen puerto, pues se cruzó en el camino Just Eat Takeaway, la resultante de la fusión de ambos grupos, que acabó por comérselo a cambio de 7.300 millones de dólares (6.437 millones de euros al cambio).

Como suele suceder en estos casos, ante el fracaso de una compra de este estilo, se busca una alternativa. No quedaban muchas más alternativas, pues el otro gran actor es DoorDash, uno de los grandes unicornios en manos de algunos de los mayores fondos de capital riesgo del mundo, era inalcanzable por precio.

Así, Uber se hace con el cuarto actor en el mercado estadounidense: Postmates. El precio pagado es 2.650 millones de dólares. Se abonará íntegramente en acciones, sin nada de efectivo. Mantendrá independiente la 'app' de la compañía. ¿Cuánto tamaño ganará Uber con esta incorporación? Varía dependiendo de los diferentes estudios. Hay algunos, como el de la consultora Edison Trends, que habla de una cuota de mercado conjunta del 37%. Hay otras, como sense360, que habla de un nivel más cercano al 30%.

Postmates es uno de los veteranos. Se fundó en el año 2011. Empezó siendo un operador sin especialización en comida, pues se dedicaba a la entrega de todo tipo de artículos en un periodo de tiempo muy corto a través de sus repartidores. Finalmente, como le sucedió a Glovo (que se fijó en su modelo para implantarlo en España en el año 2015), acabó centrándose en la comida a domicilio. El año 2019 se planteó una salida a bolsa que, finalmente, pospuso por las dificultades del mercado y una probable rebaja de la valoración.

¿Cuál ha sido el múltiplo de valoración? Es difícil hacer la estimación, pues no hay datos oficiales del negocio de Postmates. Los últimos números son del ejercicio 2018: 1.200 millones de dólares de facturación bruta a través de su plataforma (no el ingreso neto de la comisión, sino todo el 'ticket' comprado con su aplicación). El precio pagado es algo más de dos veces esa cantidad.

Segunda ola de consolidación

Este nuevo movimiento se circunscribe en una nueva ola de consolidación en este mercado, después de la que se produjo hace más de tres años con diferentes compras como la de la española La Nevera Roja (por Rocket Internet y, posteriormente, por Just Eat). Ha habido varios ejemplos de operaciones finalizadas o frustradas que indican que las empresas buscan ganar eficiencia fusionándose con algunos de sus rivales. La fusión de las europeas Just Eat y Takeaway es el ejemplo más reciente. Pero también ha habido intentos de compra de Deliveroo por parte de la propia Uber.

En el caso de Glovo, según advirtió Bloomberg el pasado verano, se mantuvieron conversaciones iniciales con Uber y con la propia Deliveroo para una posible venta. Estas conversaciones no llegaron a plasmarse en ningún acuerdo. La startup española ha sufrido dificultades en Latinoamérica, mientras que en las principales plazas europeas ha tenido que bregar precisamente con sus pretendientes. Además, cuenta con un accionariado muy complejo, con socios industriales -como Delivery Hero-, con cadenas de restaurantes o con fondos de capital riesgo, cuyos intereses son bastante diferentes.

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