A la espera de la Inspección

Uber confía en un nuevo plan de precios para evitar sanciones con la 'ley rider'

La compañía plantea un sistema en el que el repartidor fija un precio por entrega y elige un servicio en base a ello. Asegura que antes de ponerlo en marcha en septiembre lo explicó al Ministerio de Trabajo.

Uber Eats se enfrenta al primer proceso con la Inspección
Uber Eats quiere evitar más multas.
EP

Uber Eats dio marcha atrás hace meses en España y volvió a un modelo híbrido con flotas de repartidores contratados y con autónomos directos. Lo ha hecho justo un año después de la entrada en vigor de la llamada 'ley rider'. Desde la multinacional entienden que su nuevo sistema de tarifas, en la que el 'rider' coloca un precio a su servicio y elige entre los repartos disponibles en base a esa propuesta, esquiva esa relación de laboralidad entre ambas partes. La directora general de Uber Eats en España, Courtney Times, asegura que mantuvieron reuniones con el Ministerio de Trabajo previas al lanzamiento formal.

El sistema es, al menos en opinión de la empresa, un paso más al sistema que puso en marcha Glovo hace meses y en el que se acababa generando una subasta a la baja de los precios por servicio. Para la ejecutiva, más allá de otras modificaciones en el sistema, como la incorporación como voluntarios algunos de los servicios como el seguro, el "gran cambio" es la definición del precio por servicio. "Lo estamos lanzando por primera vez a nivel global desde España", apunta. "Hemos hablado mucho con el Gobierno para crear puentes y para tratar de ser 'compliance' con la ley; fuimos a verles antes de lanzarlo para presentarles el nuevo modelo", apostilla.

En base a la sentencia del Tribunal Supremo de hace dos años que 'tumbó' el modelo rider inicial, la "fijación de las condiciones esenciales para la prestación del servicio" era determinante para determinar que la relación de la plataforma con el repartidor es de "naturaleza laboral". Pero en esa sentencia también planteaban otro de los aspectos claves: el hecho de que la empresa sea titular de los activos esenciales que son necesarios para la realización de la actividad, como la aplicación móvil. Y esa aplicación sigue siendo necesaria para la prestación del servicio.

Pese a todo, desde la empresa defienden que estos cambios son suficientes para mantener el "modelo híbrido" que tienen en marcha, en el que combinarán con porcentajes variables entre repartidores y plataformas. La última palabra la tendrá la Inspección de Trabajo que aún no ha movido ficha en el marco de la nueva ley, pues la importante sanción económica que impuso a Glovo hace unos meses correspondía a un periodo anterior a la entrada en vigor.

Uber se había quejado ante el Ministerio de Trabajo tras la decisión de Glovo de mantener su sistema de autónomos por el impacto que estaba teniendo en su operativa. Times insiste en que perdieron el 80% de los repartidores tras la entrada en vigor de la ley, cuando ellos decidieron poner en marcha un sistema solo con flotas. Ahora, según ella, le darán la opción al repartidor de incorporarse a una de las empresas proveedoras subcontratadas  o como autónomo. La empresa 'desconectó' en su momento de 3.000 repartidores de su plataforma tras la entrada en vigor, lo que llevó a UGT y CCOO a demandar a la empresa Portier Eats, del grupo Uber, ante la Audiencia Nacional. Ésta no les dio la razón, aunque el Supremo anuló la primera sentencia y reconoció la legitimación de las organizaciones para impugnar una "decisión colectiva empresarial que podría calificarse como despido colectivo". Este proceso sigue su curso, según la compañía.

Nueva suscripción

Al margen de la estructura de tarifas y el sistema de relación con los 'riders', Uber ha lanzado esta semana una nueva suscripción con el que busca incrementar la recurrencia de los clientes tanto de su servicio de entrega de comida a domicilio como de vehículo con conductor. Plantea un precio fijo mensual con el que se reducen los gastos de ambos productos. Este se suma a los 24 programas de 'membresía' que existen a nivel mundial. En estos casos, se ha llegado a superar el 20% del total de la base de usuarios con este tipo de suscripción.

En el lado del transporte de pasajeros, Uber asegura que ve con "sensación de alivio" las regulaciones de Andalucía y Madrid, más favorables para la actividad de la VTC, tras el final del periodo de gracia del 'decreto Ábalos'. Pese a que aseguran que están presentes en Cataluña, lamentan las dificultades impuestas por las nuevas normas planteadas por el Govern, como la longitud mínima de vehículos o los tiempos en las contrataciones.

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