Uber, multada con 590 millones en EEUU por no hacer empleados a conductores

  • El Estado de Nueva Jersey demandó a la compañía tecnológica a que pague esa cantidad al entender que los conductores no son autónomos y sí empleados.
Uber bolo
Uber bolo

Primer gran golpe a Uber en el mundo por su modelo laboral. El Estado de Nueva Jersey, en Estados Unidos, ha exigido a Uber a que desembolse 649 millones de dólares (590 millones de euros) por impuestos no pagados por sus conductores, argumentando que la compañía los ha calificado erróneamente como autónomos y no como empleados. Es algo similar a lo que sucede en España (y otros países) con los 'riders' de Glovo o Deliveroo.

El Departamento de Trabajo del estado norteamericano emitió, según adelantó The New York Times y confirmó la compañía, la solicitud de desembolso esta semana tanto a Uber como a una de sus filiales allí, después de que se descubrieran tras una auditoría (que arrancó hace un año) 530 millones de dólares en impuestos atrasados que no se habían abonado por seguro de desempleo entre 2014 y 2018. ¿Y el resto? Se trata de 119 millones de dólares en intereses de demora.

Una portavoz de la compañía ha confirmado a diversos medios estadounidenses que ya han recurrido esta medida del estado de Nueva Jersey, pues "los conductores son autónomos independientes tanto en Nueva Jersey como en otros lugares".

Este caso se limita al seguro de desempleo y enfermedad, pero la realidad es que podría también implicar que Uber (y otras compañías competidoras) deberían pagar a los conductores el salario mínimo o las horas extras. Según las estimaciones de la división de inteligencia de la agencia estadounidense Bloomberg, esta reclasificación a empleados podría aumentar los costes de la tecnológica y de otras como Lyft en más de un 20%.

Este no es el único caso que se abre en Estados Unidos para estas compañías. En California se trabaja en una nueva ley con la que se prevé reclasificar a los conductores como empleados. También se está preparando una batalla similar en Nueva York, donde se espera que lleguen más movimientos a partir del próximo año, según Bloomberg.

¿Y el debate en España?

¿Qué sucede en España? Ese debate no se ha sustanciado para compañías como Uber. La razón es que el mercado del alquiler de coches con conductor está organizado en base a grandes gestores de flotas de vehículos con licencias VTC que se conectan a las plataformas de la estadounidense o de la propia Cabify para cubrir la demanda de viajes. Son por tanto estas compañías subcontratadas -Auro New Transport, Moove Cars...- las que tienen en nómina a los conductores que son empleados por cuenta ajena y no autónomos.

Donde sí está el debate sobre la mesa es en el sector de la entrega de comida a domicilio. Glovo y Deliveroo se han enfrentado a inspecciones laborales múltiples en todas las ciudades donde operan y tienen abiertos frentes judiciales en prácticamente todas ellas, con sentencias dispares sobre ese modelo de trabajo y sobre si los 'riders' son, realmente, falsos autónomos.

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