Listado de iniciativas de interés común

La UE fulmina las interconexiones de gas de España en su lista oficial de proyectos

Gráfico gasoductos.
Gráfico gasoductos.

Ya es oficial. La Unión Europea (UE) ha eliminado del listado de proyectos de interés común (PIC) las interconexiones de gas de España con Francia (Midcat) y con Portugal. El listado está recogido en el Diario Oficial de la UE publicado el día 11 de marzo. Aunque el sector contaba con ello desde finales del pasado año, cuando el Parlamento Europeo aprobó el nuevo escenario de proyectos, es un recordatorio de las dificultades por las que atraviesa el negocio y una prueba de que Bruselas bascula hacia el centro y el Este de Europa en la cuestión energética. El listado sí mantiene las cuatro interconexiones (tres con Francia y una con Portugal) previstas en el sistema eléctrico.

Las interconexiones, especialmente las eléctricas, son  importantes para España. El país es una isla energética con un Gobierno que tiene planes ambiciosos de transición energética. Las conexiones planteadas para el gas no van a poder ser. A juicio de la UE, la rentabilidad prevista para obras como el gasoducto Midcat, no respaldan la inversión necesaria.

La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) de España y el regulador francés (Comisión de Regulación de la Energía, CRE), dieron su veredicto sobre la viabilidad del proyecto de gasoducto Midcat entre los dos países hace un año. Fue negativo. "El mercado" aseguraba el análisis conjunto de los organismos "no ha mostrado ningún interés comercial por la nueva capacidad de interconexión (del Midcat)".

El desplome de las interconexiones gasistas y especialmente del Midcat, el proyecto impulsado por Enagás -5% de la SEPI-, pone el foco en la situación de las infraestructuras de gas en España: más de medio centenar de centrales eléctricas  (ciclos combinados, 24.000 MW) que funcionan muy por debajo de su capacidad; siete regasificadoras -una de ellas, El Musel (Gijón), parada-; dos instalaciones más en proyecto en las Islas Canarias y un almacén de gas, el Castor, clausurado y con una deuda de 2.400 millones a 30 años que acabarán pagando los consumidores.

¿Demasiada infraestructura y demasiado cara? Algunos estudios concluyen que sí. No es un problema sólo en España. El debate es europeo. La Red Europea de Observatorios de Corporaciones -ENCO por sus siglas en inglés- denunció en un informe reciente el control por parte de cuatro empresas de los planes para extender infraestructuras gasistas innecesarias en Europa, con inversiones estimadas que superan los 50.000 millones.

En su informe, ENCO apuntó a cuatro empresas como responsables de una burbuja inversora que la UE acepta sin demasiados problemas. Las empresas señaladas son la española Enagás, la belga Fluxys, la francesa GRTgaz y la italiana Snam. El documento recogía que los cuatro gestores de la red de transporte (TSOs) tienen como negocio principal construir y explotar gasoductos, actividad que intentan mantener a toda costa con una eficaz labor de cabildeo en Bruselas.

La eliminación de interconexiones de gas no ha sorprendido al Gobierno español. En el segundo borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) no hay referencias a las interconexiones de gas. Sí las hay, por el contrario, a las interconexiones eléctricas, que son fundamentales para canalizar el despliegue de energías renovables que prevé el Ejecutivo hasta el año 2030.

El borrador detalla que la interconexión eléctrica con Francia se ha duplicado y ha pasado de 1.400 MW a 2.800 MW, "lo que ha contribuido a reforzar la seguridad de los dos sistemas eléctricos y a favorecer la integración de un mayor volumen de energía renovable, especialmente la eólica del sistema ibérico". Sin embargo, añade, "el grado de interconexión eléctrica de España con Francia es inferior al 3% de la capacidad de producción eléctrica instalada en España, y queda muy por debajo de los objetivos de la Unión de la Energía: 10% de la capacidad instalada de producción eléctrica para todos los Estados miembros en el horizonte del año 2020 y 15% en 2030". En suma, hace falta más tubería para que España deje de ser un punto y aparte energético en Europa..

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