UGT y CCOO tienden puentes para cerrar el acuerdo en Endesa después de dos años

  • Los sindicatos admiten la posibilidad de recortar la tarifa del empleado para ahorrar a la empresa más de 100 millones.
Manifestación sindical ante la junta de Endesa en abril.
Manifestación sindical ante la junta de Endesa en abril.
JOSÉ GONZÁLEZ

Dos años y 60 reuniones después, los sindicatos de Endesa, UGT -mayoritario-, CC OO y SIE negocian entre sí la presentación de una plataforma común ante la empresa para renovar el convenio colectivo que expiró en 2017. Por primera vez, los sindicatos debaten hasta dónde aceptar el órdago de la dirección de la eléctrica, que ha amenazado con cortar a partir de septiembre el derecho a luz gratis -según niveles- que tienen reconocido como parte de su retribución más de 32.ooo personas, entre empleados y exempleados (26.000) de la compañía.

El acuerdo no va a llegar esta semana. Quizá tampoco la próxima. Porque toda negociación tiene su liturgia y un debate de dos años tiene consumir todo su fondo. Pero hoy, el acuerdo está más próximo que ayer, según coinciden las fuentes sindicales consultadas. UGT ha elaborado una propuesta que, según explica atiende "a las necesidades que la empresa requiere para poder dar respuesta a los retos que el momento actual nos plantea". En otras palabras, la situación no se puede prolongar más tras dos años de negociaciones "sin que las posiciones se hayan acercado".

La propuesta que UGT negocia con CC OO y SIE contiene un punto clave:  limitar la llamada tarifa del empleado a 15.000 Kwh de consumo, tanto para trabajadores en activo como para jubilados. Para este colectivo, los recortes son algo muy delicado: afectan, sostienen los sindicatos, a su calidad de vida. En la actualidad, hay 8.200 antiguos empleados a los que la empresa suministra 30.000 KWh año y 16.200 jubilados que directamente gozan de una tarifa eléctrica ilimitada. Para los activos también es un tijeretazo al salario real. Más de 6.000 disfrutan de tarifa de empleado sin límites o limitada como mucho a 25.000 Kwh.

Ahorro para la empresa

Con la propuesta que arman los sindicatos, el valor de la renuncia a los derechos en vigor o lo que es lo mismo, el ahorro para la empresa ascendería a 103 millones millones de euros. Para los dueños de la eléctrica, el grupo Enel, no es suficiente. La empresa -asesorada por el bufete Sagardoy- mantiene su oferta de tarifa para empleados y extrabajadores en 3.500 Kwh. Considera que es la media de consumo de un hogar-tipo en España.

Endesa negocia con buenas cartas. En marzo, la Audiencia Nacional dio la razón a la compañía y sentenció que la decisión adelantada por Endesa de dejar sin efecto los beneficios sociales del personal pasivo "es ajustada a derecho". Según el fallo, no existe instrumento legal para "contractualizar" las condiciones sociales del personal pasivo, puesto que las personas que lo integran no disponen de contrato de trabajo y el convenio donde se amparaban sus derechos ha perdido su vigencia.

La sentencia fue un mazazo a los intereses sindicales. Y la empresa metió presión. Apenas unas semanas después de que se pronunciaran los jueces, advirtió de su intención de modificar la contabilidad a finales de junio para eliminar las provisiones de 700 millones que aseguran los beneficios sociales del personal activo y pasivo.

Palo y zanahoria

Tras el palo, vino la zanahoria. La dirección de la empresa aflojó la presión y aceptó la idea de retrasar la fecha en la que decaerían los beneficios sociales del personal pasivo. De junio a septiembre. Ha sido una forma de abonar la posibilidad de un acuerdo que ahora parece más fácil. La plataforma que negocian UGT, CC OO y SIE contempla un convenio de larga duración, hasta 2023; un plan de empleo para facilitar el relevo generacional y medidas de conciliación e igualdad.

La propuesta de UGT, además de aceptar la rebaja en la tarifa del empleado a 15.000 KWh para ahorrar a la empresa 103 millones, propone aplicar jubilaciones parciales con contratos de relevo y jubilaciones anticipadas sin amortización de plazas. Estas medidas, según los números de los sindicatos, ahorrarían a la eléctrica otros 100 millones.

De lograr el acuerdo, Endesa podría limpiar un ambiente que se ha venido caldeando cada vez más desde 2014, cuando se hizo cargo del grupo italiano un ejecutivo más agresivo, Franceso Starace, alejado del estilo de su antecesor, Fulvio Conti. El choque entre la exigencia de recortes a la plantilla y la política de reparto de beneficios del grupo italiano para la filial española ha sido duro. Queda por ver si ha acabado.

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