UGT se acerca a las VTC: advierte a Ábalos sobre la "incertidumbre regulatoria"

  • El sindicato firma una declaración de intenciones para tratar de mejorar las condiciones de trabajo del sector con la patronal, Cabify y Rosauro Varo.
Firma de la declaración de intenciones.
Firma de la declaración de intenciones.
JM

Unauto y las empresas del sector de las VTC ha logrado un particular 'aliado' en esta batalla con el Gobierno por la regulación del sector. Es el sindicato UGT, con el que tanto la patronal como Cabify han suscrito hoy una declaración de intenciones para la mejora de la calidad de los puestos de trabajo. La organización ha advertido al Ministerio de Fomento que la entrega de las competencias a las comunidades autónomas vía decreto crea una "incertidumbre regulatoria" que afecta también al empleo.

"En esta incertidumbre regulatoria, desde el diálogo se deben buscar fórmulas de entendimiento", ha asegurado el secretario general de la Federación Estatal de Servicios y Movilidad de UGT, Miguel Ángel Cilleros, en la firma de la declaración a cuatro bandas entre Unauto, Vector (la empresa controlada por el empresario Rosauro Varo), Cabify y el propio sindicato. El sindicalista ha incidido en que los trabajadores de estas empresas "no tienen la culpa" del conflicto.

En el documento suscrito hoy, UGT y los representantes de la VTC comparten "la preocupación por la incertidumbre regulatoria en la que se encuentra el sector". Pero van más allá: "También por el impacto negativo que podría tener, en la actualidad, la atomización de sus competencias en las diferentes comunidades autónomas, así como la ausencia de una política de Estado".

De esta forma, el sindicato, que no ha suscrito este acuerdo junto a Comisiones Obreras ni tampoco con otros actores del sector como la empresa Auro (del exjefe del taxi José Antonio Parrondo) o Moove Cars, se posiciona cerca de un sector que hoy vive una guerra abierta contra el taxi. En la firma, celebrada en la sede de Cabify no sólo ha estado el representante del sindicato, sino también el presidente de Vector, Rosauro Varo; el presidente de Unauto, Eduardo Martín, y el consejero delegado de Cabify, Juan de Antonio.

Un giro tras años de apoyo al taxi

Este movimiento se produce después de que el sindicato UGT haya participado en diferentes movilizaciones en defensa del taxi, un sector poco sindicalizado y más organizado en diferentes asociaciones profesionales. Por ejemplo, lo hizo en 2014 para exigir que las administraciones actuaran contra Uber.

Pero también lo hizo a mediados del año 2017, cuando respaldaron el paro nacional del taxi ante la "situación de deterioro que está sufriendo la actividad del taxi en las principales ciudades de nuestro país a causa de la competencia desleal de empresas que operan a través de licencias de vehículo con conductor (VTC)".

"Podemos ser un organismo que representamos a todos; al taxi pero también a las VTC... los trabajadores merecen el mismo respeto, la misma calidad de representación", ha apuntado Cilleros, quien ha advertido al taxi que "hay espacio para convivir". "No echen la pelota y los empleos sobre las espaldas de los trabajadores", ha apostillado.

¿Primer paso para un convenio colectivo?

Desde UGT también se ha hecho hincapié en la importancia con este acuerdo de defender un empleo digno y no precario en estas compañías. ¿Es este el primer paso para un convenio colectivo? Hoy los conductores de estos gestores de flotas que se conectan a Uber y Cabify se rigen por las condiciones del convenio del taxi.

Según el presidente de Unauto, una mayoría de los contratos son indefinidos con un salario base medio de 1.100 euros brutos mensuales (al margen de bonus por facturación y otros conceptos). Sin embargo, no pocos conductores de estos gestores de flota son servidos por empresas de trabajo temporal (ETT), como la startup Jobandtalent.

Desde UGT han insistido en que no hay una posición previa y que se analizará la mejor fórmula para "conciliar los intereses de las empresas, de las plataformas y de los trabajadores".

Cabify, sin conflicto

Ante el planteamiento de una movilización por parte de uno de los empresarios, el exjefe del taxi, José Antonio Parrondo, el CEO de Cabify, Juan de Antonio, se ha tratado de lavar las manos. "Somos una empresa de movilidad y no tenemos VTC. Nuestros empleados están aquí; esa pregunta [sobre las movilizaciones] hay que hacérsela a otro no a Cabify, que no tiene coches". Más allá de eso, el directivo ha apostado por el diálogo y el acuerdo.

Es lo mismo que ha hecho Rosauro Varo, quien ha incidido en que su posición se basa en el diálogo y no tanto en el conflicto. "Que nos escuchen y escuchar", ha apostillado.

¿Qué pasaría si finalmente sale adelante el decreto y el Gobierno reduce las licencias VTC sin pagar las indemnizaciones? "Tenemos autorizaciones dadas por el Tribunal Supremo legales hasta el máximo nivel; cualquier medida que se tome nos la tendrán que explicar... Jurídicamente, por más que lo hemos consultado, parece poco probable", ha afirmado.

Hoy por hoy Cabify sigue manteniendo, aunque reduciéndose paulatinamente, acciones en la compañía Vector Ronda Teleport, donde hoy cuenta con una posición minoritaria tras la entrada de Rosauro Varo. Con esa filial, durante el año 2016, antes de la llegada del exdueño de Pepephone, la plataforma española ingresó 11,1 millones de euros por la venta de estos permisos en el mercado secundario. Según los contratos firmados con conductores autónomos, la empresa española vendía la licencia por algo más de 20.000 euros, con lo que se aseguraba su exclusividad durante los dos años siguientes.

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