Un juez de EEUU cita a Repsol este mes para responder por una 'herencia' de YPF

  • La compañía tendrá que comparecer para solicitar la desestimación de una demanda presentada contra las petroleras española y argentina.
Antigua sede de Repsol YPF
Antigua sede de Repsol YPF
Efe

Hay herencias dulces, otras amargas y algunas cuyas aristas se hacen sentir durante décadas. A Repsol le ha tocado lidiar con una de estas últimas. La petrolera española aún vive las consecuencias de su inversión en YPF, la empresa argentina que adquirió en 1999 y que acabó siendo nacionalizada por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a mediados de 2012. La compañía presidida por Antonio Brufau tendrá que acudir este mes de diciembre ante la justicia estadounidense para solicitar la desestimación de un pleito cuya raíces, además, se remontan a mediados del siglo XX.

Se trata de la demanda presentada por la Administración Concursal de Maxus Energy Corporation, una compañía que adquirió YPF en 1995, sólo cuatro años antes de que Repsol desembarcara en el capital de la petrolera argentina.

La administración concursal entiende que la gestión de los anteriores propietarios de Maxus no fue la adecuada. Maxus se acogió en junio de 2016 al Capítulo 11 de la ley de quiebras estadounidense, el equivalente al concurso de acreedores en España. Ese paso coloca a la compañía bajo supervisión, de ahí que cuente ahora con una administración concursal.

Estos administradores, en la demanda presentada por dos despachos (Farnan y White & Case), consideran que la anterior gestión de Maxus no fue correcta y no administró de forma diligente activos que eran útiles para la firma y que le hubiesen permitido sobrevivir. Un pleito que estiman en un importe total de 14.000 millones de dólares (el equivalente a 12.380 millones de euros) y donde Repsol pide el sobreseimiento.

Por ello, el juez Joseph J. Farnan Jr, de la Corte de Quiebras de Delaware, ha emplazado a la compañía española este mes de diciembre, para que detalle cuáles son sus argumentos, según las informaciones publicadas por la prensa estadounidense.

Un proceso arraigado en el siglo XX

No es un proceso que sólo implique el modo en el que se gestionó la sociedad Maxus. En realidad, el trasfondo de esta demanda hay que buscarlo en una contaminación medioambiental en la que estuvo implicada la otrora filial de Repsol. En concreto, en una contaminación del río Passaic (Nueva Jersey), a mediados del siglo pasado.

Antes de que YPF comprara Maxus, esta última vendió su filial química Diamond Shamrock Chemical Company a Occidental Chemical Corporation (OCC). Como parte de ese acuerdo, Maxus acordó indemnizar a esta última, OCC, frente a ciertas contingencias medioambientales relacionadas con actividades realizadas antes de 1986, según explica la propia Repsol en su informe anual de 2017.

Y fue entonces cuando empezó la pelea en los tribunales. El Departamento de Protección Medioambiental de Nueva Jersey y el propio Estado presentaron en 2005 una demanda contra todas las empresas implicadas, incluidas Repsol, YPF y OCC, la firma compradora. El motivo: la "supuesta contaminación proveniente de la antigua planta de Diamond Shamrock Chemical Company que presuntamente contaminó el río Passaic, la Bahía de Newark y otras aguas y propiedades cercanas", según indica la petrolera española en su citado informe anual. De forma paralela, en 2012, OCC inició otro procedimiento judicial contra, entre otros, Repsol, YPF y Maxus.

Esos procedimientos han seguido su curso. Así, entre 2013 y 2014, las empresas demandadas por Nueva Jersey firmaron con ese Estado, sin reconocimiento de responsabilidad, distintos acuerdos, "por los que mediante determinados pagos se obtuvo el desistimiento de las acciones" por parte de esa administración norteamericana.

Esa vía se cerró, pero no así las reclamaciones judiciales cruzadas entre las empresas implicadas en este caso. Por ejemplo, en todo el proceso, Repsol reclamó a OCC los 65 millones de dólares que se abonaron en el acuerdo con el Estado de Nueva Jersey, según su informe anual.

Y es ahí, en ese cruce de procedimientos, donde entra en juego la solicitud de quiebras (el citado Capítulo 11 de la legislación estadounidense) de Maxum y la consideración de que YPF y, como derivada Repsol, gestionaron la empresa de forma inadecuada. Repsol no ha valorado a La Información en qué momento está este procedimiento, por tratarse de una cuestión 'sub judice', explica, ni cuáles serán los argumentos que presente este mes ante la Corte de Quiebras de Delaware para tratar de frenar este nuevo procedimiento.

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