
La venta de 400 bombas inteligentes a Arabia Saudí fue una de las primeras crisis del Gobierno de Pedro Sánchez, toda vez que la ministra de Defensa, Margarita Robles, quiso oponerse a la entrega de dicho arsenal, con el argumento de que podría ser utilizado en el conflicto de Yemen. La polémica estaba servida, ya que los astilleros de Navantia se encontraban a la espera de cerrar el contrato de cinco corbetas para Riad, y no era cuestión de tirar por la borda tanta carga de trabajo para un sector en serios apuros.
Finalmente, el presidente del Gobierno dejó claro que las 400 bombas se iban a entregar, alegando que era un compromiso cerrado por el Ejecutivo del Partido Popular, y que contaban con garantías de que no se emplearían contra civiles.
جانب من زيارة سعادة نائب مدير عام المديرية العامة لمكافحة المخدرات اللواء/ عبدالله بن حمود الأطرم لمعرض #حرس_الحدود في #الجنادرية٣٣.#الجنادرية_وفاء_وولاء pic.twitter.com/hBPENaFW7m
— حرس الحدود السعودي (@BG994) 30 de diciembre de 2018
Ahora, después de la oleada de críticas lanzadas contra los saudíes tras el asesinato del periodista Jamal Kashoggi en el consulado del reino en Estambul, un simple mensaje en Twitter ha desvelado otro importante contrato logrado por una firma española y destino el Gobierno de Riad. Todo ello, mientras desde el Ejecutivo socialista se ha insistido en señalar el caso de las 400 bombas y de las corbetas como excepciones en sus relaciones comerciales de armamento con Arabia Saudí.
Durante el festival de Al-Janadriyah, efectivos de la Guardia de Fronteras saudí mostraban orgullosos los flamantes sistemas de despliegue rápido de morteros de 120 mm 'Alakran', fabricados por New Technologies Global Systems S.L. (NTGS), una empresa con sede en Collado Villalba. Según destacaba esta semana la revista especializada 'Jane's', el contrato para servir cien de esas plataformas de última generación era sin duda el que anunció en su día NTGS para tres países de Oriente Medio, de los que no podían comunicar más datos por las cláusulas de confidencialidad.
El sistema, que también se puede adquirir para morteros de 81mm, es el más ligero de su categoría, capaz de surtir de proyectiles de forma mecánica a una velocidad de vértigo, y con refrigeración por agua de los tubos para evitar detonaciones fortuitas. Un vídeo de la compañía muestra cómo la plataforma, de apenas 300 kilogramos de peso, se puede montar sobre varios tipos de vehículos.
En las imágenes, el Alakran se despliega y dispara dos rondas de munición a diferentes objetivos para después replegarse en menos de un minuto. Y todo ello gracias a un cerebro informático de control de fuego de última generación.
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