Caixabank, BBVA, Banco Santander... y ahora, Unicaja. Casi se podría decir que ya no queda ningún gran banco que no haya subido sus comisiones en el último año. Hasta ING, lo que supone un importante cambio en la estrategia comercial de la entidad, se ha sumado al endurecimiento de las políticas de mantenimiento.
Como decimos, la última en adherirse a esa lista es Unicaja (que por cierto sigue inmersa en su proceso de fusión con Liberbank). La compañía malagueña incrementará hasta los 120 euros sus comisiones de mantenimiento, desde este mismo lunes, 15 de marzo.
Como viene siendo habitual cuando esto ocurre, ese aumento lo 'sufrirán' aquellos clientes menos vinculados con el banco. Por tanto, para evitar pagar 120 euros por tener una cuenta abierta en Unicaja será necesario cumplir alguno de los siguientes requisitos:
- Tener domiciliada una nómina, pensión o desempleo de un importe de al menos 600 euros o, también, realizar ingresos recurrentes que lleguen hasta los 7.200 euros al año.
- Realizar pagos con las tarjetas de crédito o débito por importe de al menos 1.200 euros al año o un mínimo de dos operaciones mensuales al año con las mismas.
- Tener contratado un seguro comercializado por el banco o tener un saldo mínimo de 6.000 euros en la cuenta o en otros productos, ya sea fondos de inversión, depósitos, planes de pensiones, etc.
En caso de cumplir todos los requisitos, los clientes de Unicaja no tendrán que hacer frente al pago de ninguna comisión. En caso de entrar en alguno de los supuestos, se pagarán 60 euros anuales. Si no se cumple ninguno, ascenderá hasta los 120 euros al año.
Qué otros bancos han subido comisiones
Ante la coyuntura económica del último año, los bancos tratan de buscar cada vez más rentabilidad en un mercado donde los tipos de interés siguen manteniéndose al 0%, el ahorro de las familias está tocando máximos históricos y los créditos hipotecarios se encuentran, casi, en punto muerto. Así, una de las vías de las entidades está siendo fidelizar aún más a sus clientes, de forma que los que tengan menos vinculación (sin ingresos mensuales, nóminas domiciliadas, etc.) tengan que pagar un extra por el mantenimiento de las cuentas.
La nueva política de ING atañe a la Cuenta Naranja: sus clientes pasaron a pagar una comisión de 10 euros mensuales, lo que supone 120 euros al año. Eso sí, el porcentaje de afectados es pequeño, alrededor de un 4% (en bruto, unos 171.000 clientes). La idea del banco es que la Cuenta Naranja, que ofrece una rentabilidad del 0,01% TAE, pase a ser un beneficio más de la Cuenta Nómina y no ya un producto que se pueda contratar de forma separada.
También Caixabank comenzó a partir de octubre a cobrar una nueva comisión de mantenimiento que, de hecho, es de las más altas: Hasta 240 euros anuales, 60 euros el trimestre, para aquellos menos vinculados. Misma cantidad, por cierto, que Banco Santander, que eliminó el pasado año su mítica cuenta 1,2,3 para ser sustituida por Santander One. No solo cambió el nombre, también se modificaron las condiciones de mantenimiento: 20 euros mensuales o 240 euros al año para los menos vinculados.
La lista sigue con Banco Sabadell que endureció sus requisitos en una de las cuentas más comunes de la entidad: la Cuenta Expansión. Anteriormente, para el mantenimiento gratuito de ésta solo se precisaba una nómina o ingresos superiores a 700 euros. Ahora, a los requisitos anteriores, se exigen los siguientes: tener contratado un seguro con el Sabadell, un préstamo o tener, al menos, 10.000 euros invertidos en fondo de inversión gestionados por Sabadell. En caso de no cumplirse, el banco cobrará una comisión de mantenimiento de 5 euros mensuales, lo que supone 60 euros al año.
También Bankia hace ya un año cambió sus condiciones en el programa 'Por ser tú'. Esto se tradujo en comisiones de hasta 72 euros al año por el mantenimiento de la cuenta bancaria, con nómina domiciliada. Si esto último no se diese, la cifra aumenta a 168 euros anuales con 28 euros adicionales si se quiere utilizar la tarjeta de débito. Otro de los últimos bancos en sumarse a este plan fue el BBVA. Desde el 15 de diciembre, sus clientes tendrían que pagar hasta 100 euros al año por no cumplir los requisitos exigidos.
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