Los 'unicornios' se hacen mayores: salen Spotify y Xiaomi... quedan Uber y Airbnb

  • Empieza el baile de salidas a bolsa y ventas de estas ‘startups’ valoradas en más de 1.000 millones y respaldadas por capital riesgo.
El streaming musical, como el de Spotify, también se podrá disfrutar sin sobrecostes en la UE / EFE
El streaming musical, como el de Spotify, también se podrá disfrutar sin sobrecostes en la UE / EFE

Son la élite de las empresas tecnológicas apoyadas por capital riesgo. Son los conocidos como 'unicornios', que tras inyecciones de capital millonarias de grandes fondos de inversión han disparado su valoración por encima de los 1.000 millones de dólares. Durante los últimos años, este club se había mantenido sin grandes cambios. Ni salidas a bolsa, ni tampoco ventas a otras compañías del sector que permitieran salir a esos inversores privados.

Ahora, el panorama en la parte alta de este exclusivo club, conformado por compañías con una valoración sobre el papel de 10.000 millones de dólares, comienza a moverse. En este tiempo no ha habido muchos incentivos para mover ficha: tenían acceso a financiación millonaria para seguir creciendo sin excesivos problemas; la salida a bolsa obligaba a una mayor transparencia en las cifras y un exhaustivo seguimiento en los mercados, y además muchos de sus competidores eran reacios a sacar la chequera para comprar. Ahora, la tendencia se está cambiando poco a poco.

Tras la OPV de la 'app' de contenido efímero Snapchat, en octubre pasado, llegaron las salidas del gigante de la nube Dropbox y Spotify. Ahora, el ‘Amazon indio’ Flipkart ha iniciado negociaciones con Walmart para la venta de un paquete accionarial de hasta el 75% y Xiaomi ha arrancado el proceso para su estreno bursátil. Mientras tanto, otros gigantes como Uber, Airbnb o Wework esperan su oportunidad.

El club de los unicornios

Snapchat abrió el melón

Desde la salida a bolsa de Alibaba en 2014, no fue hasta 2017 cuando uno de estos grandes ‘unicornios’ de más de 10.000 millones de dólares se proponía salir del club. Era Snapchat, la ‘app’ de contenido efímero. Años después de rechazar una oferta de compra de Facebook (3.000 millones de dólares, según el diario The Wall Street Journal), la compañía salía a bolsa en octubre de 2017. Su valoración inicial: 25.000 millones de dólares, muy por encima de los 18.000 millones en los que se fijó su última ‘megarronda’ de financiación.

Pero había dudas iniciales. Por su crecimiento ralentizado, con su lucha encarnizada con Facebook y los ‘Stories’ de Instagram, pero también por sus fuertes pérdidas y su peculiar reparto del derecho a voto en el accionariado (su fundador, Evan Spiegel, mantenía buena parte del poder). Sin embargo, su estreno fue el segundo mejor de los últimos cinco años sólo por detrás de Twitter, con una gran subida del 50%.

Esa euforia pasó. Hoy cotiza a 10 dólares por acción, muy lejos de los 27 dólares con los que cerró esa histórica primera sesión. Las dudas sobre su potencial de crecimiento, ante la batalla con Instagram, han pesado como una losa.

Spotify y Dropbox, los dos siguientes

El camino marcado por Snapchat fue seguido por Spotify y Dropbox. La primera, con gigantes como Accel Partners o Fidelity, lo hizo con un movimiento peculiar: una salida a bolsa en formato ‘listing’. No hubo suscripción de las acciones por parte de los bancos colocadores, ni tampoco la venta de nuevas acciones, como sí sucede en una oferta pública de venta (OPV). Las acciones salieron a cotizar sin más el pasado 3 de abril en la bolsa de Nueva York. Desde la compañía, que confirmó una previsión de pérdidas operativas de hasta 330 millones de euros y unos ingresos de hasta 5.300 millones (20-30% más), esperaban una fuerte volatilidad. Hoy las acciones cotizan un 16% por encima del precio de salida y su capitalización roza los 30.000 millones de dólares.

Dropbox se anticipó a Spotify. Tras años en las quinielas de posibles candidatas a la bolsa, el gigante de la nube saltó al parqué el pasado mes de marzo. Se dio un festín, con una subida del 35% en su primera jornada. Sin embargo, hoy la compañía, que sumó ingresos de 1.100 millones de dólares (+31%) y pérdidas de 111 millones (-47%) en el año 2017, apenas cotiza al mismo nivel que en ese arranque. Hoy su valoración, superior a los 11.000 millones de dólares, está por encima de los 10.000 millones a los que se fijó en la última ronda de financiación privada.

Lei Jun, consejero delegado de Xiaomi.
Lei Jun, consejero delegado de Xiaomi. / EFE

Flipkart y Xiaomi, los siguientes

Con estos mimbres, en los próximos meses llegarán otras dos salidas. Una de ellas ya está en camino: Xiaomi. El fabricante chino de móviles y dispositivos electrónicos ya ha hecho públicos sus planes: esperan recaudar, según The Wall Street Journal, unos 10.000 millones de dólares en ese estreno bursátil, con una valoración por debajo de los 100.000 millones de dólares. A pesar de ello, se convertiría en la tercera salida a bolsa de empresas tecnológicas más importante de las últimas décadas por tamaño, tras la de Alibaba y la de Facebook.

El fabricante chino no ha puesto aún fecha, pero se espera que tenga lugar en los próximos meses. Sus cifras: 18.000 millones de dólares de ingresos (+67%) y 6.900 millones de dólares de pérdidas durante el pasado año.

No es el único que saldrá del club en los próximos meses. El otro será Flipkart. Hasta ahora, el ‘Amazon indio’ estaba en manos del capital riesgo. Tiene entre sus socios relevantes a fondos como Tiger Global, T. Rowe o Accel Partners, a gigantes de internet como Naspers (socio de la española Wallapop) y Ebay y de la tecnología como Microsoft. ¿Su valoración? Más de 11.000 millones de dólares después de recaudar casi 6.000 entre todos estos inversores en los últimos años. ¿Por qué saldrá del club? Porque tendrá un nuevo dueño.

El gigante estadounidense de los hipermercados Walmart ha planteado una propuesta de compra del 75% de la compañía por unos 15.000 millones de dólares. La operación fue adelantada por Bloomberg, aunque la agencia de noticias Reuters aseguró esta semana que aún quedan flecos vinculados con los impuestos y otros aspectos. La firma es cuestión de días. Este movimiento, con el que gigantes como Softbank podrían salir del accionariado con buenos réditos y en el que podría estar involucrado Google, llega después de que se diera a conocer que también Amazon había puesto sobre la mesa una oferta por una participación mayoritaria del gran bazar online indio.

Fotografía Uber
Uber sigue sin mover ficha para su salida a bolsa.

Uber, aún a la espera

Con todas estas operaciones en el horizonte, hay dos gigantes de este club que aún siguen sin mover ficha: Uber y Airbnb. La primera, con una valoración privada de casi 70.000 millones de dólares, es la compañía con mayor financiación. Con su salida a bolsa se ha ido especulando en los últimos años, pero finalmente no se ha producido. La convulsión vivida en el seno de la compañía, con infinidad de frentes judiciales en múltiples países e investigaciones por casos vinculados con la violación de la transparencia en precios, el espionaje de rivales y el seguimiento de las autoridades, no ha ayudado.

El nuevo consejero delegado, Dara Khosrowshani, que sustituyó al controvertido cofundador y ‘exCEO’ Travis Kalanick, aseguró en su llegada en agosto de 2017 que el estreno bursátil se llevaría a cabo en los próximos 18 o 36 meses. Todo apunta a que será el próximo año cuando trate de dar el salto. Y lo hará con un responsable financiero y todas las miradas se dirigen a Zane Rowe, directivo del gigante VMware. La compañía hoy no tiene un ‘jefe’ de sus finanzas.

El otro gran unicornio que sigue en la lista es la plataforma de alojamientos Airbnb. Y su salida tampoco va a ser sencilla. Ni será a corto plazo. El consejero delegado y cofundador, Brian Chesky, se enfrentó a su responsable financiero, al entender que la salida a bolsa no debía hacerse a corto plazo. ¿La consecuencia? El ‘jefe’ de las cifras económicas presentó su dimisión el pasado mes de febrero y todos dan por hecho que el estreno bursátil no se producirá antes de 2019, como mínimo.

Airbnb está valorada en unos 31.000 millones de dólares, tras las diferentes ronda de financiación que han sumado 4.400 millones de dólares. Tiene en su accionariado a gigantes como Sequoia Capital, Andressen Horowitz, JP Morgan, Tiger Global o Kleiner Perkins. Sus cifras: 2.600 millones de dólares de ingresos y un beneficio de 93 millones en 2017.

Pero Uber y Airbnb no son los únicos que quedan en ese club. A estas se suman dos gigantes chinos: Didi Chuxing, el ‘Uber chino’ y Meituan Dianping, el resultado de la fusión de dos grandes compañías de internet del país y hoy valorado en unos 30.000 millones de dólares. Hay otros como SpaceX, el fabricante del sector de aeronáutica fundado por Elon Musk; el proveedor de espacios de coworking Wework; el gigante del ‘big data’ Palantir, o el competidor de Uber en EEUU, Lyft, o la red social Pinterest.

¿Y en España?

En España, el único unicornio por valoración es Cabify. Tras la última ronda de 160 millones de dólares, anunciada hace varios meses, se coló en este particular club. Su salida aún no está clara. Los planes de la compañía se centran en una potencial salida a bolsa, aunque hay voces que señalan a una venta a un competidor en Latinoamérica.

Otras compañías de valoraciones de varios centenares de millones de euros en España que se mantienen en manos del capital privado son Wallapop, con cuya venta se ha especulado durante los dos últimos años, Scytl, que ha sufrido un duro varapalo por los impagos en países como el Congo o la propia Glovo, cuya última ronda disparará su ‘precio’ hasta los 250 millones. Privalia, Idealista o Social Point también tuvieron esas valoraciones pero fueron vendidas a otros competidores o inversores.

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