Una de las más avanzadas

Moderna acelera y anuncia una eficacia en fase 3 de su vacuna superior al 94%

La firma ha compartido que, en las próximas semanas, solicitará a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de EE.UU. una Autorización de Uso de Emergencia.

Moderna farmacéutica
Moderna acelera y anuncia una eficacia en fase 3 de su vacuna superior al 94%
EFE

Moderna recorta posiciones en la carrera por la vacuna contra la Covid. Así lo confirman los resultados de la fase 3 del estudio COVE, que reflejan que la candidata de la compañía estadounidense cuenta con una eficacia del 94.5%. La empresa ha anunciado la buena nueva a través de un comunicado, recogido por La Información, que matiza que, por el momento, se trata de un primer análisis provisional que ha contado con 95 pacientes infectados por Covid-19 participantes en el ensayo clínico.

"Cada día importa. Este análisis intermedio de nuestro estudio en fase 3 es positivo y nos ha trasladado la primera validación clínica de que nuestra vacuna puede prevenir la enfermedad de la COVID-19", ha compartido Stéphane Bancel, directora ejecutiva de Moderna. La firma, que desde el principio se ha mantenido en los primeros puestos de la investigación del fármaco, ha compartido que, en las próximas semanas, solicitará a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de Estados Unidos una 'Autorización de Uso de Emergencia', permiso que se basará en el análisis final de 151 casos, los cuales han contado con un exhaustivo seguimiento sanitario durante los últimos dos meses.

La vacuna candidata de Moderna tiene la capacidad de mantenerse estable en temperaturas entre 2° y 8°C por un periodo de 30 días. Para su transporte y almacenamiento a largo plazo -crucial para el proceso de exportación que se espera-, la vacuna podrá mantenerse a una temperatura de 20 grados bajo cero durante un plazo de hasta seis meses. Este dato supone una mejora para la perspectiva de exportación respecto a las características de la candidata de Pfizer, que tiene que ser transportado y almacenada a 75 grados bajo cero.

90 de los 95 infectados sintomáticos recibieron el placebo

Este primer análisis de resultados ha tenido lugar después de identificar 95 infecciones sintomáticas, noventa de ellas formaban parte del grupo que no recibió el medicamento real, sino el placebo. Las únicas once personas que presentaron cuadros graves de la infección también habían recibido el placebo. 

El estudio, conocido como estudio COVE, reclutó a más de 30.000 voluntarios en EEUU y se ha realizado, dice el comunicado, siguiendo los protocolos del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) y los institutos de salud de Estados Unidos, parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y el Instituto Biomédico. Los primeros resultados de Moderna han aflorado días después de que los laboratorios de Pfizer publicasen cifras similares, con una eficacia superior al 90% para su candidata. Ambas noticias aumentan la confianza en que las vacunas pueden ayudar a poner fin a la pandemia. Aunque los resultados no son definitivos.

El análisis intermedio de Moderna incluyó una revisión simultánea de los indicadores de seguridad. "Una revisión de los eventos adversos solicitados indicó que la vacuna era generalmente segura y bien tolerada", trasladan desde la compañía. La mayor parte de dichas reacciones fueron leves o de gravedad moderada. Desde el dolor en el lugar de la inyección hasta dolor de cabeza o enrojecimiento. En su mayoría, tuvieron una corta duración. 

Tanto los efectos adversos como la propia eficacia quedan pendientes de revisión. "A medida que se acumulan más casos que conducen al análisis final, la compañía espera la estimación puntual sobre la eficacia de la vacuna pueda cambiar", señalan desde Moderna. El ensayo no ha concluido. Desde Pfizer apuntan en la misma dirección. "Esta eficacia podría variar hacia arriba o hacia abajo, ya que el análisis sigue abierto y se están recogiendo más datos", aseguraban desde Pfizer España al diario 'AS' el pasado fin de semana. 

Cada paso adelante en el desarrollo de la vacuna urge a zanjar una estrategia de suministro que, en el caso de España, depende del Ministerio de Sanidad. Entre las grandes dudas está la obligatoriedad de la vacunación contra el virus que ha generado la pandemia. "En algunos países han tenido que hacer obligatorias las vacunas para conseguir coberturas similares a las nuestras, pero en España nunca ha hecho falta y somos una población muy consciente y consecuente de los riesgos a los que nos exponemos", ha asegurado el director del CCAES, Fernando Simón, este lunes. 

Por ello, Simón ha esperado que llegado el momento no sea necesario obligar a la población a ponerse la vacuna contra el Covid-19, y ha advertido de que esta medida, a su juicio, no mejorará las coberturas. Así, todo apunta a que la vacunación será opcional, aunque muy recomendada desde las autoridades sanitarias.

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