Fin del bloqueo en Valdebebas. Tras meses en el dique seco, las grúas podrán volver a campar a sus anchas por este barrio madrileño. La pasada semana adquirió firmeza el Plan de Reparcelación Económica presentado al Ayuntamiento de Madrid a finales del mes de noviembre, según confirman a La Información fuentes de la Junta de Compensación de Valdebebas, un hecho que da el pistoletazo de salida a la construcción paralizada tras una denuncia.
Este nuevo paso supondrá el lanzamiento casi inmediato de, al menos, veinte promociones nuevas que llevan tiempo esperando la descongelación, tal y como confirman estas mismas fuentes, y la puesta en marcha de los motores de otras constructoras que están deseosas de plantar sus grúas en el barrio de Valdebebas.
El plan, aprobado el pasado 20 de noviembre, supuso la modificación de la reparcelación económica del planeamiento de todo el barrio, "incluida la parte en la que ya están viviendo los vecinos", señalan desde la Junta de Compensación. Por ello, tuvo que llevarse a cabo la ardua tarea de enviar notificaciones registrales de las modificaciones a unos 15.000 vecinos.
La Junta de Compensación alteró el primer plan urbanístico del barrio y cambió el uso del suelo de parte de la denominada "pastilla comercial". Lo que en un principio se iba a dedicar a superficie de 'retail' se dividió entre este fin, el residencial y el de oficinas, además de albergar un espacio educativo con la construcción de un colegio privado.
Pero hubo quien no estuvo de acuerdo con esta modificación de los usos y denunció ante la justicia una alteración del plan inicial con el que se construiría más edificación residencial sin la modificación adecuada de los servicios públicos. Por ello, dos sentencias congelaron el desarrollo de Valdebebas que, pese a tener construida una parte importante, no consiguió terminar su edificación por este hecho.
Como colofón, en 2016 el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), respaldado después por el Supremo, anuló el Plan Especial de esta zona de la capital -que databa de 2014- y obligó al consistorio a llevar a cabo una nueva reparcelación económica de la zona que subsanase los defectos hallados tras la modificación.
Tras varios recursos, no quedó más que acometer el mandato judicial. Ante tal hecho, las licencias de construcción de la zona quedaron completamente paralizadas y las grúas desaparecieron de este barrio madrileño que se quedó a medio construir. Ahora, las promotoras podrán volver a levantar sus bloques de pisos, chalets y oficinas, aumentar la oferta en esta zona y rebajar el precio que no ha parado de subir desde la congelación de la construcción.
El problema de los precios
Uno de los problemas que ha traído la paralización de la construcción en esta zona de Madrid ha sido un aumento de precios por encima de la media de la capital. En el año 2014, cuando se llevó a cabo la modificación del plan, el precio del metro cuadrado se situaba entre los 750 y los 900 euros. En cambio, a día de hoy apenas se pueden encontrar viviendas con un precio por debajo de los 3.000 euros por cada metro cuadrado.
Este aumento supone uno de los mayores que se ha registrado en Madrid tras la crisis inmobiliaria como consecuencia de la escasez de oferta. Por ello, gracias a la descongelación de la construcción y al aumento del número de promociones en el mercado que supondrá, se espera que los precios "tiendan a la normalización".
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