Colau, Idealista y su lustro de 'vendettas': de los desahucios a la multa por racismo

  • Ambas partes mantienen un desencuentro desde hace varios años que ha desembocado en el expediente sancionador por un anuncio discriminatorio.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (Archivo)
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (Archivo)
Europa Press - Archivo

Es el último capítulo de una auténtica pelea que lleva meses en liza. A un lado el Ayuntamiento de Barcelona, liderado por la alcaldesa, Ada Colau. Al otro, la plataforma digital del sector inmobiliario Idealista. Tras meses de tiras y aflojas, el Consistorio ha abierto un nuevo frente con el expediente sancionador presentado contra la compañía española. El pasado activista de la regidora ha marcado el devenir de esta batalla.

Todo arranca en noviembre, según explica a La Información el portavoz de Idealista, Fernando Encinar. La empresa recibe la notificación del expediente sancionador por un anuncio discriminatorio que sólo exigía inquilinos españoles, tras el aviso de un ciudadano a la Oficina por la No Discriminación. Durante varias semanas elaboran una respuesta de 22 páginas que envían al Ayuntamiento de Barcelona hace días. El consistorio ha hecho público este pasado fin de semana la medida no sólo contra Idealista, sino también contra la inmobiliaria The New House Barcelona.

El objetivo del gobierno municipal, según el concejal de Derechos de Ciudadanía, Marc Serra, no es "recaudatorio" sino "lanzar un mensaje de prevención general" hacia inmobiliarias, grandes propietarios y portales de Internet sobre potenciales discriminaciones. Pero en el seno de Idealista están convencidos de que se trata de un movimiento que tiene detrás la visión crítica que la compañía ha mantenido sobre la gestión del área de vivienda y del alquiler en la ciudad condal.

El sistema 

Desde Idealista confirman que no tuvieron conocimiento del anuncio hasta el envío del expediente del Ayuntamiento. Fue retirado dos semanas después de su publicación el 28 de junio. Pero, ¿cómo pudo ser? No recibieron ninguna notificación, pese a que tuvo más de 600 visualizaciones. Fernando Encinar explica que cuentan con un algoritmo que analiza todos los anuncios subidos a la plataforma. De su rastreo, en el que se incluyen todo tipo de expresiones y palabras discriminatorias o no aceptables según su propia política, salen en torno a un millar de publicaciones potencialmente problemáticas cada día.

Y es ahí donde llega el filtro humano. Un equipo de Calidad y Antifraude formado por decenas de personas -la compañía se niega a facilitar el número total- analiza ese millar de anuncios para determinar si es o no discriminatorio. En caso de que lo sea, se eliminan todas las expresiones que sean problemáticas, pero se mantiene el anuncio. En caso de que el propietario vuelva a reincidir subiendo de nuevo el contenido, se elimina definitivamente. A este repaso hay que sumar los reportes por usuarios -entre los que se encuentran también administraciones- que son analizados de manera prioritaria.

Las otras batallas

Sea como sea, el expediente ya está sobre la mesa. Y supone un nuevo golpe en esta batalla. Una lucha en la que el pasado activista de Ada Colau es clave. La alcaldesa nunca ha ocultado su afinidad con movimientos en defensa del derecho a la vivienda como el Sindicat de Llogateres, algo que viene especialmente de su etapa como portavoz de la PAH, cuando se dio a conocer como un posible activo político. Esto supone que la web inmobiliaria, a la que desde estos sectores se considera como una patronal de las inmobiliarias, simbolice todo aquello contra lo que ha luchado la alcaldesa.

Especialmente significativa en esta relación de Colau y esta agrupación fue el decreto para limitar el precio del alquiler que sacó adelante la parte de ERC en el Govern catalán a solo unos días de las elecciones municipales del pasado 26 de mayo. Esa iniciativa, que impulsó la consellera de Justicia, Ester Capella, fue un intento de 'arrebatar' la bandera de la vivienda a la primera edil de Barcelona y a los 'comuns'. La plataforma activista rechazó la medida, definiéndola como "cortina de humo electoralista", asegurando que nadie les había consultado al respecto. Y lo hizo a pesar de que defendía sus intereses y del rechazo que generó en todo el sector inmobiliario.

Otra de las batallas a las que la alcaldesa ha destinado más fuerza es a la de combatir a AirBnB. Ada Colau ha tomado todo tipo de medidas contra el portal de alquiler vacacional, exigiéndole retiradas de anuncios en la ciudad y a la que ha abierto expedientes sancionadores de hasta 600.000 euros. El auge del alquiler turístico fue precisamente el motivo por el que decenas de barceloneses se unieron para fundar el Sindicat de Llogateres, que de alguna manera recogió el testigo de una PAH que ha quedado desdibujada desde que los desahucios perdieron el foco mediático y muchos de sus miembros pasaron a formar parte de la vida institucional.

El portavoz del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera, niega relación alguna con este expediente. Insiste en que no están detrás pero sí que defiende que haya ayuntamientos, como el de Barcelona, que estén empezando a hacer una "labor imprescindible" que es la de regular el mercado inmobiliario. A la vez, aseguran que Idealista "ha dejado de operar como un operador neutro, sino que se ha destapado como la patronal de las inmobiliarias".

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