Los cambios en tres ministerios y el alza del precio enredan la venta de Hispasat

  • La empresa que preside José Folgado espera el fin de los relevos ministeriales para entrevistarse con Economía y con con el secretario de Energía
Hispasat ha desplegado antenas para la banda ancha vía satélite.
Hispasat ha desplegado antenas para la banda ancha vía satélite.
EP

La venta de la compañía de satélites Hispasat a Red Eléctrica de España (REE), en negociación desde finales de 2017, se complica. Los dueños de Abertis -ACS y Atlantia- piden más dinero por la sociedad, en torno a 1.300 millones, animados por la efervescencia que vive el sector. A ese precio, apunta fuentes de REE, la operación será difícil que culmine.

Pero con Hispasat no se trata únicamente del lógico regateo entre vendedor y comprador a cuenta del precio. Los recientes cambios en el Gobierno han sumido en un cierto desconcierto a REE, participada en un  20% por la SEPI y con un presidente -José Folgado-designado por el PP en 2012. 

Tras el relevo en el Ejecutivo, la operación de Hispasat que supervisaba el anterior ministro de Energía Álvaro Nadal incumbe a otro departamento: el de Economía y Empresa que dirige Nadia Calviño. El nuevo ministerio asume los asuntos de sociedad de la información y agenda digital y el encargo de mejora de la competitividad, el desarrollo industrial y las telecomunicaciones. Hispasat cae de su lado y la cúpula de REE está pendiente de cerrar un próximo encuentro con la ministra para exponer sus planes.

Además de Calviño, REE está también pendiente del nuevo secretario de Estado de Energía José Domínguez Abascal. Como encargado de Energía del macrodepartamento que dirige la ministra Teresa Ribera, Domínguez puede supervisar la acción de una empresa regulada como es REE. El nuevo secretario de Estado, exsecretario general de Abengoa, asesoró  durante años al presidente de la empresa en temas de I+D y tecnología. El equipo de Folgado espera la toma de posesión del nuevo secretario de Estado esta misma semana para solicitar una reunión la que también se abordará la situación de la empresa.

La inquietud en la cúpula de la compañía tras el relevo Gobierno no acaba ahí. El principal accionista de la compañía es la SEPI (20%) y el nuevo jefe de la sociedad estatal, Vicente González Guerrero, es un desconocido para el equipo de Folgado. González Guerrero, interventor general de la Junta de Andalucía hasta su nuevo nombramiento, es un hombre de confianza de la ministra de Hacienda, Maria Jesús Montero. Cuenta con experiencia en el sector público empresarial - presidió la Agencia Andaluza de la Energía- y se da por seguro que trae voluntad de cambio -y nuevos nombramientos- a la SEPI.

Para el presidente de REE José Folgado (74 años), la llegada de un nuevo responsable a la SEPI supone la confirmación del fin de etapa que inició en 2015. Entonces traspasó poder ejecutivo al consejero delegado Juan Lasala, aunque maniobró para renovar en 2016 -junta general mediante-por otros cuatro años como presidente. En ese fin de etapa, la operación de Hispasat parecía un broche pertinente para cumplir con los planes de diversificación. Ahora se pone difícil.

Cuentas que no salen

Al precio que solicitan ACS y Atlantia, 1.300 millones, las cuentas no salen en REE. Con el pacto que la empresa cerró con Abertis a principios de año -en torno a 1.100 millones de euros-, la compra de Hispasat situaría el apalancamiento de la empresa en el 74%, una cifra que entonces se estimó razonable. El precio ha subido tras el acuerdo de ACS y Atlantia para controlar Abertis y el escenario cambia.

Con la operación en el aire, la estrategia que adopte el nuevo Gobierno con la empresa de satélites es una incógnita. Hispasat es una empresa estratégica y cualquier operación requerirá el visto bueno del Ejecutivo. Probablemente no en un paso, sino en varias etapas. Hispasat controla, entre otros proyectos, los satélites de uso militar de Hisdesat (43% de Hispasat y 30% del Ministerio de Defensa) y eso condiciona cualquier proceso de venta.

El anterior Gobierno de Mariano Rajoy barajó aplicar a la operación hasta cinco filtros: dos autorizaciones del Consejo de Ministros -una para Hispasat y otra para Hisdesat-; una autorización de inversión extranjera; un acuerdo de accionistas que concrete los términos de la venta, y el visto bueno de la secretaría de Estado de Telecomunicaciones que supervisa el espectro electromagnético en el que operan los satélites.

La compañía que quiere comprar REE obtuvo el pasado año un beneficio neto de 80,5 millones de euros, lo que supone más que triplicar (+220%) las ganancias del año anterior, cuando las cuentas del operador de satélites se vieron afectadas por gastos extraordinarios.

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