Víctor Madera, el hombre que vendió Quirón y se dedica a coleccionar palacios

  • Torre de Bajolí ha sido la última incorporación a la lista de joyas inmobiliarias que el capo de la Sanidad privada española rescata del abandono.
Víctor Madera compra un palacio en Menorca tras vender Quirón
Víctor Madera compra un palacio en Menorca tras vender Quirón
Víctor Madera compra un palacio en Menorca tras vender Quirón
Al norte de la isla de Menorca, en el término municipal de la Ciutadella, se alza la Torre de Bajolí

Víctor Madera saltó a la actualidad por protagonizar una de las operaciones mercantiles más importantes de los últimos años, la venta a Fresenius del grupo de hospitales Quirón, por 5.760 millones de euros. Algunos le consideran un romántico. Quizás el mismo se considere así. Imposible saberlo. No concede entrevistas y esconde sus preciadas inversiones inmobiliarias tras las siglas de sus empresas como Encantos de Menorca o Paisajes de Asturias. Se ha convertido en un verdadero coleccionista de palacios antiguos, que reconstruye y explota como hoteles, siempre que puede. Hijo de un constructor, Madera es un médico asturiano de 54 años y padre de tres hijos. Dicen que vive a caballo entre Madrid y Londres, aunque parece sentir mucho apego a su tierra.

No siempre fue un empresario con sitio propio en la lista Forbes con un patrimonio personal de 700 millones. Formado en EEUU como médico especializado en medicina deportiva, empezó su carrera gestionando centros de la Cruz Roja para dar el salto al ponerse al frente del hospital María Cristina en San Sebastián. La vida puso en su camino a un matrimonio de médicos de Castilla-La Mancha que decidió ampliar su negocio de listas de espera y encontró en Victor Madera su vehículo para materializar aquel proyecto. Y ahí empezó todo. Diseñó una sociedad, Ibérica de Diagnóstico y Cirugía, que compró aquella red de pequeñas clínicas con las que la sanidad pública concertaba la cirugía de las listas de espera. En 2005 vendió la empresa al grupo Capio y se convirtió en presidente de Capio Sanidad.

Su entramado empresarial incluyó la adquisición de la Fundación Jiménez Díaz en Madrid y en 2014 el grupo Hospitalario Quirón. Tras su venta, Madera recibió un 6,1% en acciones que llegaron a valorarse entre los 400 y 500 millones de euros. En la actualidad, además de ser el Presidente de IDCsalud Holding, ocupa cargos en numerosas empresas como Desarrollos Empresariales Piera, Helios Healthcare Spain, Gamboa 2000, Compañía Algarve 2005, entre muchas otras. Su vertiente solidaria la desarrolla a través de la Fundación Recover centrada en gestionar hospitales sin ánimo de lucro en África. A algunos de sus actos, ha asistido la reina Sofía.

Una red de palacios 

Por su posición de hombre fuerte de la sanidad privada algunos les llamaron ministro de sanidad en la sombra, cabeza visible de la política privatizadora de la sanidad pública…pero a él lo que le gusta es el anonimato y coleccionar palacios. No los compra para habitar en ellos, sino para evitar su abandono y explotarlos como hoteles. En esta tarea le ayuda su mujer, profesora de arte y asturiana como él. Poco se sabe del grupo del resto de empresarios que se esconden detrás de la sociedad Paisajes de Asturias. Con una sede en Oviedo y otra en el Paseo de la Castellana, es difícil conseguir información por teléfono.

Su última adquisición ha sido la Torre Bajolí, al norte de la isla de Menorca, en el término municipal de la Ciutadella. Se asienta en un terreno con forma de rectángulo de poco más de setenta y dos metros cuadrados en el que, además, hay un edificio de dos plantas adosado a ella con una superficie de noventa y dos metros cuadrados y un aljibe. Fuera del edificio existe otro edificio de una sola planta de veintisiete metros. En total, según consta en la nota simple del Registro, se trata de una edificación de setecientos metros cuadrados.

Cuentan que la torre se construyó en 1694 para poder vigilar la presencia de piratas en la costa. Sus antiguos propietarios eran los herederos de la familia Oliver, una saga con raigambre en la isla en la que hay abogados, arquitectos de reconocido prestigio y el actual barón de Lluriach, José María de Olivar Ordís. Hace varios años que habían puesto la propiedad a la venta por siete millones de euros, pero no habían encontrado comprador hasta que el empresario asturiano Víctor Madera la ha adquirido a través de la empresa Encantos de Menorca.

Fue administrador único de esa empresa hasta junio de 2017, momento en el que la entidad pasa a ser gestionada por un consejo de administración en el que es consejero Celso González García, abogado, ex accionista mayoritario del Real Oviedo y uno e los habituales en sus empresas. También el arquitecto Francisco Ortega Montoliu, cerebro de muchas de las reformas de sus emblemáticos edificios. Constituyó Paisajes de Asturias, junto a algunos inversores asturianos, para explotar toda clase de inmuebles con un capital que ha llegado a rebasar los 37 millones de euros. Han adquirido pisos en Madrid, fincas y propiedades en Formentera… pero sus grandes protagonistas son los palacios en los que vivieron miembros de la nobleza española y que hace años se encontraban cerrados y abandonados. Madera y sus socios los reforman y, en algunos casos, lo destinan a uso hotelero.

Su colección privada

En 2010 se hizo con su primer juguete: el palacio de Trenor, en Figueras, por dos millones de euros y el palacio de los condes de Donlebún, en la localidad de Barres, muy cerca del anterior. Las dos edificaciones pertenecían a la familia Pardo-Donlebún que se habían traslado desde Galicia a tierras asturianas tras una revuelta antinobiliaria en el siglo XV. José Trenor, que falleció en 2007, fue el último propietario que disfrutó del inmueble y convirtió el jardín en un gran y exótico invernadero lleno de cactus a los que era un gran aficionado. A su muerte, las propiedades quedaron en manos de sus seis hijos que decidieron desprenderse de ellas. El edificio está aún en fase rehabilitación para convertirse en hotel.

Después vino la adquisición del palacete Villa Excelsior en Luarca. El edificio se concibió como un capricho millonario de Manuel Méndez de Andés en 1912 tras recibir la herencia que su tío, propietario de la fábrica de tabaco llamada ‘La Abundancia’, había amasado vendiendo los cigarrillos Excelsior. El nuevo dueño se construyó esta casa para él y su esposa, Tarsila Blanco, sin reparar en gastos, con la exageración propia de un caprichoso millonario. La villa se convirtió en el punto de encuentro del poder político y social de la época. Hasta que la fortuna se acabó y los negocios se esfumaron. Manuel falleció en un accidente marítimo en uno de sus viajes a Argentina. Tarsila permaneció en la villa aunque ya nadie llamaba a su puerta. Su última propietaria fue Esther Méndez de Andes que vivió allí hasta los 83 años. Su vida, digna de un guión de cine, la recogió en una entrevista la periodista Maruja Torres. Esther era una mujer bellísima y elegante que a los 20 años se quedó viuda de un juez que la desheredó para dejárselo todo a sus cuñadas. Tuvo la mala suerte de ser una de los 61 heridos en el atentado del Grapo en la cafetería California 47.

Otra de sus adquisiciones ha sido la Torre de los Moreno, en Ribadeo. Construido en 1915 con el dinero que enviaban Pedro y Juan Moreno de Ulloa, dos emigrantes españoles en Argentina. Se trataba de una casa señorial de 430 metros cuadrados repartidos en tres plantas con nueve habitaciones y tres baños. Su precio era de 485.000 euros. Todo en la Torre dos Moreno rezuma historia. En 2011 la empresa adquirió el 60% e invirtió más de 100.000 euros para que no se viniese abajo. Quiso comprarla toda, pero el 20% sigue en manos públicas mientras las críticas por su lamentable estado ocupan muchos de los plenos en el ayuntamiento.

También tiene entre sus posesiones el Palacio de los Duques de Estrada, un lugar de ensueño de unos 1.300 metros cuadrados ubicado en el casco histórico de Llanes. El edificio se construyó en el siglo XVIII por Fernán Duque de Estrada, primer conde de la Vega del Sella, miembro de una saga de propietarios e inversores ennoblecidos con los títulos de marqueses de la Deleitosa y condes de la vega del Sella. Está construida sobre otro palacio anterior aunque cuando la empresa lo adquirió en 2010 estaba en ruinas por un incendio sucedido en 1809 sobre el que circulan dos versiones. Una asegura que fue obra de las tropas del general Bonet y la segunda que fueron los propios lugareños quienes lo quemaron tras la ayuda de la familia del duque a los franceses. El Palacio fue adquirido en 2006 por 3,9 millones a Turismo y Urbanizaciones S. L. por Promoción, Construcción y Proyectos El Sablón 2006, de la que es promotor Antonio Valle. Este empresario se lo vendió después a este grupo de empresarios asturianos liderados por Víctor Madera.

En la misma localidad asturiana obtuvieron otro de sus objetos de deseo: el Palacio del Cercau que ha sido escenario de musicales o rodajes de películas y series como ‘La Señora’. Su compra costó entre tres y cinco millones de euros. Lo construyó un miembro de la noble familia de Posada, Pedro Junco de Posada, que fue obispo de Salamanca y así pasó a sus herederos que terminaron por venderlo. Estamos seguros que la lista no acabará aquí.

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