Virgin busca ayudas en la UE a Hyperloop en España pese al lío del anillo ferroviario

  • Estudia completar la financiación de CDTI e ICO con fondos europeos. Bruselas obligó en 2016 a que Adif devolviera 140 millones de anticipos al Estado
Uno de los prototipos de Hyperloop One.
Uno de los prototipos de Hyperloop One.

Son condición indispensable para que Virgin ponga un pie en España. Las ayudas públicas representaron uno de los requisitos que impuso la compañía norteamericana en sus conversaciones con Fomento y la Junta de Andalucía. Dos entidades públicas, CDTI e ICO, ya estudian la concesión de préstamos públicos. Pero la compañía también analiza subvenciones europeas. Y lo hace pese a que los antecedentes no son buenos: hace dos años, la Comisión Europea obligó a Adif a devolver 140 millones de euros de ayudas a la construcción, precisamente, del anillo ferroviario en Antequera (Málaga).

126 millones de euros es la cantidad que la compañía fijó de ayudas públicas a la I+D y préstamos públicos para completar su inversión hasta alcanzar los 433 millones (500 millones de dólares al cambio). Según confirman fuentes conocedoras a La Información, Virgin ha decidido poner también la vista también en Europa para solicitar parte de esas subvenciones.

La compañía, que está detrás de la empresa Hyperloop One (desarrolladora de uno de los modelos del tren supersónico ideado por el fundador de Tesla, Elon Musk), ha informado a las administraciones locales que está estudiando la presentación de la solicitud durante los próximos meses, antes del arranque previsto para el próximo mes de marzo.

En los planes iniciales, CDTI e ICO iban a aportar en torno a 100 millones de euros en diferentes programas de financiación pública, con condiciones ventajosas en lo que a plazos y tipo de interés se refiere. El resto debería aportarse a través de ayudas públicas. No está claro aún cuáles serán los programas a los que acudirán, aunque todo apunta a que será el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Pero lo que resulta evidente es que los antecedentes no se lo van a poner fácil a la compañía estadounidense.

Antecedentes complicados

En 2013, el Gobierno aprobó el proyecto del anillo ferroviario, cuyos primeros trámites arrancaron en 2009. En un primer momento se trataba de una instalación de ensayos ferroviarios para desarrollar soluciones avanzadas en la Alta Velocidad. La primera versión contemplaba: un circuito en forma de anillo de 57 kilómetros con una velocidad máxima de ensayo de 450 kilómetros por hora y otros dos para metros y tranvías. Dos años más tarde lo modificó y se quedó con el anillo principal y abandonó la idea de los dos secundarios. El coste: 358 millones. De ellos, 259 millones eran en forma de subvención con cargo a presupuestos del Estado en concepto de “anticipo” del fondo FEDER.

Las naves de Adif en Antequera
Las naves de Adif en Antequera, donde se instalaría Virgin. / Fomento

Y fue ese el ‘pecado’ cometido. Hasta 2015, Adif había recibido del Estado 139,9 millones de euros en anticipos de subvenciones. Una decena de compañías del sector pusieron en cuestión que existiera demanda real para un centro de ensayos que opere a tan alta velocidad. Algunos insistían en que elevar tanto la velocidad implicaría unos costes muy altos. Tras un año de análisis, la Comisión Europea entendió que esos fondos debían ser considerados ayuda de Estado y, por tanto, debían ser recuperados por el Estado.

¿Por qué? Básicamente porque no respondía a un interés común. Bruselas entendía que no había una deficiencia del mercado que hiciera necesaria la intervención del Estado y que no existía ni un efecto incentivador de la infraestructura, ni proporcionalidad. La Comisión dictaminó que se trataba de un caso de "falseamiento de la competencia, al subvencionar a un nuevo participante en el mercado".

Queda por ver cómo presentarán tanto Adif como Virgin esas ayudas. Ambos, como ya sucediera con el anillo ferroviario entre la propia Adif y la Junta de andalucía, firmaron un protocolo firmado por la empresa pública y la compañía estadounidense.

Aún sin filial, ni financiación pública

Virgin sigue con el calendario de trámites. Tras el estudio de viabilidad, deberá crear una sociedad filial en España -requisito indispensable para las posibles ayudas y financiación pública- y ultimar la petición de préstamos tanto al Centro de Desarrollo Tecnológico (CDTI) y el Instituto de Crédito Oficial (ICO).

La cuenta atrás para el proyecto ha comenzado. Mucho aún por recorrer para que los operarios de Virgin puedan aterrizar en la nave de 19.000 metros de Adif que se construyó precisamente para ese anillo ferroviario frustrado y cuya financiación del Estado fue interpretada por Bruselas como ayuda ilegal.

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