Con la puerta abierta a la venta

Vodafone España acumula más de 5.100 millones en créditos fiscales por pérdidas

La división local de la operadora británica suma otros 500 millones 'extra' durante el último ejercicio en el país. No tienen caducidad pero no han sido utilizados por el "entorno comercial" en España.

Tienda de Vodafone
Vodafone España acumula más de 5.000 millones de créditos fiscales por pérdidas
EFE

Vodafone sigue engrosando su 'despensa' de créditos por pérdidas fiscales en el mercado español. La operadora de telecomunicaciones ha superado la barrera de los 5.000 millones de euros durante el último año fiscal, después de haber sumado algo más de 500 millones 'extra' en ese ejercicio. Se trata de bases imponibles negativas que podrán ser deducidas en ejercicios posteriores con resultados positivos en ONO, su filial encargada del negocio fijo. Una parte significativa de esta cantidad procede precisamente de la compra de la 'cablera' en el año 2014. Esto se produce justo en un momento en el que la compañía analiza todos los escenarios en una "revisión estratégica" en la que se abre la puerta a una potencial venta parcial o total.

Durante el último ejercicio fiscal finalizado el pasado 31 de marzo se ha dado un salto desde 4.627 hasta los 5.130 millones de créditos fiscales procedentes de pérdidas anteriores, según queda reflejado en el informe anual consolidado de la multinacional presentado a sus inversores en Reino Unido y al regulador bursátil estadounidense (SEC). En total son 503 millones de incremento anual, que supone el mayor de los que se han registrado desde que se adquirió el negocio de ONO por 7.400 millones de euros en el año 2014.

Esa operación de ONO fue clave precisamente para engrosar esa despensa en el ejercicio 2015, tras incorporar en su perímetro a la compañía de cable y fijo. En aquel momento se sumaron cerca de 3.500 millones de euros de estos créditos que correspondían precisamente a pérdidas fiscales de la compañía que fue dirigida por José María Castellanos y controlada por varios fondos de inversión. Desde ese año ha ido acumulando progresivamente.

Como deja clara la compañía en su informe, se trata de créditos fiscales que no tienen ningún tipo de caducidad y que podrán ser compensados a futuro con los beneficios de la compañía para reducir la factura fiscal. Pero por el momento se descarta contabilizar como activo fiscal ni una proporción de esta cantidad. ¿La razón? "Debido al entorno comercial en España", asegura en el informe. Así ha sido durante los últimos tres ejercicios. El último año en el que sí que se contabilizaron fue en el periodo 2017-2018, cuando se apuntaron 880 millones. Un año después tuvieron que dar de baja 1.100 millones ante el "deterioro del negocio español". 

La compañía británica ahonda en las razones que esgrime para reconocer o no los activos por impuestos diferidos sobre esos créditos fiscales. Se basa en si el equipo directivo juzga que es "probable" que habrá "suficientes y adecuadas" ganancias gravables contra el que utilizar estos activos en el futuro. Utiliza las mismas previsiones de cinco años sin descuento que se utilizan para calcular potenciales ajustes de valoración de las filiales.

Estos créditos fiscales son un arma en una potencial transacción de venta, pues permite al comprador asegurarse ahorros fiscales futuros al activarlos

Estos créditos fiscales son un arma importante en una potencial transacción corporativa. Permite al comprador o al aliado en una fusión asegurarse ahorros fiscales futuros compensando esos créditos. Es por ejemplo lo que pasó en el caso de Orange y Másmóvil, en su 'joint venture' al 50%. Los franceses acumulaban 2.100 millones de euros a cierre del pasado año 2022, en el que se formalizó la unión y se llevó a la Comisión Europea (de los que habían reconocido como activos un total de 400 millones). Por su parte, el cuarto operador contaba con 401 millones de euros, lo que suponía apenas 8 millones más que un año antes.

Los números en España

Hoy por hoy, Vodafone ha abierto una "revisión estratégica" profunda sobre su negocio en España. Así lo anunció ante los analistas la nueva consejera delegada, Margherita Della Valle, quien aseguró que la situación del mercado, con una fuerte competencia especialmente centrada en el segmento del 'bajo coste', es "muy difícil". La ejecutiva aseguró que todas las opciones están sobre la mesa, incluida la venta. Ella habla, en el argot corporativo, de "cambios estructurales". Al margen de la salida completa del país también está sobre la mesa la venta de otros activos como la red fija. En una potencial transacción de cambio de manos, estos créditos fiscales tendrían importancia, como la tuvieron en su momento en la compra de ONO.

Estos 500 millones de euros de bases imponibles negativas nuevas se generaron en un ejercicio fiscal en el que los ingresos totales de la operadora en España disminuyeron un 6,5% hasta los 3.900 millones de euros debido a las menores ventas por servicio (conectividad) y de equipos. Estos ingresos por servicio se redujeron un 5,4% en el conjunto del año, pero en el trimestre de enero a marzo se recortaron sólo un 3,7% lo que supone una mejora ostensible respecto a la caída previa. El beneficio operativo ajustado -que no neto- se mantuvo más o menos estable gracias en buena parte a la devolución fiscal de 30 millones de euros del IAE tras la sentencia favorable del Supremo. El grupo ha mantenido sin ajustes de valoración la filial española después de los dos que ejecutó en 2018 y 2019 que sumaron 3.770 millones.

Mostrar comentarios