Las cifras de la operación

Vodafone deberá abonar a Másmóvil más de 72 millones por el negocio en Portugal

La transacción, que queda fuera de la fusión con Orange, está pendiente de la autorización de Competencia en el país luso. El resto hasta más de 150 millones es deuda que asumirá el operador británico.

Meinrad Spenger, consejero delegado de Másmóvil.
Meinrad Spenger, consejero delegado de Másmóvil.
L.I.

Vodafone deberá pagar algo más de 72 millones de euros por la totalidad de las acciones de la división portuguesa de Másmóvil, que opera bajo la marca Nowo. A esto hay que sumar la deuda financiera que asumirá la operadora de telecomunicaciones británica tras la adquisición. La transacción está aún a la espera de que el regulador del país luso dé luz verde definitiva, que se esperaba para esta primera parte del año 2023. El movimiento se mantiene al margen de la unión con Orange, cuyos detalles están siendo estudiados desde hace meses por el área de competencia de la Comisión Europea.

Tras alcanzar un acuerdo con Orange para fusionar sus operaciones en España a través de una 'joint venture', el cuarto operador estudió varias alternativas para su negocio en Portugal. Buscaba la salida, teniendo en cuenta que este activo era descartado por ambas partes y que el mercado local se había endurecido con la llegada de Digi y otros operadores 'low cost'. Tras analizar las opciones se decidió vender en septiembre toda la división a Vodafone. Es decir, el cuarto operador adquiriría el tercero. En aquel momento no se hizo público el montante y el reparto de la transacción.

Másmóvil contempla, según queda reflejada en la documentación oficial de la matriz británica del grupo, que Vodafone deberá abonar un total de 72 millones de euros por el 100% de las acciones. Hay que tener en cuenta que el operador dirigido por Meinrad Spenger se había hecho con el 50% que no controlaba en abril de 2022 por 46,6 millones de euros, lo que implicaría una valoración superior a los 90 millones. Seis meses después, el precio final -excluyendo la deuda financiera asumida- es sensiblemente inferior.

Este es el precio de la transacción por las acciones. Pero a esto hay que sumar la deuda financiera que el grupo había asumido para el despliegue de red propia en el país y para la compra de espectro radioeléctrico en la última y controvertida subasta portuguesa. En total, los préstamos ascendían a casi 50 millones de euros, junto con otras deudas financieras de unos 20 millones y pasivo con acreedores comerciales de 61 millones. En total son más de 150 millones en los que se había estimado el valor total de la transacción.

Esta división lusa, cuya compra fue liderada por el que ahora es el consejero delegado de Vodafone en España en sustitución de Colman Deegan, quedó fuera de la fusión con Orange. También se excluyó la filial de Totem, la 'torrera' creada por el grupo de telecomunicaciones francés. Lo lógico es que haya una luz verde desde Portugal en las próxima semanas. Respecto a la 'joint venture', el primer pronunciamiento formal de la Comisión Europea está previsto para el próximo lunes, cuando previsiblemente confirmará que el análisis sobre la transacción pasa a una 'fase 2' debido a la complejidad y a la posibilidad de exigir restricciones (remedies en el argot).

La de la filial portuguesa no es la única operación corporativa que se firmó el año pasado en los despachos nobles de Másmóvil. Una de ellas fue la adquisición de SVINT, un operador local con sede en Valencia, que supuso un desembolso de 5,5 millones de euros. La otra es la toma de control definitiva de Lucera Energía, la comercializadora de luz. El cuarto operador había reservado hasta 31 millones para comprar el 46% restante que no estaba en sus manos -el 51% lo compró por 4 millones-. Finalmente, sólo ha utilizado 7 millones. El resto ha sido contabilizado como reservas.

Los números de 2022

El año 2022 se cerró en Másmóvil con un 17% más de ingresos y unos beneficios disparados por la venta de la red de Euskaltel. El equipo directivo de la compañía, con Spenger a la cabeza, ingresó 2,5 millones de euros en salarios, frente a los 2,3 millones de un año antes. Sobre el plan de incentivos para la cúpula, que premiaría una operación como la de Orange, no se especifica ninguna provisión en las cuentas. Sólo se asegura que no ha habido ganancias por los consejeros en el ejercicio de opciones sobre acciones "y no hay dinero u otros activos pagados o recibidos por los consejeros bajo el plan de incentivos", según queda reflejado en la memoria anual.

Junto a la presentación de las cuentas, Másmóvil también hace un repaso sobre el reparto accionarial de la compañía en el registro mercantil británico. Y ese se mantiene invariable respecto al año anterior. Los tres fondos de capital riesgo (Cinven, Providence y KKR) mantienen el control sobre el 86% de las acciones del grupo a través de una firma con sede en Jersey. El resto se distribuye entre los inversores españoles (la familia Ybarra Careaga, el fundador de Ibercom, José Eulalio Poza, y la gestora de capital riesgo Inveready) y el CEO.

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