Vodafone ha descartado 'in extremis' presentar su oferta para la adquisición de los derechos de emisión de la próxima Champions League en la subasta convocada por Mediapro, la productora controlada por Jaume Roures. Pese a ello, la compañía mantiene la puerta abierta para negociar durante las próximas semanas.
La operadora británica ha decidido no pujar debido a que las condiciones planteadas por Mediapro no encajan con sus pretensiones económicas. El resto de operadores -Telefónica y Orange- sí que han presentado una oferta. A partir de ahora, arranca una negociación uno a uno para llegar a un acuerdo.
Semanas de negociación
El pasado viernes finalizaba el plazo para presentación de ofertas por parte de las operadoras. Según confirman fuentes oficiales de Mediapro, se han presentado "todos los grandes operadoras menos uno". Ninguna de las partes precisan cuáles han sido las ofertas presentadas. Todos se limitan a asegurar que arranca un periodo de conversaciones que se puede alargar durante las próximas semanas. Restan aún cinco meses hasta su emisión.
¿Y los nuevos operadores tecnológicos como Amazon o Facebook? Desde Mediapro descartan ofrecer datos sobre si han participado o no en esta primera fase de la subasta.
Queda por ver qué consecuencias tiene este 'no' por parte de Vodafone en la puja. En principio, según confirman fuentes oficiales de Mediapro, esta negativa no le impide negociar de manera personalizada con la productora en las próximas semanas. Aún así queda una puerta abierta: un posible pacto con Telefónica para la reventa de esos derechos.
A Coimbra no le salen las cuentas
El consejero delegado de la compañía en España, Antonio Coimbra, se ha mostrado muy crítico con los precios ofrecidos por parte de Mediapro para adquirir los derechos. Durante el Mobile World Congress, el pasado mes de febrero, el máximo directivo aseguraba que no le salían las cuentas de la inversión.
Según Coimbra, con la situación actual de precios, a la compañía le saldría más rentable incluso perder todos los clientes que pagan por este contenido. Si los 400.000 clientes de fútbol de Vodafone -que cada uno paga unos 80 euros al mes- se marcharan si no tuvieran ese contenido en la 'teleco', no sería especialmente sangrante para sus cuentas, de acuerdo a su visión.
El máximo directivo lo dejó claro: para que un usuario de sus servicios pague realmente el coste de este contenido, debería abonar hasta el triple de las tarifas actuales (entre 50 y 60 euros al mes, frente a los 20 actuales).
La compañía británica perseguía que se cambiara el sistema de puja, sin que se basara en un coste fijo, sino en otros factores variables como los clientes. El objetivo: "hacerlo más equilibrado". La operadora se gastó más de 200 millones de euros al año.
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