Vodafone ha cerrado el primer trimestre de este año 2020 con una mejora de los números en el mercado español, tras recortar la caída de ingresos a más de la mitad y volver al crecimiento en las cifras comerciales. Sin embargo, ante las dificultades del mercado por el crecimiento del 'low cost' y los efectos del coronavirus, el grupo ha decidido rebajar en 840 millones el valor de la filial.
El último trimestre de su año fiscal (que acaba el 31 de marzo) se cerró con las mejores cifras de los últimos periodos. Tras la 'travesía en el desierto', los números mejoran. En total, los ingresos cayeron un 4% (frente al 10% de un año atrás) en todo el ejercicio. Los referidos a servicios -que excluyen la venta de teléfonos móviles- se redujeron tan solo un 2,7%.
Junto a esta mejora, la operadora liderada en España por Antonio Coimbra ha retornado al crecimiento comercial después de que en ese trimestre haya sumado 51.000 clientes móviles de contrato; 28.000 de fibra, y 41.000 de televisión. Esta última cifra se ha logrado sin el contenido premium del fútbol, que rechazó adquirir hace ahora año y medio después de que entendiera que no era rentable.
El grupo destaca que este desempeño ha tenido en el rendimiento de Lowi, la marca 'low cost', una de las principales claves. La compañía no desglosa por enseñas, pero sí que ha dado por primera vez el crecimiento: un 50% más respecto al año anterior. Por tanto, buena parte de esta mejora ha venido de esta segunda división, prueba de cómo el mercado se dirige hacia este segmento, tal y como advirtió también Orange en sus últimos resultados.
Las condiciones del mercado son especialmente duras. Y así lo asegura el grupo en su reporte ante la CNMV británica. "El entorno general de precios sigue siendo altamente competitivo, pero seguimos viendo una buena aceptación de nuestros nuevos planes ilimitados", asegura. Vodafone fue el primero de los grandes operadores en extender esas tarifas ilimitadas de datos en todo su portfolio.
Ahora, según sus propios números, cuenta con 2,4 millones de clientes con estas tarifas ilimitadas. Y su adopción mejora también en el negocio, pues el ingreso medio (conocido en el argot como Arpu) de los clientes con planes ilimitados "es superior después de completar la migración".
En la rentabilidad también se perciben signos de mejora tras los problemas de hace más de un año. El resultado operativo (Ebitda) ajustado cayó un 1,7% en todo el año. Pero hay que destacar que en el último semestre creció un 8,2%, "respaldado por los menores contenidos y por los costes comerciales".
Recorte de valoración
Esas circunstancias del mercado vuelven a impactar en el valor de la filial española. El grupo ya ejecutó un recorte de 2.900 millones a finales de 2018, tras el ERE y los diferentes recortes. Ahora, saca de nuevo la tijera: 840 millones de euros. ¿La razón? "Las difíciles condiciones comerciales y económicas en España", asegura. Se trata de un deterioro por la reducción de los flujos de caja previstos para los próximos trimestres.
Esas condiciones del mercado llevarán, según las previsiones del grupo, a un "reposicionamiento hacia marcas de bajo coste" y a una mayor intensidad competitiva dentro la estrategia multimarca del resto de rivales. Estas circunstancias se van a permanecer "en el medio plazo".
No es el único aspecto que el grupo valora para este recorte, que también lleva a cabo en otras filiales de Irlanda, Rumanía o su división de automoción. También introduce la pandemia del coronavirus, que ha acarreado restricciones que han impactado en el sector. "Es un desafío predecir el alcance y la duración de su impacto en los negocios de Vodafone y en los países donde opera", apuntan.
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