Vodafone provisiona más de 160 millones para sufragar el último ERE en España

  • La operadora completa la salida de 1.033 empleados entre sus dos grandes filiales. Perdió más de 600 millones en el año de la guerra del fútbol.
La plantilla de Vodafone 'aprieta' para rebajar la cifra de despidos en el ERE
La plantilla de Vodafone 'aprieta' para rebajar la cifra de despidos en el ERE
EFE

Vodafone desembolsará más de 160 millones de euros para pagar todas las salidas de su Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en España, que afectó a algo más de un millar de empleados. Es la cantidad que provisionó en las cuentas de sus dos principales filiales en España, en las que confirma unas pérdidas de más de 600 millones de euros en el 'año negro' del fútbol.

Febrero de 2019. Vodafone culminaba con éxito la negociación de su tercer ERE en los últimos años, como último paso de un giro en España para tratar de adaptarse al mercado, con un mayor foco en el 'low cost' tras la irrupción de Másmóvil. En total, 1.033 salidas (la mitad de ellas forzosas) entre la filial principal y Vodafone ONO. Los despedidos se fueron con indemnizaciones de 50 días por año trabajado y un máximo de 33 mensualidades.

Ahora, la compañía hace público el coste que implicará para sus arcas. Según hace público en el informe anual del ejercicio 2018-2019, concluido a finales del pasado mes de marzo, ha provisionado un total de 163 millones de euros para hacer frente a todas las indemnizaciones y los pagos para los prejubilados. A esta cantidad se suman las reservas que ya realizó el ejercicio anterior para cubrir el plan de prejubilaciones que se firmó en 2018 y que asciende a otros 22 millones extra, pendientes de abonar (son pagos que se harán mes a mes hasta que lleguen a la edad de jubilación).

Después de los dos primeros ERE, Vodafone contaba a cierre del ejercicio fiscal, en marzo, con 5.150 empleados. Esta cantidad no está impactada por las 1.000 salidas del último expediente. La plantilla española de la operadora se quedaría en torno a los 4.100. Es el nivel más bajo antes de que en 2014 se decidiera adquirir ONO por 7.200 millones de euros para tratar de hacer frente a la ola de oferta productos convergentes (fibra y móvil) tras el lanzamiento de Fusión por parte de Telefónica.

Las cifras de la compañía

El pasado ejercicio, en el que se ejecutó este recorte de empleo, fue uno de los más duros de las casi dos décadas de historia de Vodafone en España. Una decisión marcó el devenir del negocio ese año: descartar la compra de los derechos de retransmisión de todo el fútbol, al entender que los precios eran demasiado altos y poco rentables con su base de clientes de televisión heredada de ONO. Este movimiento era la culminación de su giro hacia el 'low cost' en un mercado convulsionado por la llegada de Másmóvil. "Cerca del 50% de las altas brutas están asociadas con ofertas 'low y medium cost', lo que nos obliga a tener una estructura de costes preparada", reconocía Antonio Coimbra, presidente y consejero delegado de la compañía.

Con ese cambio de estrategia, según admitía la propia compañía, se sufriría una caída de ingresos significativa hasta empezar a retomar la senda de crecimiento. Y así fue. Los ingresos cayeron durante los doce meses de ese ejercicio fiscal (abril 2018-marzo 2019) más de un 5% hasta los 4.688 millones de euros, hasta niveles de hace un lustro, justo tras la adquisición de ONO. El margen operativo descendió en la misma proporción. La filial principal de la compañía perdió 600 millones de euros, junto con los 479 millones de ONO, que aún se mantiene separada societariamente, aunque fiscalmente sí que se consolidan en la matriz. Eso acarreó una provisión en la matriz británica de 2.900 millones por el recorte de valor de los activos en el país.

Así quieren tratar de recuperarse

Ese es el escenario del año ya cerrado. La compañía busca recuperar la senda de crecimiento. En el primer trimestre de su ejercicio fiscal -acabado en junio- sufrió nuevas caídas: un 10% menos de ventas por el fútbol y por los fuertes descuentos. En sus previsiones está que a finales de este año se toque suelo y arranque una subida de ingresos y también de Ebitda, pues se percibirían mejor los ahorros vinculados a la decisión de no comprar el fútbol.

En su estrategia, sigue potenciando el 'low cost' con una marca, Lowi, que se ha erigido en una de las grandes ganadoras de la batalla en este segmento en el último año. Hoy cuenta con 700.000 abonados y solo entre abril y julio registró una portabilidad neta de 125.000 líneas móviles, según los datos aportados por la firma. A esto hay que sumar su (arriesgada) apuesta por reforzar su imagen como operador principalmente móvil con el lanzamiento de una primera fase de conexiones 5G en sus tarifas y centrado principalmente en el contenido audiovisual.

La compañía asegura que, pese al difícil año, generó una contribución de algo más de 5.000 millones a la economía española -entre sueldos, servicios a empresas e impuestos-, un nivel muy por encima del año anterior. Solo espera que este sea el último de su particular travesía en el desierto.

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