La logística del gigante automovilístico estadounidense Ford en Europa y que las piezas y los componentes lleguen a tiempo a la cadena de montaje de la factoría de Almussafes depende de una empresa de Valencia, Walkerpack MPL. Una compañía además, que es ejemplo de integración laboral, ya que 120 de sus casi 600 empleados son discapacitados y por ello ha sido premiada por Cepyme. En la empresa aseguran que quiere continuar compatibilizando la búsqueda de la excelencia para cubrir las necesidades de los clientes y satisfacer sus mejores expectativas, con el compromiso social de integración de personas con diversidad funcional y colaboración desinteresada con proyectos de cooperación y ayuda social".
Y el reto continúa porque si hasta Walkerpack MPL suministraba sólo una parte de los componentes que necesita Ford para ensamblar sus coches en Almussafes, a partir de ahora la empresa dirigida por Pepa Torres y su marido, Salvador López, se encargará de recepcionar todos los componentes, de fuera de Europa y fuera de Europa, que necesita el gigante norteamericano, que solo fábrica en Almussafes la carrocería, para terminar sus coches. Para ello, para adecuarse a este volumen logístico Walkerpack necesitará una fuerte inversión, lo que ya ha comenzado a hacer comprando por cinco millones de euros una nueva nave al BBVA y ampliando su plantilla desde 450 empleados hasta 600. De ellos, una cuarta parte son discapacitados, ya que en su día, la empresa se hizo cargo del Centro Especial de Empleo Mongarma para discapacitados funcionales de Alcàsser (Valencia).
Y es que si hasta ahora Walkerpack MPL entregaba a Ford más de 5.000 piezas a la hora dentro de un catálogo de 3.600 referencias de los casi 20.000 componentes de un coche el volumen de multiplicará ahora por lo que a además del nuevo muelle tendrá que adecuar su flota de furgonetas y comenzar a realizar buena parte del transporte con camiones de mayor tonelaje.
Solo una nube aparece en el horizonte despejado de Walkerpack MPL: el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que aplica Ford a sus trabajadores de Almussafes, y que ha finalizado este viernes 25 de enero y los posibles planes de adelgazamiento de la plantilla y la producción de la multinacional en Europa que, sin duda, y de concretarse finalmente, amenazarán también a parte del empleo en Walkerpack MPL. Quizás por ello, para no depender en demasía de la factoría de Ford, la empresa comenzó hace ya tiempo su política de diversificación a través de la cual ha iniciado recientemente una nueva línea de negocio centrada en la alimentación ecológica. En concreto, en la producción y distribución de fruta y verdura ecológica, un proyecto con el que trata, entre otras cosas, de recuperar parte de la huerta de Alccàsser y en el que además se da trabajo a mujeres en grave riesgo de exclusión social y a víctimas de violencia machista.
Y es que en el frontispicio de la actividad de Walkerpack MPL se encuentra "la promoción de empleo entre sectores y colectivos cuyos miembros encuentran mayores dificultades de acceso y permanencia en el mundo laboral", entre otros principios.
Como explican en la empresa, que además de Ford trabaja también con Faurecia, Brigola Industriales, OEB o LEAR Corporation, "nuestro principal objetivo es satisfacer a nuestros clientes ofreciendo soluciones 'just in time' y a medida", para lo que realiza servicios de almacenaje y custodia de material, revisión y chequeo de material defectuoso, distribución del material y transporte propio, trasvase y embalaje de piezas y control de 'stocks'. Todo ello a partir de una cultura corporativa "basada en un plan de formación sólido y versátil dentro de la empresa con sesiones de entrenamiento constantes en todos los niveles, con lo que conseguimos la mayor y mejor motivación y polivalencia de nuestro personal".
Walkerpack MPL factura en la actualidad 11,5 millones de euros y tiene una capacidad de almacenaje de 25.000 metros cuadrados. Una empresa que ha crecido exponencialmente desde que en 2004 pasó a manos de Pepa Torres y Salvador López. Y es que Pepa, que trabajaba en Walker’s, una empresa de origen británico, hizo amistad con la dueña, Mary Walker, que le vendió la empresa, con las bendiciones de Ford, después de que ninguna de las hijas de la británica quisieran hacerse cargo del negocio en Valencia. Así, la compañía, pegada a la factoría de Ford de Almussafes y a la que le une un transportador, se ha multiplicado desde entonces, a base, como insisten en Walkerpack MPL, de trabajar las 24 horas del día. Tres turnos diarios para que cada pieza llegue a su hora y en las condiciones óptimas a la cadena de montaje de Ford.
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