Después de un primer intento y tras muchos años de debate, Wallapop se expande más allá de España. La plataforma de compraventa de productos de segunda mano lanzará su aplicación en el mercado italiano. El servicio estará operativo allí y además se establecerán las transacciones entre ambos países con envíos internacionales. El movimiento se produce sólo unos meses después de la ronda de 157 millones de euros que se anunció a principios de este año, con la entrada de inversores internacionales que buscan acelerar el crecimiento con el mercado español muy exprimido.
Wallapop ha tenido la expansión internacional siempre en su horizonte desde que a mediados de la pasada década empezara a a despuntar su plataforma. Pero se descartó en un primer momento para tratar de hacerse fuerte en España, como sucediera con compañías de anuncios clasificados como Idealista en sus inicios. Después hubo una incursión sin mucho éxito en Estados Unidos, donde se vio obligada a fusionarse con su rival Letgo -también de origen español- ante la durísima competencia para captar clientes y negocio. Ahí se congeló cualquier plan para fortalecer el negocio de los envíos y los anuncios promocionados. Ahora llega el siguiente paso, con la caja llena tras la ampliación y la necesidad de crecer más rápido.
El mercado italiano es el primer objetivo. "El mercado italiano guarda grandes similitudes con el español, donde uno de cada tres usuarios ya compra más artículos de segunda mano que antes de la pandemia", aseguran desde la empresa, que espera que la menor penetración del comercio electrónico sirva de gasolina. Lanzará no sólo su servicio de compraventa de proximidad, en el que los productos se entregan físicamente por el vendedor, sino también el de Envíos. Pero además habrá una integración entre ambos mercados, por lo que tanto los españoles como los italianos podrán ejecutar transacciones transfronterizas.
La compañía dirigida hoy por Rob Cassedy insiste en que esta decisión se produce en un momento de "auge" de la industria de los clasificados online. Según un estudio elaborado por ellos mismos para preparar el lanzamiento, más de la mitad de los internautas italianos han comprado o vendido productos de segunda mano en el último año -aunque sólo un tercio utiliza plataformas online semanalmente-. Pese a la oportunidad deberá batallar contra algunos rivales del sector, como es el caso de Subito, fundada en el año 2007, o Bakeca.
El de Italia es el primer paso de la estrategia de expansión que, en una primera fase, se centrará en Europa. "Nuestra ambición es construir un ecosistema de inventario único en Europa; no queremos explorar el mercado italiano como negocio secundario, sino aprovechar su enorme potencial", asegura Cassedy. En el continente hay startups verticales de segunda mano como es el caso de la lituana Vinted, dedicada a la ropa y que levantó 250 millones de euros el pasado mayo en una ronda liderada por EQT, aunque no hay un generalista que haya destacado de manera importante en todas las grandes plazas.
El contexto en el que se coloca esta primera pica fuera de España está marcado por la ronda de financiación de 157 millones de euros, de los que dos tercios (115 millones) fueron aportados por el fondo de inversión francés Korelya, financiado por el gigante digital surcoreano Naver, la compañía de internet líder del país con una importante experiencia en aplicaciones de mensajería o en buscadores. No se reportó el porcentaje que asumió ésta última, aunque sí que se dijo oficialmente que la valoración final rozó los 700 millones de euros. Sin embargo, la venta de las acciones propias del fondo sueco Vostok, que estaba presente desde hace más de un lustro, se hizo con un 'precio' final muy inferior a esa cantidad. Sea como sea, se trata de dinero fresco con el que Wallapop podrá acelerar en esta expansión.
Después de unos primeros años en los que han tratado de rentabilizar su base de usuarios y su plataforma, Wallapop ha visto más resultados durante la pandemia. En 2019 su crecimiento fue algo más discreto hasta situar los ingresos en 16,4 millones (frente a los 13,6 millones de un año antes) con unas pérdidas de algo más de 6 millones. La startup asegura que en 2020, cuyas cuentas aún no se han presentado formalmente, su negocio creció un 50%, lo que implicaría rozar los 25 millones. Durante el primer semestre, la facturación por comisiones de venta en los envíos aumentaron más de un 80% -no se reporta cómo evoluciona el total-. Pese a su mejora, hoy sólo dos de cada diez de las transacciones firmadas en la 'app' se hace a distancia.
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