La francesa Wonderbox, dedicada a la comercialización de cofres regalo que dan acceso al disfrute de experiencias de ocio y turismo, ultima sus planes de absorción de su rival Smartbox a la espera de que las autoridades de competencia den su visto bueno en aquellos países donde la segunda tiene actividad, y sin que por el momento haya desvelado el importe de la transacción. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ya tiene sobre la mesa la petición para estudiar si esta adquisición cumple con las leyes europeas y españolas de antimonopolio, y deberá resolverla en las próximas semanas.
Nada se sabía de este proceso que conformaría el gigante europeo de las cajas regalo desde que en junio de 2022 se hiciera público el interés de Wonderbox por adquirir a su rival, con una destacada presencia en países turísticos como España, Portugal o Bélgica. Su propiedad está en manos del 'family office' Otium Capital, salvo la filial que opera en el Reino Unido. La absorción fue comunicada en mayo a los comités de empresa de ambas compañías, y en una nota aseguraban que a partir de entonces daba comienzo un "proceso de información y consulta" que permitiera cerrar los detalles de la operación.
Pero hasta el momento, ambas firmas han seguido operando de forma independiente y con sus propias estrategias, tal y como se constató en la feria Fitur, celebrada la semana pasada en Madrid, donde cada compañía contaba con su propio stand. La respuesta de la CNMC al respecto llegará en las próximas semanas, ya que este tipo de procedimientos deben ser resueltos, por término general, en un plazo máximo de un mes. Después de ésta deberá llegar la del resto de organismos de competencia europeos, un proceso que demorará aún varios meses más el cierre de la operación.
El 'boom' de las cajas regalo que frenó la pandemia
Antes de la pandemia, en España se vendían más de un millón de cajas regalo cada año, especialmente en fechas clave como Navidad, la temporada veraniega o los días del padre y de la madre. Su valor de mercado llegó a superar los 72 millones de euros, según un estudio de Gfk, gracias a su amplia presencia en hipermercados o cadenas de grandes almacenes.
Pero las limitaciones generadas por el covid truncaron el crecimiento de ambas firmas, que vieron cómo se redujeron sus ventas por la imposibilidad de viajar o la reconversión del sector de las agencias de viajes hacia el fenómeno de las experiencias. Con este proceso de compra, ambos grupos pretendían abrir "nuevos horizontes" y así acelerar la digitalización de su oferta, ampliar la distribución de sus innovaciones o acceder a nuevos mercados como América del Norte.
El grupo Smartbox opera en once países distintos y cuenta con más de 12.000 puntos de venta en España, incluyendo en su oferta turística marcas como Paradores, Disneyland París o PortAventura. Su modelo de expansión se ha basado en la adquisición de sociedades extranjeras con su misma propuesta, como La Vida es Bella y Dakotabox en España o Odisseias en Portugal. Su volumen de negocio alcanzó los 387 millones de euros en 2021, 38 de los cuales fueron generados en España, condicionados por la pandemia.
La compañía ostentaba en su día más del 75% del mercado luso, y las adquisiciones de marcas en España elevaron su dominio a más del 60% de las ventas antes de la llegada de la pandemia. "Mantenemos nuestra actividad con total normalidad y ahora estamos preparando la campaña de San Valentín", alegan desde Smartbox al ser preguntados al respecto.
Por su parte, Wonderbox tiene presencia en 13 países y facturó 240 millones en 2021, cifra que en 2018 llegó hasta los 400 millones. Su cuota de mercado en España superaba el 30%. A finales de diciembre cerró la compra de Click&Gift, una firma española que comercializa tarjetas regalo virtuales de distintas marcas.
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