Zegona pugna para que CNMV no ejecute el aval de su fallida opa sobre Euskaltel

  • Barclays podría convertirse en accionista ocasional de la firma británica a la que aportó garantías por valor de 225 millones de libras   
Sede de la CNMV
Sede de la CNMV
Europa Press - Archivo

Zegona se resiste como gato panza arriba a tirar la toalla de la pretendida ampliación prevista para financiar la compra de Euskaltel. La firma británica ha desistido de materializar la OPA que anunció a finales de octubre sobre el 14,9% de la operadora vasca y ha salido al paso de la situación insistiendo ante la CNMV que, en cualquier caso, pretende  comprar acciones en el mercado. A tal efecto anuncia que llevaría a cabo una ampliación de capital sin derecho de suscripción y en un importe aún sin especificar.

La intención manifestada por Zegona sólo es válida, de momento, sobre el papel, pero tiene una clara motivación y es evitar que el organismo regulador de la bolsa termine ejecutando el aval inicial de 225 millones de libras  (unos 250 millones de euros) aportado como condición indispensable la formulación de la oferta pública. Zegona está pillada en su propio laberinto y la situación planteada implica ahora unas connotaciones imprevistas en la reciente historia del mercado de valores en España.

De hecho, ésta sería la primera vez que la CNMV se ve obligada a ejecutar el aval dispuesto por una entidad emisora para garantizar ante el mercado la materialización efectiva de una oferta pública de compra. El organismo regulador que preside Sebastián Albella tiene la última palabra al respecto, pero la función del aval no es otra que defender los derechos de los inversores ante la frustración de una OPA y este es el caso de libro que ahora se ha producido en la operación de Zegona con Euskaltel.

La firma británica se lanzó a la piscina hace dos meses con el anuncio oficial de una ampliación de capital por importe de 225 millones de libras que estaba prevista aprobar en una junta general de accionistas a celebrar en la primera semana de diciembre. El aumento de capital estaba destinado a la presentación de una oferta pública de adquisición de hasta 26.620.000 acciones de Euskaltel, representativas de una participación del 14,9% en el capital de la compañía operadora de telecomunicaciones. El precio de la oferta fue establecido en 7,75 euros por acción.

Zegona aseguró ante la CNMV el conjunto de la operación con avales proporcionados por Barclays Bank, que puede ser el primer damnificado si ahora el regulador decide ejecutar las garantías. En este supuesto, el banco británico tendría una opción efectiva para convertirse en un accionista de referencia del grupo inversor. Dicho de otro modo, y como apuntan en medios cercanos a Euskaltel, el tiro podría salir por la culata y el ‘cazador resultaría cazado’ en su propia estrategia de compra.

La firma británica despertó las primeras sospechas sobre la eficacia de la OPA cuando a finales de noviembre se descolgó con un comunicado a la CNMV en la que señalaba que continuaba trabajando en el expediente de verificación del folleto de la ampliación con las autoridades de Reino Unidos. Acto seguido informaba que retrasaba la junta general de accionistas a la última semana de diciembre.

Compra directa de acciones en el mercado

Ahora, y una vez llegada la fecha prevista, la empresa ha emitido un nuevo hecho relevante en el que oficializa la renuncia a la OPA sobre el 14,9 de Euskaltel, de acuerdo con una decisión adoptada por su consejo de administración por el deterioro de la situación de los mercados de capitales. No obstante, la compañía señala que tiene intención de aumentar su participación en Euskaltel mediante adquisiciones de acciones que no requerirán el lanzamiento de una OPA sobre el 100% de la operadora.

Zegona tiene en la actualidad el 15% de Euskaltel y refuerza sus nuevos planes en España a partir de una acción concertada con la firma Talomon Capital Ltd, que es accionista tanto de la propia empresa británica como de la operadora vasca. En todo caso, el pacto de accionistas con Talomon sólo le proporcionará un incremento de participación del 2,4% adicional. A partir de ahí Zegona ampliaría capital para comprar acciones en el mercado para lo cual asegura que ha recibido manifestaciones de interés tanto de sus accionistas como de nuevos inversores.

La compañía señala que está estudiando la suscripción de contratos de financiación por importe de hasta 30 millones de libras, incluyendo un contrato con Virgin Group de hasta 10 millones de libras. Estos fondos podrían destinarse igualmente a incrementar la participación de Euskaltel pero su cuantía, con ser relevante, está todavía muy lejos de esos 225 millones de libras depositados en forma de aval en la CNMV. Habrá que ver hasta donde se carga de paciencia el regulador y si Zegona es capaz de hacer realidad lo que ahora es una mera declaración de intenciones.

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