Vale 30.000 millones en bolsa

Zoom: así es la 'tech' que se dispara con sus videoconferencias por el coronavirus

  • La firma, fundada por un exdirectivo de Cisco, se revaloriza más de un 60% desde enero ante las expectativas de crecimiento el auge del teletrabajo.
Zoom busca hacerse más hueco en el segmento de las videoconferencias.
Zoom busca hacerse más hueco en el segmento de las videoconferencias.
Zoom

Eric Yuan es un joven poco conocido para el gran público. Con años de experiencia como ingeniero desarrollador en el gigante tecnológico Cisco, en 2011 se hartó y se marchó, abandonando un puesto con un salario jugoso. Estaba obsesionado con hacer una herramienta para hacer videoconferencias en la nube que, realmente, funcionara. Fundó Zoom. Más de ocho años después, es millonario y está al frente de una compañía  que quiere aprovechar el desgraciado avance del coronavirus y la prohibición de los viajes en las grandes empresas para hacer crecer su negocio o, al menos, para dar a conocer su producto. Hoy vale en bolsa más de 30.000 millones de dólares, después de un frenesí inversor que arrancó hace semanas.

Principios de enero. Los primeros casos sospechosos de coronavirus se reportaron en Wuhan, capital de la provincia de de Hubei y una de las ciudades más pobladas de China. Rápidamente las cifras se dispararon y la epidemia encendió todas las alarmas en el país. Se ejecutaron cuarentenas agresivas y se exigió que la población se mantuviera en casa. Con el paso de los días, el avance del virus llegó hasta los países limítrofes y, después, a buena parte de Asia, Europa y Norteamérica. Una derivada de esta circunstancia era clara: el trabajo a distancia iba a convertirse en una obligación durante los próximos meses hasta que el brote se frenara. Aparte de las grandes empresas tecnológicas, como Google o la propia Cisco, hay otras cuya tecnología está muy orientada a las empresas. Zoom está entre ellas.

¿La consecuencia? Desde principios de enero ha subido casi un 60% en bolsa, pese a la importante caída sufrida este viernes. Sumó miles de millones de dólares en capitalización bursátil hasta superar la barrera de los 30.000 millones. En esta fuerte revalorización, en pleno desplome de todas las bolsas por el temor al coronavirus, han tenido un protagonismo importante los analistas. Todos ellos creen que hay mucho margen de crecimiento. JP Morgan elevó el precio objetivo de su acción a 150 dólares (hoy se sitúa algo por encima de 110) y llamó a la compañía a eliminar los periodos en los que se puede utilizar de manera gratuita, con el objetivo de que más gente lo pruebe y conozca el producto.

Hay quien se pregunta si hay una parte importante de especulación en este comportamiento. Ha habido un primer termómetro para ver cómo está impactando positivamente en su negocio esta crisis del coronavirus. El último trimestre de su año fiscal, que acabó el 31 de enero, los ingresos crecieron un 78% hasta 188 millones de dólares y los beneficios netos se dispararon hasta los 15 millones frente al millón de un año antes. Las cifras estaban por encima de las previsiones del mercado, pero no hubo impacto directo por la epidemia, según reconocieron sus directivos ante los analistas. Lo que hay es confianza en que herramientas como Zoom serán contratadas más por las empresas tras esta crisis. "Casi todos entienden que necesitaban una herramienta como esta y esto cambiará dramáticamente el contexto", explicaba el consejero delegado y fundador en la conferencia tras la presentación de resultados. Es decir, no creen que este evento vaya a suponer una explosión de su negocio, pero sí un paso adelante importante en el teletrabajo.

Cómo se fraguó este negocio

Esta circunstancia llega nueve años después de que Eric Yuan, emigrante chino en Estados Unidos, decidiera romper con su compañía. Él trabajaba desde 1997 en WebEx, una tecnológica norteamericana nacida a mediados de esa década y que, precisamente, producía un software para videoconferencias. Diez años después de que él llegara, Cisco compró la empresa por 3.200 millones de dólares. Entonces, Yuan se puso al frente del desarrollo tecnológico de WebEx. Tres años después no estaba muy contento. El servicio no era bueno, según relataba en una reciente entrevista a fondo en la revista Forbes. Había fallos y problemas en la imagen y el audio que se transmitían y no contaba con herramientas como compartir pantalla para los intervinientes. En 2010 da el portazo y decide montar una primera compañía con parte del equipo en China llamada SaaSBee. 

Ese era el germen de Zoom. En 2011 logra el primer respaldo de inversores: 3 millones de dólares entre los que estaba el exCEO de WebEx, su antigua empresa. Sólo había un fondo de capital riesgo entre los nuevos accionistas. Y no era casualidad. No fue fácil convencer a esos vehículos de que tenía sentido poner un solo dólar en una compañía pequeña que debía batallar no sólo contra Cisco, sino contra Microsoft (que acababa de comprar Skype por 8.500 millones de dólares) y otros gigantes. Yuan se empeñó en que el producto, que se lanzó oficialmente en 2013, contara con varias ventajas: que se pudiera ejecutar a través del navegador web de manera rápida; que redujera la necesidad de un gran ancho de banda para poder funcionar con normalidad, y que tuviera un precio más competitivo que sus rivales.

Poco a poco fueron sumándose más fondos. Primero varios pequeños hasta que llegó el espaldarazo clave a principios de 2017: Sequoia Capital, 'pope' del capital riesgo en Silicon Valley, lideraba una ronda de 100 millones de dólares (con una valoración de 900) para acelerar el crecimiento. "Estuvimos buscando en el mercado de la videoconferencia durante años porque estábamos convencidos de que era un enorme mercado. Cambió cuando las compañías de nuestro portfolio comenzaron a hablar sobre Zoom", admitía uno de los jefes del megafondo. No era una excepción. Llegaron muchos más clientes y el mercado bursátil empezaba a tener sentido.

A principios de 2019, el año que estaba llamado a ser el de las principales OPV del sector de tecnologías tras años de espera, Yuan y su equipo presentaron sus credenciales. Y lo hicieron saltándose el guión generalizado en Wall Street: fue el único gran unicornio que salió a bolsa sin prometer pérdidas a sus inversores. Se presentó ante el mercado para levantar más de 750 millones, con una valoración de más de 9.000 millones de dólares, nueve veces más que dos años antes, después de completar un 'roadshow' con enorme apetito. ¿Locura? El día de su arranque subió un 72%. Aún así no dejó de subir. Se había convertido en un unicornio 'real': era una criatura excepcional, pues ganaba dinero frente a otros gigantes como Uber, Lyft o Pinterest que teñían de rojo sus cuentas de resultados.

Después de la euforia inicial, todo empezó a volver a los niveles iniciales  cuando estalló el coronavirus y el frenesí inversor. Hoy vale en bolsa en torno a 30.000 millones de dólares, es decir, 48 veces los ingresos logrados en el último año fiscal. Yuan, aquel joven que abandonó Cisco para montar su propia plataforma, amasa una fortuna de 6.600 millones de dólares, pues hoy sigue controlando el 22% de las acciones. El mercado ve una expectativa enorme de crecimiento para la compañía. La expansión del coronavirus simplemente ha creado una necesidad para las grandes (y pequeñas) compañías: contar con infraestructura tecnológica para el teletrabajo.

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