24 horas para disfrutar en el idílico Principado de Mónaco

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Puede que Mónaco sea el segundo país más pequeño del mundo, pero eso no le resta un ápice de interés, probablemente es lo que le empuja a ser un territorio diminuto en el que ocurren cosas continuamente. Un lugar donde todo parece que debe estar sometido al filtro de la perfección, la belleza, el estilo y en definitiva, el dinero, que todo lo mueve. Mónaco tiene más coches de lujo que todos los que se conducen en España. El precio de sus inmuebles es estratosférico, pero su belleza, serena y discreta seduce a todo el que pisa el país de Los Grimaldi.

Cafe Le Paris es el lugar icónico en el que tomar un buen capuchino y algo de bollería francesa, exquisita para comenzar el día. Se dice que todo sucede en este café, de hecho, sin darse cuenta puede estar desayunando al lado de un tenista o un piloto de Fórmula 1, una actriz de Hollywood o un cantante universal.

La Note Bleue, una pequeña cala ubicada en el Paseo de la Princesa Gracia de Mónaco, para entender como se vive aquí un día de playa. Imprescindible vestir sus mejores galas de baño y estar dispuesto a gastar un dinero en las hamacas, la sombrilla y alguna bebida. Un rato en la playa entre olivos, camas extraordinarias y bambú... un día de playa sensacional y diferente.

En una ciudad que parece sumida en la frivolidad del dinero y el lujo, está bien tener un encuentro con la realidad en uno de sus museos más interesantes, el Oceanográfico. Un museo que parece levantado sobre los mismos acantilados del Mediterráneo.

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Aprovéchese del increíble precio del menú que le ofrecen a mediodía en el Museo. Gracias a que hay cantidad de oficinistas que acuden a comer aquí a diario, podrá disfrutar de una comida compuesta de dos platos y postre por sólo 20 euros.

Port Hercule, es el puerto principal del Principado. Si ha visitado Puerto Banús, en Marbella o Puerto Portals en Mallorca, creerá haberlo visto todo, pero espere y verá. Los más ricos de los ricos atracan sus yates en este puerto. Esloras interminables en las cuales se celebran fiestas exclusivas en la que se gastan litros del mejor champán, le harán palidecer sólo contemplándolo desde tierra.

En el Horizon Deck, la terraza del gran hotel Fairmont frente por frente con el azul del Mediterráneo y con vistas sobre la Ópera y el Palacio; hacen de su situación un lugar incomparable y desde el cual y por una vez, no le importará pedir una botella de champán para brindar por el momento.

Le Rouge et Le Blanc en Port Fontvieille, es uno de los restaurantes con más encanto en el Principado. No tiene el glamour de otros establecimientos de la zona, pero tampoco son los precios de los sitios más exclusivos. Un restaurante o bar con muy buenos vinos y excelentes quesos franceses y algunas tapas. Es famoso por su excelente chuleta de vaca acompañada de patatas.

No importa que no le gusta el juego, aquí, la mayoría van a jugar probablemente más euros de los que usted haya visto juntos nunca, pero los mortales también podemos entrar e imaginar escenas de película, para comprobar que esas mesas de ruleta o bacarra y la gente que allí apuesta son tan reales como Ud.