20-n. Rubalcaba compara al psoe con un roble centenario que resiste las tempestades por sus profundas raíces

El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, compartó hoy al partido con un roble centenario que resiste vendavales y tempestades por sus profundas raíces, sus principios y valores, los mismos de siempre y los que deben seguir siendo la guía ante las “disyuntivas históricas”.
Rubalcaba protagonizó esta noche un mitin en el polideportivo Lavaderos, en Burgos, cuyos cerca de 600 asientos se quedaron pequeños para acoger al aforo y la organización acabó habilitando una sala anexa por la que pasó el candidato a saludar, dar las gracias y pedir disculpas antes de comenzar.
A pesar de posibles errores y de cosas que se podrían haber hecho de otra manera, dijo el candidato, el PSOE es “el de siempre”, el partido con 130 años de historia ques “como los grandes robles, que siguen ahí llueva o nieve, con heladas o con un sol tremendo, aguantan tempestades, ventoleras, porque tienen raíces muy sólidas, muy profundas”.
En el caso del PSOE, esas raíces son sus principios y valores, aseguró Rubalcaba, los que inspiraron a Pablo Iglesias, para fundarlo, los que estaban en los programas de Felipe González y de José Luis Rodríguez Zapatero, y ahora en el suyo, la libertad, la igualdad, la democracia, “no contar votos sino hacer que los votos cuenten”, y construir una sociedad solidaria y “libre de odio”.
En momentos de crisis como el actual, aseguró el candidato socialista, “conviene recuperar nuestra historia”, recordar a los ciudadanos que en los grandes avances sociales y en la construcción del estado del bienestar “estuvimos solos”. “Algún partido nos acompañó, pero nunca la derecha”, ni en los ochenta ni después con Rodríguez Zapatero, denunció.
“Con Zapatero hemos pasado épocas muy difíciles” y seguramente hay cosas que se podrían haber hecho de otra forma, aseguró, pero nadie mira atrás sin hacer esa reflexión. Se garantizaron las prestaciones por desempleo, se subieron las pensiones mínimas y las becas y se aprobó la ley de atención a la dependencia, todo eso “también es socialista y lo tenemos que defender”.
Rubalcaba defendió su tesis de que el futuro está en manos de quienes posean más conocimiento, más formación, y juzgó por ello una necedad recortar en educación. En ese sentido, acusó al PP de hacerlo en las comunidades donde gobierna, y de “criminalizar” a los profesores, por ejemplo en Madrid, como hicieron años atrás con el doctor Montes para “meter la tijera” en el sistema sanitario.
Si consiguen llevar adelante sus planes de crear dos sistemas paralelos, uno para los sanos y pudientes, y otro para los enfermos, la sanidad pública estará “herida de muerte”, alertó, y a eso los socialistas deben oponerse “con uñas y dientes”.
Llamó por ello a votar pensando en la “disyuntiva” en la que se encuentra España, y volvió al debate del pasado lunes con Mariano Rajoy para darle “una mala noticia: lo único que no está escrito es el futuro” y, por tanto, no lo podrá leer como hizo en buena parte de su exposición.
Al comentario de Rajoy de que Rubalcaba siembra la amenaza de “los males del infierno”, respondió dociendo que todo lo que explica sobre el PP lo concluye de su programa, de lo que dice, lo que insunúa o lo que omite.
El mitin en Burgos fue el final de una maratoniana jornada que Rubalcaba comenzó en Vitoria y prosiguió en Pamplona, con dos actos marcados por el final de ETA como telón de fondo.
En Burgos el candidato abandonó de nuevo la política antiterrorista en su mensaje de campaña, pero nolo hizo el secretario general de los socialistas de Castilla y León, Óscar López.
En una provincia que ha sufrido como pocas el zarpazo del terrorismo, López recordó a las víctimas y también el trabajo de todos los partidos para acabar con ETA, pero especialmente quiso decir “alto y claro gracias, Alfredo”.
“No es lo mismo un lector” que tiene mérito para ser, en todo caso, “presidente del Círculo de Lectores” a juzgar por lo que demostró en el debate, que “un pedazo líder como Alfredo Pérez Rubalcaba”.