2017, un año en llamas: el mayor número de grandes incendios de la última década

  • El fuego ha afectado en lo que va de año al 0,63 por ciento del territorio nacional, más del doble que la media del decenio.
España ardió en 2017
España ardió en 2017

Son datos que recuerdan llantos, cenizas y dolor. Datos que demuestran que estamos ante uno de los grandes retos del futuro, aunque solo cope las portadas solo cuando las llamas acosan los pueblos y destruyen vidas y haciendas. El fuego nos come. Y las cifras de este 2017 que acaba, hielan. Aún en la retina permanecen las imágenes de los últimos incendios que asolaron Galicia, pero el balance del año nos recuerda que no han sido los únicos, y que no serán los últimos.

Estos son los récords de fuego que no habría que repetir. Esta ha sido el año con más hectáreas arrasadas en el último lustro y el segundo peor del decenio, solo superado por 2012, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA). No solo eso. 2017 se convierte en el peor del decenio en cuanto a grandes incendios forestales (GIF) con 53 de estos siniestros, un 64,15% más que la media de los últimos diez años (19) y un 29,27% más (9) que en 2012, el peor año por hectáreas arrasadas, en el que se registraron 41 GIF.

En total, el fuego ha afectado en lo que va de año al 0,63 por ciento del territorio nacional, más del doble que la media del decenio, con el 0,31 por ciento afectado. Entre el 1 de enero y el 30 de noviembre han ardido un total de 176.587 hectáreas, casi el doble de la media de los últimos diez años (87.385,35).

Así, hay que retroceder hasta 2012 para hallar un año con más hectáreas quemadas, cuando ardieron 216.546 hectáreas en el mismo periodo. Excepto ese año, desde 2007 no hay un ejercicio en el que la cifra si quiera se acerque a las de este 2017. En el ránking de año, por detrás de 2012 y 2017 quedan de lejos 2009, con 119.840 hectáreas; 2011, con 100.343 hectáreas; 2007, con 83.253 hectáreas afectadas; 2015, con 80.621. El año con menos terreno afectado por el fugo en el último decenio fue 2008, con un total de 49.523 hectáreas en los once primeros meses.

Cuarto año con más fuegos de la década

La cifra de este año es un 64,38% mayor que la del año pasado, con 62.887 hectáreas, algo más del doble (50,51%) que la media del decenio.

Por número de siniestros, sin embargo, el año 2017 es el cuarto del decenio con más fuegos, con 13.545, por detrás de 2011 (16.171); 2009 (15.531); 2012 (15.707). Esto supone que en menos fuegos se han quemado más hectáreas. De hecho, 8.496 de los siniestros de este año fueron conatos, con menos de una hectárea afectada; 5.049 fueron incendios, de más de una hectáreas y de estos, 53 fueron grandes incendios en los que ardieron más de 500 hectáreas.

Por tipo de superficie, el 37,22% de las hectáreas quemadas eran de superficie arbolada, el 56,65% eran matorral y monte abierto y el resto, 10.893 hectáreas de pastos y dehesas. En cuanto a la distribución geográfica, algo más de la mitad de siniestros el 52,38% se produjeron en el noroeste; el 31,68 por ciento en las comunidades interiores, el 15,47% en el Mediterráneo.

Mientras, el 74,54% de la superficie forestal quemada ardió en el noroeste, es decir que tres cuartas partes de la superficie forestal se quemaron donde se registraron la mitad de los fuegos; el 10,38% de la superficie arbolada se quemó en el Mediterráneo, el 13,97% en las comunidades interiores y el 1,10% en Canarias. Asimismo, el 67,12% de la superficie arbolada se quemó en el noroeste, el 17,81% en el Mediterráneo; el 13,89% en las comunidades interiores y el 1,18% en Canarias.

En este contexto, la ONG Greenpeace lamenta las cifras y advierte de que los episodios vividos este año en Portugal, Galicia o California "ya no son una excepción sino una emergencia social y medioambiental" porque el cambio climático "ha desdibujado las estaciones" y denuncia que el plan de extinción tradicional está obsoleto.

De hecho, destaca que solo en la oleada incendiaria de octubre en Galicia, Asturias y León ardieron 74.000 hectáreas y señala que los fuegos se registraron en el marco de una ola de calor en la que los operativos se habían ampliado a última hora con la llegada de un otoño inexistente.

Greenpeace lamenta que además de la impotencia y la consternación por la pérdida de espacios naturales de gran valor y animales calcinados perecieron cuatro personas y cientos perdieron sus hogares.

La responsable de la campaña de incendios de Greenpeace, Mónica Parrilla, para mitigar los impactos de esta "nueva era de incendios" es "fundamental" tener en cuenta el cambio climático en la prevención y la extinción de incendios. Los datos de 2018 dirán si hemos aprendido la lección de este 2017.

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