29S: "Un día normal" en el corazón financiero de la capital

"Hola, ¿has llegado ya?", preguntaba una mujer desde su móvil en un cafetería de Plaza de Castilla en Madrid. Un joven, pegado también a un teléfono, desayunaba por segunda vez esta mañana porque había salido muy temprano de casa y todavía le restaban unos 30 minutos para entrar en la oficina. Los madrileños más precavidos que han despertado hoy antes de lo habitual no han encontrado problemas para llegar a sus puestos de trabajo pese al paro convocado por los sindicatos. Aunque había preocupación, lo cierto es que la normalidad ha sido la tónica dominante en el acceso al transporte público y a los edificios de oficinas.

La línea 10 de metro que conecta el centro con la zona financiera de la capital ha funcionado sin grandes problemas. A primera hora de la mañana el acceso a los suburbanos estaba totalmente despejado y la frecuencia de los coches ha sido dentro de lo habitual a pesar de que los servicios mínimos programados entre las 6 y las 9 de la mañana eran de un 50%.

Sólo en el andén de la estación de Nuevos Ministerios con dirección al aeropuerto de Barajas se ha notado la huelga, que ha producido retrasos considerables y que algún pasajero perdiera la paciencia al ver que no llegaba con tiempo suficiente a la terminal.

Fuera, en la calle, día de trabajo habitual para muchos madrileños de traje y corbata en los aledaños al Santiago Bernabéu y hasta para chavales con el uniforme del colegio. La seguridad de los edificios de oficinas recibía a los empleados más madrugadores que han decidido llegar antes "por si acaso", ha contado un hombre que hacía su entrada a un edificio colindante a Torre Europa. Un guardia de seguridad ha señalado que "hemos apagado las luces durante la noche para no llamar la atención pero no hemos tenido ningún incidente. Tampoco lo hemos visto". "Es un día normal", ha manifestado un compañero.