Dos de las regiones con más movilidad laboral

Los 37 km más largos: el virus erigió un muro (casi) impenetrable en el estrecho

Las tres compañías que operan trayectos entre Ceuta, Melilla y la península no tienen ya restricciones en la ruta. Muchas familias separadas por el confinamiento podrán volver a verse.

puerto de ceuta
Los 37 km más largos: el virus erigió un muro (casi) impenetrable en el estrecho.
Puerto de Ceuta

La condición de aislamiento que ya per se sufren Ceuta y Melilla con respecto al resto de España se ha revelado más pronunciada que nunca durante el confinamiento provocado por la COVID-19. Desde el 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma, sólo se pudieron cruzar los 37,3 kilómetros que separan el puerto de Ceuta y el de Algeciras con un salvoconducto laboral, o bien con un documento que evidenciara una cita médica. Lo mismo sucedió entre los puertos de Málaga, Melilla y Almería. Para todo lo que no fueran viajes 'obligados', había un muro en el estrecho que mantuvo separadas a muchas familias y que los ferris solo pudieron franquear para suministrar bienes básicos y material sanitario a las ciudades autónomas. La restricción, sin embargo, tocó a su fin por completo el 21 de junio, cuando el final del estado de alarma permitió la libre circulación de personas por tierra y mar.

"Desde que se pusieron a la venta los billetes, la demanda ha sido muy alta tanto en dirección a España, como en dirección a África". Desde FRS, una de las tres navieras que opera rutas entre la península, Ceuta, Melilla y Marruecos, aseguran que la vuelta a las aguas de los ferris ha sido un alivio para muchas familias que están separadas por el estrecho. "Para el trabajo no había representado un problema tan notorio como para las relaciones familiares", apuntan a 'La Información' fuentes de la Radio Televisión Pública ceutí, toda vez que "a medida que se superaron las primeras fases del estado de alarma, mas y más profesionales pudieron regresar a sus puestos de trabajo". Y es que Ceuta y Melilla son, respectivamente, la cuarta región de España y la octava que presentan una mayor movilidad geográfica laboral.

El estrecho no impide que los españoles de uno y otro lado se muevan para lograr un puesto de trabajo. Si no, que se lo pregunten a Raúl Llamas, un periodista malagueño que a finales de la década de los noventa preparó el petate, lo montó en un ferri y se lanzó a la aventura. Más de 20 años después ejerce su profesión en Ceuta y ha pasado todo el confinamiento sin poder visitar a su familia: "Tengo a mi madre, mis hermanos y mis sobrinos en Málaga y no los veo desde febrero", tercia Llamas, que añade que espera "coger vacaciones en julio" para poder ver por fin a sus seres queridos. En su misma situación se encuentra una gran cantidad de peninsulares que trabajan en las ciudades autónomas; pero la cifra es todavía mayor entre los ceutíes y melillenses que se han buscado la vida en CCAA como Andalucía o Extremadura: con los datos en la mano, tanto Ceuta como Melilla son más emisoras que receptoras de mano de obra.

Muchos trabajadores lejos de casa

Llamas arribó a las costas ceutíes muchos años atrás; pero como hiciera él en las postrimerías de los noventa, hasta 2.091 trabajadores consiguieron un contrato laboral en Ceuta en 2018 (1.631 lo hicieron en Melilla). Por su parte, 3.540 ceutíes y 4.202 melillenses –o, cuando menos, empleados en esas dos regiones un año antes– emprendieron el camino contrario y fueron a trabajar a la península. En 2019, por tanto, el movimiento laboral de Ceuta  y Melilla se situó en un 14,73% y un 12,28% respectivamente, lo que da idea del volumen de personas lejos de su hogar que se han concentrado en sendos territorios durante la cuarentena. 

Según fuentes de FRS, la naviera alemana con bases en Algeciras, Ceuta y Tánger, "el perfil de los pasajeros habituales entre ambos litorales es, sobre todo, de tres tipos: trabajadores, familiares que se visitan y militares, ya que tanto en Ceuta como en Melilla se ubican destacamentos del Ejército". En datos de 2018, hasta 115.708 mercantes y ferris cruzaron las aguas del paso marítimo, el segundo más importante del mundo tras el Canal de La Mancha, tal y como indican los datos del Centro de Coordinación de Salvamento de Tarifa (Cádiz). Se trata, entonces, de una zona con gran estrés de entradas y salidas, cuya actividad, aunque reducida con el confinamiento, promete intensificarse en Algeciras si, finalmente, se lleva a cabo la Operación del Paso del Estrecho (OPE) del 2020 como indican algunas fuentes. De todos modos, no sería un problema para Ceuta y Melilla, que este año quedarían al margen de la ruta, habida cuenta de que los ferris conectarían directamente con los puertos marroquíes.

Menos de 300 casos de Covid entre Ceuta y Melilla

Si bien es cierto que la situación de aislamiento para melillenses y ceutíes ha  sido complicada en muchos sentidos, también lo es que ha funcionado y que ha permitido a las ciudades autónomas lograr que el virus pase casi de puntillas por su territorio. Desde el inicio de la pandemia, solo 164 personas se han contagiado de coronavirus en Ceuta y ha tenido que lamentar cuatro muertos; en Melilla, los números son muy parecidos: 124 contagios y dos fallecidos. La escasez de instalaciones sanitarias de ambas ciudades autónomas (12 camas de UCI en Ceuta y seis en Melilla) obligó al Gobierno a enviar a las costas africanas el buque 'Galicia' de la Armada para apoyar a la infraestructura hospitalaria del territorio español en África.

Desde el 21 de junio, la ausencia de restricciones en los desplazamientos obliga a las autoridades a ponerse en guardia para no desperdiciar todo el trabajo hecho. Ya funcionan a pleno rendimiento los ferris de Balearia –que tiene la concesión estatal y, con ella, la obligación de mantener la conexión entre la costa africana y la peninsular durante la pandemia– y prácticamente también los de FRS y Armas, la firma que se hizo con Transmediterránea al comprar la práctica totalidad de las acciones de Acciona. Las tres compañías, y también Helity, la aerolínea de helicópteros que opera los trayectos Ceuta-Algeciras y Ceuta-Málaga, se esmeran en detallar las medidas de seguridad contra el virus. Balearia, sin ir más lejos, anuncia en su web que es "la primera naviera del mundo en lograr la etiqueta Global Safe Site Covid-19" en el grado 'Excellence' de la certificadora internacional Bureau Veritas.  

Por su parte, todos los viajes entre la costa española y Marruecos tendrán que esperar a que el gobierno del país africano permita el tráfico en sus puertos, previsto para fases futuras de su desconfinamiento.

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